Una tiara para quitar el hipo y un vestido romántico: los detalles de la última boda real

La iglesia de St. John, ubicada en Lemsford, un pequeño pueblo de Reino Unido, fue escenario hace unos días de una boda de ensueño. El coronavirus no ha impedido que los miembros de la realeza pasen por el altar, y desde que empezó la pandemia hemos vivido varios enlaces reales, o semirreales, como es el caso, pues el novio, aunque descendiente de la reina Victoria, pertenece a una desaparecida Casa Real, y la novia es de la nobleza británica.

Hablamos de Frederick Alexander de Prusia, quien el pasado 27 de septiembre le dio el 'sí, quiero' a Antalya Nall-Cain. La joven eligió para la ocasión un romántico vestido de volantes con un bolero a juego y la impresionante tiara Brockett, una joya familiar que lució también su bisabuela, la segunda baronesa Brocket, en su boda. Realizada con diamantes, la diadema tiene una base lisa de la que salen grandes motivos florales.

Frederick Alexander es hijo del príncipe Wilhelm Andreas y Alexandra Blahova, y nieto de Federico de Prusia -descendiente de la reina Victoria- y Lady Brigid Guinness, esta última nieta del fundador de la cervecería Guinness. El novio tiene una hermana, Tatiana, quien es arquitecta y está casada desde 2014 con el escritor Philip Womack con el que tiene un hijo, Arthur.

Por su parte, Antalya es hija de Charles Nall-Cain, tercer barón Brocket, y su primera esposa, la exmodelo Isabel Maria Lorenzo. Se divorciaron en 1994, cuando Antalya tenía cinco años, y el padre volvió a casarse, dándole a la novia dos hermanos, Alexander y William.