Máxima de Holanda, de boda este fin de semana con vestidazo de Carolina Herrera

Sin duda, septiembre y octubre están siendo meses de bodas, y muchas de ellas reales. El pasado viernes, el gran duque Jorge Románov le daba el 'sí, quiero' a Rebecca Bettarini en San Petersburgo, en un enlace en el que reunió a la mayoría de miembros de casas reales no reinantes. Unas nupcias que coparon los titulares de los medios europeos y de las que se ha hablado mucho más que de la boda de Tatjana von Waldburg zu Zeil-Hohenems y Philipp Eisl, aunque esta sí contó con la presencia de unos reyes reinantes: los de Holanda.

Guillermo Alejandro y Máxima viajaron hasta Viena para asistir al enlace de la condesa Tatjana von Waldburg zu Zeil-Hohenems, cuyos padres son grandes amigos de la pareja real. Tanto es así que una de las hermanas de la novia es ahijada del rey holandés y otra, Sophie, lleva entre sus nombre de bautizo el de Máxima. Y aunque los reyes no asistieron a la ceremonia, sí quisieron estar presentes en la celebración posterior, en la que la argentina brilló recuperando de su armario un vestido de Carolina Herrera.

La reina optó por este vestido de la diseñadora venezolana con estampado floral que combina el blanco y el azul noche. Un diseño de escote asimétrico que la entonces princesa Máxima estrenó en abril de 2010, en las celebraciones del 70 cumpleaños de la reina Margarita de Dinamarca. Ya entonces se convirtió en uno de los favoritos de los seguidores de la argentina, que esperaban con ansias que lo luciera de nuevo. Pero han tenido que pasar más de once años para ver a la reina de Holanda enfundada de nuevo en esta creación.

Lo cierto es que Máxima de Holanda puede presumir de tener un fondo de armario lleno de grandes vestidos de gala. Y lo mejor de todo es que la reina no tiene miedo de recuperar algunos diseños que ya tienen sus años, demostrando además que sigue manteniendo la misma figura. Hace unos meses, en la que fue su primera visita de Estado tras la pandemia, que tuvo como escenario Alemania, la argentina eligió para la segunda noche un vestido azul celeste de Valentino que había estrenado en 2011, en la cena posterior a la boda de Alberto y Charlène de Mónaco.

Asimismo, en 2018, en la tradicional cena ofrecida en honor al cuerpo diplomático, celebrada en el Palacio Real de Ámsterdam, la vimos con un vestido formado por falda morada y cuerpo verde con pequeñas incrustaciones de la firma Natan. Ese vestido tenía más de diecisiete años, ya que la primera vez que lo lució fue en 2001, cuando todavía era prometida del entonces príncipe Guillermo Alejandro en la cena de gala ofrecida con motivo de la visita de Estado de don Juan Carlos y doña Sofía a los Países Bajos. Lo había lucido también en 2007.