O lo odias o lo amas: Máxima de Holanda rescata uno de los looks más arriesgados

Estamos acostumbrados a ver a la reina Máxima de Holanda de distinta guisa: de gala, de sport, esquiando, con traje tradicional… Pero en todo este recorrido estilístico del armario de la royal hubo uno que, ya en su día, nos sorprendió por su colorido y su estampado, un conjunto que vimos por primera vez en 2018 cuando los reyes holandeses visitaron la provincia de Zelanda.

Hoy Máxima ha estado presente en la celebración del 50 aniversario del Fonds Kwadraat en el museo Stedelijk de Ámsterdam, un fondo que ayuda económicamente a artistas visuales, diseñadores y fotógrafos. El dinero de Fonds Kwadraat se presta, se devuelve y se vuelve a prestar a otro artista, y desde su fundación ha financiado más de 2.650 proyectos.

Las redes sociales estallaban en cuanto las fotografías de la argentina se hacían públicas: desde opiniones que criticaban un look demasiado colorista para una reina de su edad (recordemos que cumplió 50 años hace unos meses) hasta los comentarios que remarcaban la estridencia de los tonos de la combinación.

No es la primera vez que vemos a Máxima con este polémico y comentado look: la primera vez fue en una visita oficial que realizó junto a su marido, el rey Guillermo, a las ciudades de Schouwen-Duiveland y Tholen.

El look, que estrenaba en aquella ocasión y que hoy ha repetido, lo firma Claes Iversen, diseñador danés con base en Holanda que ya ha vestido a la reina en otras ocasiones. De hecho, Iversen se ha convertido en uno de sus creadores favoritos. Incluso la princesa Mary se ha atrevido con alguno de sus diseños. El modelito en cuestión es un alarde de colorido que combina casi todas las tonalidades de la paleta cromática. Se trata de un diseño con fondo blanco adornado con florecitas en tonos rosa y rojo y líneas horizontales en azul, amarillo, morado y rosa palo. Una prenda espectacular que ha sabido combinar con una blusa de tonalidad azul índigo y un llamativo tocado rojo que casaba a la perfección con los salones y la cartera de mano.

Curiosamente, era un estilismo muy parecido al que lucía en el último Prinsjesdag, para el que también tiró de una combinación arriesgada y tocado rojo. Un complemento al que parece haber cogido el gusto.