Máxima de Holanda, en el Prinsjesdag: ordenamos de peor a mejor sus looks en el gran día

Como cada tercer martes de septiembre, este día 21 los reyes de Holanda cumplirán con uno de los actos más relevantes a nivel institucional y político para Holanda y, por consiguiente, para su familia real. Los reyes Guillermo Alejandro y Máxima presidirán el Prinsjesdag (Día del Príncipe), o lo que es lo mismo, la apertura del Parlamento holandés. Un acto ceremonioso en el que el monarca habla sobre los presupuestos para el año siguiente.

El evento será reducido, como sucedió el año pasado, debido a la pandemia. Lo que sí podemos asegurar es que Máxima pondrá todo de su parte para deslumbrar con un look que esté a la altura de las circunstancias. Al menos así lo ha hecho desde que se convirtió en princesa y mucho más desde 2013, año en el fue nombrada reina consorte y auténtica protagonista de este acto. Por ello hoy queremos repasar los mejores estilismos que ha llevado en el Prinsjesdag siendo reina, y los hemos ordenado de peor a mejor.

De peor a mejor

En esta útima posición encontramos el vestido que lució en 2018. Un diseño del taller de la italiana Luisa Beccaria, de estilo vaporoso en tonos empolvados con cola incluida. Se trataba de una creación confeccionada en seda de efecto iridiscente en colores pastel, con detalles fruncidos en el cuello y los puños, mangas abullonadas, cintura ceñida y una gran falda fluida. Un vestido con demasiados elementos que no favorecía la figura de Máxima, quien lo combinó con una pamela lateral adornada con flores, guantes nude y tanto el clutch como los zapatos destalonados eran de efecto metalizado.

El año pasado, debido al coronavirus, fue la primera vez que la reina repitió vestido para este acto. La argentina optó por recuperar un vestido del diseñador de origen danés Claes Iversen, un diseño de volantes horizontales de arriba a abajo que estrenó en marzo de 2018. El original era de un amarillo chillón, pero Máxima pidió que se oscureciera varios tonos la tela, consiguiendo un color más cercano al mostaza. Decoró su cabeza con un delicado tocado de inspiración floral de la sombrerera belga Fabienne Delvigne que redondeaba su estilismo, en el que también destacaba un clutch nude de Bottega Veneta.

En 2017 la argentina confió en el que ha sido su diseñador de cabecera durante años, el belga Edouard Vermeulen, creador de la casa Natan. La esposa de Guillermo Alejandro se enfundó un vestido azul grisáceo realizado con brocado formando grandes rosas y transparencias tanto en el escote como en las mangas. Lo combinó con un tocado tipo pillbox, una cartera de mano plateada de Christian Dior, unos salones del holandés Jan Taminiau y guantes de cuero a juego con el vestido. Nos deja bastante fríos.

Brillante, como su carroza, Máxima se enfundó en 2013, su primer año presidiendo el acto como reina, un vestido joya creado por el diseñador holandés Jan Taminiau. Se trataba de una pieza artesanal bordada a mano de arriba a abajo con pedrería dorada que dibujaba rombos, de unos en tamaño mini a unos XL, y que la reina combinó con una pamela de rafia en el mismo tono.

Saltamos al año 2016 para volver a ver el look bicolor de dos piezas que llevó Máxima de Holanda para este acto. Compuesto por una camisa de gasa en azul Klein y una falda larga confeccionada con satén de color dorado y salpicada con flores bordadas en pedrería azul, estábamos frente a una creación del modisto danés Claes Iversen que en su momento enamoró a los expertos en moda.

En 2019 vimos a la reina de nuevo con un diseño firmado por Jan Taminiau, que encumbró a la reina al olimpo de las diosas del estilo. Con el borgoña por bandera, el modisto confeccionó un vestido en crepé de lana con escote palabra de honor y un favorecedor corte sirena al que añadió la joya del look, una capa repleta de aplicaciones que iba por encima de los hombros y que gracias a su particular asimetría dejaba al descubierto la zona del pecho.

Con Valentino como aliado, Máxima consiguió gran éxito con su total look de color rojo en el año 2014. Este diseño firmado por la casa de moda italiana ponía el toque minimal a su repertorio de outfits para el Prinsjesdag. Precisamente que el vestido fuese más sencillo permitió a Máxima una ristra de accesorios más atrevidos: tocado pillbox a lo Jackie Kennedy, guantes, clutch de charol y sandalias peeptoes con un lazo, todos en el mismo tono que el vestido.

Y en el primer puesto encontramos este diseño de 2015, año en el que Máxima volvió a confiar en el holandés Jan Taminiau, y de su genial mente creativa nació este vestido confeccionado en organza de color rosa palo decorado con motivos florales y animales bordados a mano con pedrería en una misma sintonía cromática. Una auténtica obra de arte que Máxima lució como se merecía, de una manera impecable y elegante.