Banquete nupcial de Jorge Románov y Rebecca Bettarini, ya felices marido y mujer

La boda de Jorge Románov y Rebecca Bettarini esta mañana en la catedral de San Isaac ha tenido un gran valor simbólico, pues estamos hablando de la primera boda de la familia imperial rusa un siglo después de la caída de los zares en su país y en una ciudad tan emblemática como San Petersburgo.

En Vanitatis llevamos varios meses siguiendo los preparativos de este enlace y en comunicación directa con Rebecca Bettarini, que con la implicación de su ya suegra, la gran duquesa rusa, y sus padres, ha logrado que todo salga a la perfección. De igual manera, ha sido crucial, como ella misma había manifestado, la gran colaboración de distintas administraciones e instituciones rusas que se han empleado a fondo para este evento de gran trascendencia internacional y que ha servido también para mostrar el lado más glamuroso del país, que, en cierta manera, nos ha retrotraído al esplendor de antaño.

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Juanra López

Son muchos los elementos que tenemos que analizar de esta cena de gala, y empezamos con el traje que la hija del embajador italiano Roberto Bettarini lució para el banquete. Al igual que el vestido para la ceremonia religiosa, Bettarini contrató los servicios de Reem Acra y Elina Samarina para Sergio Marcone Moscow con bordados de Torzhok.

Estamos hablando de un vestido de tul bordado realizado con tejidos que Acra describe como "de los que están hechos los sueños". Elina Samarina añadió un toque ruso incorporando una capa realizada con seda mikado, inspirada en diseños tradicionales y bordada al estilo de Torzhok.

Según palabras de la diseñadora Elina Samarina, "los Románov siempre han fascinado e inspirado la imaginación de las personas a través de su interpretación única de las tradiciones rusas en la moda. Eran embajadores de la cultura, la opulencia y las tradiciones rusas en el extranjero. Por eso, para esta ocasión tan especial quería revivir las tradiciones de fabricación únicas de Rusia. Es un honor para mí poder haber trabajado en este extraordinario proyecto".

Y añade: "No es habitual para mí que los clientes me pidan que haga una investigación histórica sobe la moda rusa. Como rusa, estoy muy feliz de que la novia haya decidido homenajear a las tradiciones de nuestro país".

El banquete nupcial ha tenido lugar en el Museo Etnográfico de San Petersburgo, con la asistencia de 550 invitados, un tercio de los 1.500 que habían asistido a la ceremonia religiosa, por cuestiones de aforo y de medidas de seguridad y prevención del covid. Una velada "de estilo europeo" en la que participaron distintos músicos de la escena clásica de reconocido prestigio.

El pasado mes de junio la propia Rebecca daba a Vanitatis las claves del banquete nupcial: "Hemos visto muchos caterings que son muy muy buenos y pensamos que lo ideal es que nuestros invitados conozcan los mejores platos de la gastronomía rusa. Así que será más bien un menú ruso, pero habrá toques franceses e italianos. De todas formas, hay que tener en cuenta las sanciones, por lo que muchos productos típicos de ciertas zonas no están disponibles en Rusia en la actualidad. O si los hay, están producidos ahí. Para nosotros es muy importante la variedad de los productos que se sirvan, pero también la calidad. Como le digo, tendremos vinos italianos, champán francés y platos rusos porque queremos homenajear a esa cocina que, además, es excelente".

Y otro detalle importante es la tarta nupcial, por lo que en este portal nos pusimos en contacto con su artífice, Michael Lewis-Anderson, quien en colaboración con Fabergé ha elaborado una pieza exquisita, que, según él mismo, acabará pasando a la historia, como ocurrió con el pastel de bodas que hizo para los ahora reyes Felipe y Matilde de los belgas.

"Aunque hay numerosas recetas, la crema de mantequilla rusa, que no la conoce mucha gente, es deliciosa", nos decía hace un par de semanas Michael. "No es demasiado dulce y ese es el secreto del pastel. Una comida, para que sea exquisita, nunca puede ser demasiado salada; de igual manera, un postre no puede ser excesivamente dulce". Y uno de los toques más especiales es el agua de flor de azahar, un ingrediente que le dará un toque perfumado y 'misterioso' para el paladar, que está presente en la tarta por una leyenda española que la abuela de Bettarini le contaba cuando era niña y que decía que 'cuando huelas la flor de azahar sabrás que ha llegado la hora de casarte'. "Es algo muy romántico, contar con estas reminiscencias de la infancia", concluía.