Máxima de Holanda, ¿tras los pasos de Letizia? Sus cambios de calzado levantan sospechas

Hace algunos años operaron a la reina Máxima de Holanda y, aunque la Casa Real solo confirmó la intervención y no especificó las razones, se publicó que había sido intervenida en una clínica privada para eliminar un juanete –hallux valgus, en su nombre científico-.

No sabemos si la reina holandesa está volviendo a sufrir molestias en sus pies, pero le hemos notado los pies hinchados, como si estuviera reteniendo líquidos. Nos ha llamado la atención que en su viaje de Estado a Eslovaquia se ha cambiado de zapatos dos veces. Una ha sido esta misma mañana de miércoles, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

A primera hora la veíamos luciendo un vestido estampado drapeado ajustado con el detalle de un volante que cae creando una falda cruzada. Un diseño con manga tres cuartos y cuello barco que combinaba a primera hora con unos salones negros de tacón y bolso a juego con cadena. El vestido lo había utilizado anteriormente en la ceremonia de entrega de los premios del Fondo de Cultura Príncipe Bernhard 2022, pero no es esto, ni siquiera las grandes joyas que lucía en forma de broche a conjunto con los pendientes de perlas, lo que más nos ha llamado la atención. Tampoco su sombrero de Philip Treacy repetido en color negro.

Lo que nos ha parecido curioso es que en su segundo día de la visita de Estado a Eslovaquia ha comenzado la mañana junto a su marido, el rey Guillermo, asistiendo a un debate con la juventud del país para tratar el tema de la igualdad de género y la emancipación de la mujer. Lo ha hecho subida a unos impresionantes tacones de aguja que no ha podido soportar, porque poco después los cambiaba por unos mucho más cómodos de tacón bajo y de bloque.

Un diseño mucho más confortable que no resulta tan sofisticado como los primeros, pero que sí son mucho más adecuados para caminar por las calles de Bratislava. Puesto que, tras hablar con los jóvenes eslovacos sobre feminismo este 8 de marzo, los reyes se han trasladado hasta el castillo de la ciudad para reunirse con el presidente del Parlamento, Boris Kollár.

Precisamente posando frente al castillo es cuando hemos visto que la argentina había cambiado sus taconazos por unos zapatos con tacón bajo mucho más anchos. Los planes de esta mañana incluyen además que el matrimonio visite el Foro Empresarial ‘El futuro es ahora’, donde emprendedores innovadores holandeses y eslovacos intercambiarán ideas y oportunidades en el campo de la sostenibilidad, la salud y la economía circular.

Tras la firma de varios acuerdos para fortalecer la cooperación entre empresas y organizaciones de ambos países, los reyes de los Países Bajos verán cómo se pone en práctica la economía circular en un punto de recogida de botellas y latas de PET. Un sistema de depósito que está ayudando a que el reciclaje despegue en Eslovaquia para el que se ha desarrollado una tecnología de sensores innovadora e inteligencia artificial. Una cita en la que, sin duda, Máxima ha querido sentirse más cómoda con un zapato menos elegante, pero mucho más confortable.

Lo mismo hizo el día anterior, en su primer día de visita oficial a Eslovaquia. A su bajada del avión en el aeropuerto de Bratislava, la reina Máxima lucía taconazos de Gianvito Rossi en color azul marino de piel. Un diseño con un tacón de aguja alto con el que se trasladó después al palacio presidencial, donde estuvieron acompañados del presidente Čaputová.

Tras la recepción y ya por la tarde, Máxima se cambiaba de zapatos para dar un paseo por el centro histórico de Bratislava, acompañados del presidente Čaputová y el alcalde de Bratislava, Matúš Vallo. En ese momento no nos sorprendió tanto el cambio de calzado, porque lógicamente para un paseo por la ciudad los zapatos bajos son mucho más cómodos que unos zapatos de salón con tacón de aguja que aunque no sufras problemas de pies acaban produciéndote sí o sí dolores.

Con estos zapatos de tipo mocasín o salones con tacón bajo a los que Máxima recurre cada vez que puede renunciar a tener que subirse a unos taconazos, la argentina recorría las céntricas calles de la ciudad y depositaba una ofrenda floral al periodista de investigación Ján Kuciak y su prometida, Martina Kušnírová, asesinados en 2018. Esperemos que no esté sufriendo los problemas de pies que también sufre la reina Letizia del uso excesivo de tacón, el llamado neuroma de Morton.