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Saludando, sin parar ni bajar la ventanilla: el perfil bajo del rey Juan Carlos al llegar a Sanxenxo
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SEGUNDA VISITA

Saludando, sin parar ni bajar la ventanilla: el perfil bajo del rey Juan Carlos al llegar a Sanxenxo

Pasaban las dos y media de la tarde cuando el Rey emérito llegaba a la casa de su amigo Pedro Campos en Sanxenxo, generando tanta expectación como decepción

Foto: El rey Juan Carlos, llegando a la casa de Pedro Campos. (EFE/Lavandeira Jr)
El rey Juan Carlos, llegando a la casa de Pedro Campos. (EFE/Lavandeira Jr)

Once meses después, el padre del rey Felipe ha pisado de nuevo nuestro país. Pasaba la una y media cuando aterrizaba en el aeropuerto de Vigo y, una hora más tarde, llegaba a la casa de su amigo Pedro Campos en Sanxenxo, la misma localidad que lo recibió en mayo de 2022, cuando tuvo lugar ese esperado regreso temporal tras instalarse en Abu Dabi. Una llegada, la del rey Juan Carlos a Sanxenxo, que podríamos calificar de 'perfil bajo', con la discreción como máxima. Precisamente, la que se le pidió desde Casa Real cuando se supo que tenía intención de visitar otra vez a España.

Siguiendo esta línea, el exmonarca ha preferido ser muy discreto durante sus primeros minutos en Sanxenxo. La expectación generada era grande e inevitable: había aproximadamente medio centenar de trabajadores de medios de comunicación a las puertas del domicilio del armador gallego, todos preparados desde horas antes para captar esa imagen del emérito o incluso sus primeras palabras. Palabras que finalmente no ha habido, ya que sí ha saludado a los medios, pero -a diferencia de su anterior visita el año pasado- no bajaba la ventanilla del vehículo. El resultado: muchas horas de espera para solo unos pocos segundos, alargados ligeramente por el conductor.

placeholder El rey Juan Carlos, llegando a casa de Pedro Campos. (EFE/Lavandeira Jr)
El rey Juan Carlos, llegando a casa de Pedro Campos. (EFE/Lavandeira Jr)

Y es que su anfitrión, Pedro Campos, sí disminuía la velocidad del coche, el mismo en el que ha ido a recogerlo al aeropuerto. Aunque no sabemos si lo hacía por deferencia a todos los medios de comunicación apostados desde primera hora de la mañana en su casa -algunos, incluso desde días anteriores-, o bien porque el grupo de periodistas y la seguridad que se unía a la bienvenida hacía difícil tomar más velocidad. Y hay que tener en cuenta también que el armador no tiene más remedio que hacer el giro hacia su calle muy lentamente, así que todo ha facilitado esa primera foto del exmonarca en Sanxenxo.

Así, el Rey emérito ha seguido las pautas que se le dieron desde Zarzuela para esta nueva visita a nuestro país, aunque sin perder esa amabilidad que siempre le ha caracterizado y que aún recuerdan los periodistas ms veteranos que compartieron con él cientos de citas oficiales. Cierto es que aún quedan cuatro días de estancia en tierras gallegas, por lo que esta no será la última vez que se le vea y se espera que, durante el fin de semana, el campeonato de vela que se celebra en el Club Náutico y en el que participa lo haga más accesible.

placeholder El rey Juan Carlos y Pedro Campos, en el aeropuerto de Vigo. (EFE/Brais Lorenzo)
El rey Juan Carlos y Pedro Campos, en el aeropuerto de Vigo. (EFE/Brais Lorenzo)

No faltaban, aunque en mucha menor medida, algunos vecinos curiosos, que se habían dado cuenta del trasiego y decidían vivirlo en primera persona. Uno de ellos, con una bandera republicana de fabricación casera. Pero, sin duda, la gran anécdota de la llegada de don Juan Carlos la protagonizaban cuatro hermosas empanadas de un conocido horno de Sanxenxo, cuyos responsables hacían la espera de los medios mucho más agradable y llevadera.

Su llegada al aeropuerto

Una hora antes de la llegada a casa de Pedro Campos, veíamos al Rey emérito aterrizar en el aeropuerto de Vigo. En ese momento confirmábamos que, como nos decían de diferentes fuentes, la información previa que se manejaba sobre la estancia de don Juan Carlos en Sanxenxo y su hoja de ruta sigue siendo una incógnita y cambiante cada poco tiempo. Y es que, solo unos días antes, el entorno más cercano al empresario nos aseguraba que él no iría a recogerlo en el aeródromo, algo que finalmente sí sucedía. También que se había pedido discreción absoluta a todo el mundo del círculo más cercano en Sanxenxo, incluido el alcalde, que hasta horas antes de ver al emérito en la localidad seguía diciendo a los medios que no tenía constancia de nada.

La discreción, por lo menos por parte de don Juan Carlos y sus anfitriones, sí es un objetivo estos días. Que se pueda conseguir o no es otra cosa, ya que se espera, como decíamos, que participe en la regata del Club Náutico durante el fin de semana, por lo que el puerto deportivo de Sanxenxo será el punto neurálgico de la información y la expectación.

Once meses después, el padre del rey Felipe ha pisado de nuevo nuestro país. Pasaba la una y media cuando aterrizaba en el aeropuerto de Vigo y, una hora más tarde, llegaba a la casa de su amigo Pedro Campos en Sanxenxo, la misma localidad que lo recibió en mayo de 2022, cuando tuvo lugar ese esperado regreso temporal tras instalarse en Abu Dabi. Una llegada, la del rey Juan Carlos a Sanxenxo, que podríamos calificar de 'perfil bajo', con la discreción como máxima. Precisamente, la que se le pidió desde Casa Real cuando se supo que tenía intención de visitar otra vez a España.

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