"Viva el Rey": don Juan Carlos, recibido con vítores y aplausos en el Club Náutico de Sanxenxo

Máxima expectación la que se está viviendo este viernes por la mañana en el Club Náutico de Sanxenxo. Y es que son decenas las personas que se han acercado hasta el lugar para presenciar la llegada de don Juan Carlos en la que es su primera visita a España después de que el 3 de agosto de 2020 decidiera poner rumbo a Abu Dabi. Con los problemas judiciales ya solucionados, el Rey emérito cuenta con el beneplácito de Casa Real y el Gobierno para este viaje a nuestro país, aunque hace dos meses ya dejó claro en un comunicado que su intención es la de seguir residiendo en Emiratos Árabes e ir, como ahora, haciendo viajes a menudo a España.

El retorno del Rey ha copado los titulares de toda la prensa nacional durante esta semana, desde que se confirmó su visita, y son muchos los periodistas que se han desplazado hasta Sanxenxo para poder cubrir la noticia en primera persona. También curiosos se han acercado hasta el club náutico para poder mostrar su apoyo al que fuera jefe del Estado, provocando que el lugar se llenara de gente que ha vitoreado a un sonriente don Juan Carlos, quien iba acompañado por su bastón para no perder el equilibrio y cogido del brazo de un ayudante.

El Rey, visiblemente emocionado, ha recibido el cariño de todos los presentes e incluso ha querido acercarse al público para darles la mano. "Viva el Rey, viva el Rey", vitoreaban los presentes, lo que ha provocado que don Juan Carlos se llevase la mano al corazón en señal de agradecimiento. Han sido dos años los que el emérito ha estado fuera de España. Un tiempo en el que, según sus allegados, ha echado mucho de menos su país, de ahí que este regreso, con tanto cariño del público incluido, sea tan especial para él.

Fue en la tarde de este jueves cuando el vuelo en el que viajaba el emérito aterrizó en el aeropuerto de Vigo. Lo hizo tras ocho horas de viaje a bordo de un avión modelo Gulfstream G700, considerado en el mundo de la aviación como el Ferrari de los jets privados y con una autonomía de vuelo de 13.890 kilómetros. Durante su estancia en Galicia, el padre de Felipe se está hospedando en casa de su amigo Pedro Campos, en Nanín. De allí precisamente salía en coche a las 12:20 horas de la mañana rumbo al club náutico, sentado en el asiento del copiloto.

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Quien también estaba allí es la infanta Elena, que recibió a su padre en el aeropuerto con un cariñoso abrazo y este viernes lo ha acompañado al Náutico. Manteniéndose en un segundo plano, la duquesa de Lugo ha disfrutado contemplando la escena de su progenitor siendo vitoreado. Y es que si hay alguien de la familia que siempre le ha mostrado su apoyo, esa ha sido ella, que durante estos dos años ha realizado numerosos viajes a Abu Dabi para verle y hacerle compañía. El último, precisamente, fue en Semana Santa, cuando se publicaron fotos del emérito con sus dos hijas y sus nietos mayores.