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La dura historia de Anni-Frid Lyngstad, la cantante de ABBA que se convirtió en princesa
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La dura historia de Anni-Frid Lyngstad, la cantante de ABBA que se convirtió en princesa

La cantante se casó en terceras nupcias con el acaudalado príncipe alemán Heinrich Ruzzo Reuss, amigo de los reyes de Suecia

Foto: Anni-Frid Lyngstad. (CP)
Anni-Frid Lyngstad. (CP)

El 18 de junio de 1976, víspera de la boda del joven rey Carlos XVI Gustavo de Suecia con la joven alemana educada en Brasil Silvia Sommerlath, la misma que tiempo atrás había trabajado para una exclusiva agencia de azafatas de la buena sociedad de Barcelona, el grupo ABBA estrenaba en un exclusivo concierto en la Ópera Real de Estocolmo su icónica canción 'Dancing Queen', dedicada a la futura reina.

Un conjunto musical en el zénit de su carrera tras su enorme éxito con 'Waterloo' en el Festival de Eurovisión de 1974, compuesto por la noruega Anni-Frid Lyngstad (Frida) y los suecos Benny Andersson, Agnetha Fältskog y su pareja Björn Ulvaeus. Aquella era la primera ocasión en la que el exitoso cuarteto se encontraba con los reyes suecos, pero poco se imaginaba Frida que, en unos años, su relación con ellos se haría particularmente estrecha gracias a su tercer matrimonio con un rico príncipe alemán.

Hija de la relación extramatrimonial de su madre, Synni Lyngstad, de quien llevó el apellido, y del sargento alemán casado Alfred Haase, que la había seducido con un saco de patatas en tiempos en los que las tropas alemanas ocupaban Noruega, madre e hija, estigmatizadas por sus vecinos, huyeron a Suecia, donde Frida quedó huérfana a los dos años. Allí fue criada con dureza por su abuela, pero ya en la adolescencia comenzó con fuerza su carrera como cantante, siendo vocalista de un trío antes de formar su propia banda, la Anni-Frid Four, con cuyo bajista Ragnar Fredriksson se casó en 1963 y fue madre de dos hijas.

Un matrimonio disuelto pocos años después tras el encuentro providencial de Frida con Benny Andersson. Corría el año 1969 y ella se había presentado a un festival clasificatorio para Eurovisión. Ambos conectaron de inmediato y en breve se asociaron con los también pareja Björn y Agnetha, con quienes en 1970-1971 crearon el grupo The Engaged Couples, que luego trocó su nombre en ABBA (acrónimo de las iniciales de ellos cuatro).

Frida y Benny compartieron aquella fulgurante carrera musical, pero terminaron su matrimonio en 1981 unos meses antes de la grabación del último disco de la banda en 1982 tras años de éxito arrollador que ha pasado a la posteridad. Ella comenzó entonces una carrera en solitario viviendo primero en Gran Bretaña y posteriormente en Suiza, donde en 1986 comenzó a convivir con el acaudalado príncipe alemán Heinrich Ruzzo Reuss (conocido como Ruzzo), nacido en Lucerna en 1950 y cuatro años más joven que ella.

Un hijo del príncipe Heinrich Enzio Reuss y de la pintora y baronesa sueca Louise Peyron, descendiente de una importante familia principesca del Imperio alemán que, tras la caída del Segundo Reich en 1918, había perdido su pequeño trono del principado de Gera. Una dinastía muy extensa que había dado una reina a Bulgaria y una emperatriz a Alemania y de la que descienden la práctica totalidad de los actuales reyes de Europa, cuya mayor singularidad estriba en que, desde el siglo XIII, todos los varones de la familia, en cualquiera de sus numerosas ramas, portan siempre el nombre de Heinrich (diferenciándose unos de otros por el ordinal: Heinrich IX, XX, XV, IV, etc) en honor del emperador Enrique VI del Sacro Imperio Romano Germánico.

Con el final de la Segunda Guerra Mundial esta rama de los Reuss-Köstritz que había reinado en Gera perdió la mayor parte de sus propiedades, ubicadas tanto en la actual República Checa como en la antigua Alemania Oriental, afincándose en la Villa Heckenried de Lucerna, en Suiza. Allí nació Ruzzo, que creció en Roma junto a su abuelo el príncipe Heinrich Harry, pasando los veranos con su madre en su propiedad de la provincia sueca de Scania.

Enviado a un internado en Suecia, Ruzzo coincidió en las aulas con el entonces príncipe heredero Carlos Gustavo, con quien trabó una gran amistad, y también con ese otro amigo común que es el príncipe Leopoldo de Baviera, bisnieto de la infanta española doña Paz de Borbón. Casado en primeras nupcias con la noruega Mette Rinde, con quien tuvo dos hijas, se licenció en arquitectura y acrecentó su fortuna personal diseñando mansiones y campos de golf en Suecia y en Suiza. Relacionado con las mejores familias de las aristocracias sueca y alemana, llevaba los títulos de príncipe Reuss y de conde von Plauen, con el tratamiento de alteza serenísima, gracias a que su abuelo había sido adoptado por un pariente del príncipe Heinrich XXX Reuss-Köstritz, que era un sobrino político del último emperador de Alemania.

Tras convivir durante varios años en el castillo familiar de Ruzzo en Freiburg, cerca de Berna, Frida y él contrajeron matrimonio en Dinamarca en agosto de 1992. Un tercer matrimonio que la elevó a ella al rango de princesa y de alteza serenísima y que la conectó de nuevo con los reyes de Suecia, con quienes Ruzzo y ella solían pasar las vacaciones invernales y él compartía cacerías.

Así, en el 50 cumpleaños de la reina Silvia, en 1993, ella interpretó 'Dancing Queen' en la Ópera de Estocolmo junto a The Real Group. Ambos repartían su vida entre su castillo de Suiza, su casa de Estocolmo, su finca de Boserup, en Scania, y su castillo de Runsa en el condado de Uppland. Pero la tragedia no tardó en llegar pues en 1998 Frida tuvo que encarar la muerte de su hija Lise-Lotte tras un accidente de tráfico en Nueva York, en la que pudo contar con el gran apoyo de los soberanos suecos que también la asistieron con afecto un año más tarde en el fallecimiento de Ruzzo, de solo 49 años, víctima de un cáncer linfático en Estocolmo.

Apartada de la música hasta 2021 cuando ABBA volvió a reunirse para producir el álbum 'Voltage', un año después el grupo actuó en el Queen Elizabeth Olympic Park de Londres en presencia de Carlos Gustavo y Silvia de Suecia llegados especialmente para la ocasión. Actuaciones excepcionales porque desde 2019 ella, que conserva el título del difunto Ruzzo Reuss, vive retirada y celosa de su intimidad en su elegante chalé suizo de Genolier, en el cantón de Vaud.

Vegetariana y feminista, actualmente vive entregada a la prevención de las drogas, la promoción de la ecología y numerosas instituciones caritativas que la han llevado a coincidir en actos benéficos con la reina Noor de Jordania y la reina sueca en Londres, donde pasa parte del año junto al británico productor de cine y restaurador Henry Smith, V vizconde Hambleden, su pareja desde 2007. Una vida de esfuerzos, éxitos y pérdidas que ha llevado a aquella hija ilegítima a alejarse de las luminarias de la vida social para dedicarse a emprendimientos solidarios y medioambientales.

El 18 de junio de 1976, víspera de la boda del joven rey Carlos XVI Gustavo de Suecia con la joven alemana educada en Brasil Silvia Sommerlath, la misma que tiempo atrás había trabajado para una exclusiva agencia de azafatas de la buena sociedad de Barcelona, el grupo ABBA estrenaba en un exclusivo concierto en la Ópera Real de Estocolmo su icónica canción 'Dancing Queen', dedicada a la futura reina.

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