Hablamos con doña Sofía en la recepción: del amor por Marivent a la nostalgia por el rey Constantino

El cambio de lugar de la recepción real del palacio de la Almudaina a Marivent ha resultado en general muy positivo. Fue hace dos años cuando la Casa Real decidió una nueva puesta en escena en la explanada del recinto palaciego. La temperatura resultaba más agradable y los Reyes y doña Sofía están (aparentemente) más relajados. Esta actitud quedó de manifiesto la noche del jueves, cuando tuvo lugar la tradicional cita. A las nueve de la noche se abrieron las puertas del palacio y salieron los anfitriones, los Reyes y doña Sofía.

Durante hora y media saludaron a los 600 invitados, que iban subiendo la pronunciada cuesta hasta encontrarse con ellos. Una vez finalizado lo que se conoce como besamanos, comenzó el cóctel, que es la parte más interesante, aquella donde es más fácil acercarse y hablar con los protagonistas reales.

Para doña Sofia, estos veranos en Mallorca han sido siempre muy especiales. Es el lugar donde se reunía toda la familia incluida su madre, la reina Federica, la princesa Irene y los exreyes de Grecia con su prole. En la isla también veraneaba la infanta Pilar y su familia. La infanta Margarita siempre prefirió Portugal. Una rutina que sigue manteniendo, como ella misma contaba a Vanitatis en la presentación del libro de su hija María Zurita.

Este año se cumplía el medio siglo de la llegada del matrimonio real y sus hijos a Marivent. Era un 3 de agosto cuando el avión que los trasladaba desde Madrid aterrizaba en el aeropuerto de Son Sant Joan. El entonces príncipe Felipe tenía cinco años; su hermana Elena, nueve, y ocho la infanta Cristina. Comenzaban para todos unas vacaciones estables que hasta ese momento eran itinerantes. Un tiempo en el pazo de Meirás con Franco y su familia, y otro en Estoril con los condes de Barcelona, que vivían el exilio en Villa Giralda.

Para doña Sofía, Marivent es su paraíso y también el lugar de las nostalgias, como contaba a quien esto escribe en la recepción: "Recuerdo nuestra llegada y cada día que hemos pasado aquí. De Mallorca me gusta todo. La costa y el interior. Ver el mar desde aquí es una estampa que me relaja mucho". Siempre ha dicho que el palacio de Marivent, por su enclave, le recuerda a la costa griega y a su hermano Constantino. El exrey griego falleció el pasado 10 de enero y al preguntarle cómo se encontraba por esa ausencia tuvo ese momento triste: "Lo llevo en el alma", aseguró.

La Reina emérita ha tenido siempre muy presentes a sus hermanos, y la princesa Irene vive permanentemente con doña Sofía. Uno de los motivos de reunir a todos los nietos este verano era que tambien estuvieran con la tía Pecu (de 'peculiar'), como se la llama en familia. Para doña Sofía ha sido también su confidente y su apoyo en los momentos más duros. Ahora es al revés y la hermana mayor ejerce su manto protector sobre la pequeña.

La recepción de este jueves sirvió para que los ciudadanos invitados mostraran el cariño hacia la Reina emérita. Muchos le daban las gracias por el papel que ha desempeñado a lo largo de todos los años que le tocó ejercer de consorte real llenos de claroscuros.

Para la reina Letizia, este encuentro con la llamada sociedad civil sirve también para socializar con los ciudadanos de la isla. En esta ocasión tuvo palabras de elogio para la diseñadora Charo Ruiz. El año pasado apareció deslumbrante con una de su creaciones. Y hay que recordar que el primer verano que la princesa Leonor pasó en Marivent, siendo un bebé, apareció en brazos de su madre en el yate Fortuna con un dos piezas en blanco de la diseñadora ibicenca.

Es de sobra conocido que doña Letizia se prepara a conciencia las apariciones en las que tiene que hablar con los ciudadanos o con los periodistas. Esta vez estaba al tanto de las cuestiones que aparecen en la prensa local, como es el litigio que hay por la eliminación del bus-VAO o las complicaciones que suponen para Palma la llegada masiva de cruceros. El año pasado se llegó a un acuerdo entre el Gobierno balear y las compañías de líneas de cruceros para limitar el amarre. Solo podrá haber tres barcos a la vez por día y no podrán superar los 5.000 pasajeros. La Reina manejaba datos y preguntaba a los periodistas locales cómo estaba la situación. Una manera muy sutil de dirigir las preguntas y que no se las hicieran a ella.

El cóctel sirve también para que los invitados se relacionen entre ellos y actualicen sus vidas. Una de ellas fue la nueva presidenta autonómica, Marga Prohens. Era su primera recepción tras su nombramiento como presidenta del Govern de las Islas Baleares. Contaba a Vanitatis que tiene mucho trabajo por delante y lo difícil que a veces resulta la conciliación familiar. Es madre de dos hijos, un niño de diez años y una niña de quince meses: "Es más complicado con el mayor porque demanda más tiempo", contaba.

Otra mujer importante era Carmen Planas, farmacéutica de profesión y que ostenta la presidencia de los empresarios de Baleares, con un currículum personal y familiar potente. Es la mayor de los nueve hijos del que fuera fundador de la Ciudad de la Salud y de la Ciencia de Palma de Mallorca y nieta del fundador de la Clínica Planas. La noche de la recepción, la prensa la catalogó como la más elegante de la velada.