Federico de Dinamarca se confiesa: de la mala relación con su padre a su matrimonio con Mary

El borrador final de 'Palabra de rey' se envió a los editores la pasada Nochevieja, el mismo día en que la reina Margarita anunció su intención de abdicar de forma inesperada después de 52 años en el trono. El autor de este también inesperado libro, Jens Andersen, pasó 18 meses trabajando con el rey Federico en esta obra que ya se ha convertido en todo un éxito de ventas en Dinamarca con solo una semana en las librerías. De hecho, la editorial ha confirmado que se han vendido 25 ejemplares por minuto del libro, que tiene un precio de 250 coronas danesas (33 euros).

Fue la cuenta de Instagram de la Casa Real danesa la que anunció por sorpresa este libro, "donde Su Majestad comparte sus pensamientos y consideraciones sobre la monarquía". También compartieron una selección de citas del mismo y en una de ellas se podía leer: "Ahora soy la persona que soy. Haré todo lo que esté en mi mano para cumplir como rey de Dinamarca".

A lo largo de sus páginas podemos encontrar también numerosas revelaciones muy personales del nuevo monarca escandinavo, que oculta cualquier atisbo de relación extramatrimonial al revelar que ha llegado a un "punto estable" con la reina Mary, mientras profundiza en la complicada relación con su "patriarcal" padre, el príncipe Henrik.

En unos pasajes que nos recuerdan a la autobiografía del príncipe Harry, al evocar su infancia y adolescencia, Federico X critica al que fuera esposo de la reina Margarita por no haber sido una figura más comprensiva. Pero también se nos muestra el lado más familiar del monarca junto a sus cuatro hijos y se describen con franqueza los tiras y aflojas que ha tenido con su madre por asuntos de religión.

El matrimonio de Federico y Mary

Como es bien sabido, la real pareja se conoció en el pub Slip Inn de Sídney en 2000, cuando el actual monarca danés, que entonces tenía 32 años, viajó a Australia para apoyar al equipo de vela de su país en los Juegos Olímpicos. En el libro, Federico revela que su esposa, a la que describe como "una mujer de su tiempo", no tiene miedo de desafiarle.

"Mi padre era muy patriarcal e intentó transmitir ese modelo a sus dos hijos", asegura sobre el príncipe Henrik, antes de añadir que "sin embargo, he aprendido mucho al tener una esposa que, de vez en cuando, me recuerda que, por supuesto, no siempre tengo razón, y que mis palabras no son ciertas automáticamente solo porque soy el hombre de la casa".

Prosiguiendo con las alabanzas a su esposa, tras unos meses en los que su relación sentimental ha estado en el filo de navaja tras las célebres fotos con Genoveva Casanova, dice que la australiana es su "compañera y mejor amiga" y que ambos mantienen una "dinámica estupenda".

Acallando rumores de infidelidad, Federico X asegura que él y Mary han llegado a un "punto estable" en su vida juntos. "Me encanta el matrimonio, mi mujer, nuestros hijos y toda la felicidad que surge de las personas que consiguen permanecer juntas y perseverar".

La complicada relación con su padre

El rey de Dinamarca no se amilana a la hora de desvelar los capítulos más infelices de su infancia y de la relación con su padre. Aunque asegura no tener recuerdos de su abuelo, el rey Federico IX, fallecido en 1972, sí describe recuerdos felices de las niñeras que solían llevarles a él y a su hermano menor, el príncipe Joaquin, a "muchos viajes a la ciudad".

Antes de profundizar en el tema de su progenitor, que se convirtió en una figura controvertida en Dinamarca hacia el final de su vida, dice sobre él: "Ha pasado tanto tiempo desde su muerte que hoy puedo volver mejor a los recuerdos".

Henri Marie Jean André de Laborde de Monpezat se casó con la futura reina de Dinamarca en 1967, se convirtió en Henrik y se hizo miembro de la iglesia luterana danesa. Sin embargo, le resultó difícil encajar en el estilo de vida de Dinamarca. En su libro, Federico dice que su padre podría haberle apoyado más abiertamente para ayudarle a prepararse para el papel de rey algún día.

Sin ese apoyo, el entonces príncipe relata cómo consideraba su 18 cumpleaños como "el fin del mundo", ya que significaba que se convertía en el heredero oficial al trono. El monarca también recuerda cómo su padre tenía una mentalidad "muy patriarcal" que no encajaba en su papel de consorte.

A mediados de los ochenta, Henrik dijo públicamente que quería un sueldo en lugar de depender de la reina Margarita. Risueño y extravagante, hacia el final de su vida, el príncipe Henrik renunció al título de príncipe consorte y pasó gran parte de su tiempo viviendo en un castillo del sur de Francia.

Su lado más hogareño

En otro punto del libro, Federico revela el ritual nocturno que tenía con sus cuatro hijos cuando eran más pequeños, explicando que él y Mary "siempre rezaban juntos la oración de la noche" con ellos. También revela que sus dos hijos más pequeños, los príncipes Vincent y Josephine, que han cumplido 13 años, todavía le piden que rece el padrenuestro con ellos antes de apagar las luces cada noche. "La oración es una pequeña pero importante expresión de nuestra fe", explica.

Sin embargo, durante los últimos años, las críticas a Federico han cuestionado su relación con el cristianismo y su alejamiento de la religión, algo que ha provocado ciertas tensiones con su madre también.

Federico X explica, por ejemplo, que se sentía "sobreestimulado" por la frecuencia con la que tenía que ir a la iglesia cuando era pequeño, añadiendo que no le gustaba rezar cuando era adolescente. De paso, lanza un dardo a su madre a costa de su insistencia con que él y su hermano acudieran a menudo a la iglesia. "Llevar a sus temperamentales hijos a la iglesia domingo tras domingo no era quizás la mejor solución", reflexiona.