El lenguaje corporal de Harry y Meghan en su reaparición en Canadá por los Juegos Invictus: las risas y complicidad obvian la crisis de salud de la familia real británica

Si desde hace una semana conocíamos que el plan de San Valentín de don Felipe y doña Letizia sería una visita oficial a Barcelona, en el caso de Harry y Meghan fue meses atrás cuando anunciaron su regreso a Canadá este 14 de febrero. El matrimonio, a través de su organización sin ánimo de lucro, Archewell, anunciaba que se desplazaría hasta Vancouver y Whistler, las ciudades que acogerán los Juegos Invictus de 2025, para celebrar un evento que iniciase la cuenta atrás de los 365 días que faltan para que arranque la nueva edición del acontecimiento dedicado a los veteranos enfermos o heridos.

Cumpliendo lo previsto, los duques de Sussex iniciaban ayer su viaje de tres días y aparecían a media mañana en la estación de esquí de Whistler, ciudad ubicada en la Columbia Británica de la nación, para reforzar la idea de que por primera vez el año que viene el evento incluirá también deportes de invierno. De esta manera, acompañados por un equipo de grabación propio y sin ninguno de sus dos hijos, ambos arropaban a los participantes y entrenadores presentes en estas jornadas acontecidas en el campo de entrenamiento.

Además, lo hacían en medio de una gran expectación mediática y ante una enorme cantidad de fotógrafos acreditados. ¿El motivo? El conflicto generado en Reino Unido por el matrimonio a causa, según los expertos del país, del uso indebido del título nobiliario anteriormente citado en su nueva página web, más allá de la difícil situación de la familia real británica con las bajas de Kate Middleton y Carlos III después del anuncio de su cáncer o la visita exprés de 45 minutos del príncipe a su padre, decisión a su vez enormemente comentada en la nación.

No obstante, acostumbrados a estar rodeados por polémicas debido a sus movimientos frente a la Corona desde su salida de la institución en 2020, Harry y Meghan optaron por obviar la situación y disfrutar de forma natural de su acto. Así, la pareja nos ha regalado múltiples fotografías de lo más animadas, donde las risas y los gestos de complicidad son recurrentes, a la par que principales protagonistas.

En primer lugar, ambos se mostraron muy cercanos e interesados durante sus conversaciones con los competidores con quienes se sentaron a charlar distendidamente hasta su partida de la pista en torno a las 2:30 del mediodía. En ese rato, el matrimonio conoció a tres grupos de esquiadores adaptados: un esquí alpino sentado, un esquí de pie y un grupo de atletas con discapacidad visual.

Precisamente, sus ganas de intentar hacer sentir bien a los veteranos llevaron a Harry a probar a montarse en una silla para los discapacitados. Uno de los mejores momentos de la jornada, en el que la exactriz no dudó en sacar el teléfono móvil para grabar a su marido en esta nueva y pequeña aventura, como si de unas vacaciones privadas se tratase.

No obstante, este hecho, repleto de risas, tal y como ilustran las imágenes, no fue el gesto que mostró una mayor complicidad durante esta reaparición en Canadá. Al comienzo del acto, es decir, a su llegada a las pistas de esquí, la pareja no dejó de agarrarse la mano ni un solo segundo, señalando la fuerte unión entre ambos ante todos los medios de comunicación.

El Reino Unido ha amanecido enfurecido ante dicha actitud. “No parecieron afectados en absoluto por la disputa sobre su sitio web o el diagnóstico de cáncer del rey Carlos. Para Meghan todo eran sonrisas y glamour, enfundada en unos jeans blancos ajustados y un suéter rematado con un abrigo acolchado beige, mientras que Harry vestía jeans y un anorak negro de Eddie Bauer”, anotan desde el ‘Daily Mail’.

Y, sí, la pareja pareció conectar al máximo con el país que les acogió inmediatamente después del Megxit en enero de 2020 y en el que vivieron hasta el inicio de la pandemia del coronavirus, según narraron en su documental de Netflix. Las críticas por el mal uso de los títulos reales parecen no afectarles, al menos visiblemente, y tanto el príncipe como la exactriz continúan con sus rutinas; es más, ella ya ha anunciado nuevo proyecto: regresa al mundo del pódcast.