Máxima de Holanda rescata su look bicolor más icónico para su despedida (entre bailes) de Colombia

Máxima de Holanda, una de las reinas más carismáticas del Viejo Continente, ha estado esta semana de visita oficial en Colombia. Fue el domingo cuando la esposa del rey Guillermo aterrizó en Bogotá y más tarde en Medellín para comenzar con una frenética agenda de actos como asesora especial del secretario general de las Naciones Unidas sobre Inclusión Financiera para el Desarrollo.

Una labor por la que realiza varios viajes al año más allá de su agenda institucional al servicio del pueblo de los Países Bajos y que le ha permitido durante estos días (hoy era el último) redescubrir la cultura de este país que ya visitó hace ahora una década.

Tras varios días de agenda, muchos han sido los looks que la argentina ha lucido para acudir a los diferentes compromisos previstos. De ellos, quizá el más llamativo es el que ha elegido este miércoles para despedirse del país. Lejos de estrenar una prenda detrás de otra (como ha hecho durante los últimos días), Máxima ha decidido tirar de fondo de armario y rescatar uno de sus conjuntos bicolor más icónicos.

No solo lo es por la llamativa combinación de colores (rosa y amarillo) ni por la silueta del look (con top evasé), sino porque se ha convertido en uno de los comodines de Máxima para triunfar sea cual sea el entorno, la naturaleza del evento o sus acompañantes.

Hablamos del conjunto de blusa satinada con manga francesa y tela pintada a mano (luce una enorme flor sobre el hombro) que combina con una favorecedora falda de tubo amarilla que demuestra que la silueta de la argentina está congelada en el tiempo.

Firmado por Natan, una de las firmas que más abunda en su fondo de armario y que ha protagonizado más de un look en esta visita, lo estrenó hace casi una década, en 2015, y desde entonces no ha dejado de ponérselo en multitud de actos.

En esta ocasión, para acudir a la inauguración de la conferencia Fintech 'Pagos por la inclusión financiera', donde puso el foco en la importancia de la personalización de productos financieros. Lo combinó con otra de las estrellas de su vestidor: los salones de ante nude de Gianvito Rossi, que le permitieron incluso regalar unos pasos de baile a su llegada al evento.

Un conjunto que grita a los cuatro vientos a quién pertenece por la personalidad de sus prendas y por la atemporalidad de sus líneas, que le han permitido ponérselo en este viaje y con tocado y más formal en el 650º aniversario de Bartholomeus Gasthuis (Guest House) en Utrecht, en 2017, sin que se noten ni el paso de los años ni su repetición a pesar de no ser en absoluto un conjunto discreto.

No hay duda del compromiso de la argentina con el consumo consciente con esta elección tan favorecedora y acertada.