La tragedia golpea de nuevo al príncipe Guillermo: el cáncer de Kate Middleton (y el de su padre) pone al heredero en una complicada situación

Cuando el príncipe Guillermo, heredero al trono, canceló en el último momento su asistencia el pasado 27 de febrero a la misa en memoria de su padrino, el rey Constantino de Grecia, recibió grandes críticas. Se le acusó de no ser profesional e incluso de ser el culpable de avivar aún más las teorías de conspiración en torno a Kate Middleton.

“Realmente no es el tipo de comportamiento que esperamos de la familia real”, señaló a Vanitatis el reconocido periodista Robert Jobson. Los rotativos apuntaron que el primo de Isabel II, el príncipe Michael de Kent, mostró un admirable sentido del deber al asistir a ese mismo servicio conmemorativo a pesar de la muerte de su yerno, Thomas Kingston, apenas unos días antes. ¿Por qué entonces Guillermo desapareció en el último momento a un acto que se celebraba a cinco minutos de su casa en Windsor?

Es ahora cuando se sabe la verdad. Fue en ese momento cuando el heredero al trono y su esposa conocían la fatídica noticia: pese a la exitosa intervención abdominal de enero, las pruebas posteriores revelaron que ella tiene cáncer.

Fue un duro golpe con el que además han tenido que lidiar en un clima completamente tóxico. La furia se despertó en los círculos reales por la controversia que generó la imagen retocada de Kate que se publicó el 10 de marzo con motivo del Día de la Madre en el Reino Unido. Pero ahora se sabe que el ríncipe de Gales estaba tratando de proteger a su esposa en un momento en el que ella era más vulnerable. Juntos intentaban encontrar una manera de contarles a sus hijos el complicado diagnóstico médico. Pero el mundo entero se les volvió en contra.

Durante todo este tiempo, en plena quimioterapia, Guillermo y Kate han tenido que soportar rumores sobre amantes, crisis matrimoniales e incluso intentos de suicidio por divorcio. La prensa -sobre todo la internacional- se ha cebado con teorías rocambolescas sin ningún tipo de evidencia. Los mismos editores que se echaban las manos a la cabeza por cómo los tabloides británicos trataron en su día a Diana no han dado ahora ningún tipo de tregua a Kate. ¿Vamos a pedir ahora perdón? ¿Sirven de algo las disculpas cuando el daño ya está hecho? Palacio debe aprender de los errores. La prensa, también.

Si algo ha demostrado esta crisis es la estoicidad con la que el príncipe Guillermo afronta los momentos más complicados de su vida. El príncipe que con 15 años perdió a su madre y tuvo que caminar tras su féretro ante la mirada de todo el mundo, el mismo que ha sido criticado -sin poder defenderse- por su propio hermano Harry -con el que no tiene contacto- en una biografía que manchó su imagen, se enfrenta ahora a toda la presión del peso de la Corona teniendo al mismo tiempo a su padre y mujer con cáncer.

El príncipe Guillermo es el heredero al trono. El rey, Carlos III, el jefe de Estado. Kate, futura reina. Pero, por mucho que en la Firma las cosas no funcionen como en el resto de los hogares, Guillermo no deja de ser un padre de tres niños pequeños que tiene ahora a su esposa y su propio progenitor enfermos.

El hecho de que Kate haya revelado los detalles de su diagnóstico de cáncer el día en que sus hijos empezaron las vacaciones escolares por Semana Santa no es una coincidencia. Los asesores reales dijeron que la pareja quería poder contárselo a sus hijos en el momento adecuado para ellos y “comprender y procesar” la noticia antes de que se hiciera pública.

La princesa de Gales fue dada de alta de The London Clinic el 29 de enero, el mismo día en que el Carlos III se fue a casa tras una intervención por un agrandamiento benigno de la próstata. Él también descubrió más tarde que tiene cáncer (aunque tampoco se ha especificado el tipo).

El príncipe Guillermo regresó a sus funciones el 7 de febrero, asistiendo a una cena benéfica de London Air Ambulance, donde agradeció al público sus mensajes de apoyo a su esposa. En ese momento, no sabían nada del cáncer. Fue a finales de febrero cuando conocieron la noticia y Kate comenzó su tratamiento de quimioterapia.

El fin de semana pasado, la princesa se sintió lo suficientemente bien como para acompañar a su esposo al supermercado cerca de su casa de Windsor, donde fueron grabados por un miembro del público, quien vendió luego las imágenes a 'The Sun'. Ella sonreía y parecía relajada, aunque parecía haber perdido peso. Hubo burlas crueles en redes sociales sugiriendo que debería regresar al trabajo si se encontraba lo suficientemente bien como para salir de compras.

Fue entonces cuando comenzaron los rumores sobre un posible anuncio oficial. Todo el mundo daba por hecho que Kate se reincorporaría antes a la agenda pública. Se pensaba que el anuncio oficial era para confirmar su asistencia a la misa del domingo de Pascua. Pero ahora se sabe que el miércoles -cuando se intensificaron las especulaciones- fue el día en el que un equipo de la BBC, que juraron guardar total secreto, fue convocado a Windsor para grabar a Kate hablando sobre su enfermedad.

El príncipe Guillermo volverá con sus compromisos oficiales a mitad de abril, una vez que los hijos de la pareja hayan vuelto al colegio tras las vacaciones de Semana Santa, y compaginará los cuidados a su mujer con sus deberes públicos. Quizá para entonces, tenga la privacidad y respeto que siempre han pedido.