El significado tras el color del vestido de Kate Middleton en Wimbledon que tiene que ver con su enfermedad

Todavía seguimos con la resaca de la reaparición de Kate Middleton en Wimbledon. La princesa de Gales, quien sigue con su tratamiento de quimioterapia contra el cáncer, no quiso faltar a uno de sus eventos anuales favoritos: la final masculina de este famoso campeonato de tenis, y acudió muy bien acompañada por su hija, la princesa Charlotte, y por su hermana, Pippa Middleton. Kate eligió para la ocasión un vestido lila que no ha dejado indiferente a nadie, sobre todo por el color, ya que guarda una estrecha relación con su enfermedad.

La princesa, que recibió una gran ovación a su llegada al All England Club, estrenó un diseño de Safiyaa, una firma en la que ha confiado en numerosas ocasiones su cuñada Meghan Markle. En concreto, Kate Middleton optó por el modelo llamado Cecilia realizado en crepe que presenta largo midi, corte A con cuerpo fruncido y mangas estructuradas. El vestido original lleva un pequeño escote en V que la princesa customizó para reducirlo.

Ese vibrante lila que llevó Kate está estrechamente relacionado con el campeonato de Wimbledon, pues junto al negro son los colores que lo representan y que conforman el lazo que la princesa de Gales llevaba prendido de su vestido. Sin embargo, y tal como han señalado los medios británicos, el lila también está vinculado con la enfermedad que ella sufre: el cáncer.

Y es que cuando hablamos de la visibilización y la lucha contra las enfermedades oncológicas, el lila es el color que las representa a todas. De ahí que cuando se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer siempre aparece un lazo lila. Hay otras tonalidades que van más allá y son más específicas, por ejemplo el rosa se relaciona con el cáncer de mama, el amarillo con el cáncer infantil o el azul con cáncer de próstata.

Por lo que, según periódicos como 'The Mirror', el hecho de que Kate visitiera de lila no solo tiene que ver con Wimbledon, también con su lucha contra el cáncer. Ya sabemos que la princesa de Gales nunca da puntada sin hilo. A la esposa del príncipe Guillermoe le gusta lanzar mensajes y hacer guiños con su vestuario, de ahí que todo lo que lleve sea analizado hasta el mínimo detalle.

Más allá del vestido, Kate disfrutó de una tarde de tenis junto a su hija y su hermana, en la que fue su segunda reaparición tras el Trooping the Colour el pasado mes de junio. Mucho más sonriente que entonces, la princesa de Gales bajó a la pista para hacer entrega al español Carlos Alcaraz de su trofeo como campeón masculino de Wimbledon por segundo año consecutivo.

Se espera que, poco a poco, y a medida que se encuentre mejor, Kate vaya retomando su agenda institucional. Está previsto que su tratamiento termine en agosto, por lo que si todo está bien, en septiembre podría ya estar lista para ir protagonizando cada vez más actos tras el varapalo que significó el hallazgo de su enfermedad oncológica.