El futuro de Harry, el príncipe sin trono con el bolsillo lleno y una puerta de Palacio entreabierta
Cuatro años después de abandonar Reino Unido, el hijo menor de Carlos III llega a los 40 con algunos frentes resueltos pero con cuentas personales pendientes
Cumplir la redonda cifra de 40 años, supone para muchos un punto de inflexión en sus vidas, un parón y reseteo, un análisis del camino andado y un pistoletazo de salida en una nueva etapa.
Este domingo 15 de septiembre, el príncipe Harry celebra su cumpleaños soplando esas 40 velas que simbolizan un recorrido vital muy distinto al del resto de los mortales.
Lo hará alejado de la familia real británica, en California, probablemente con una lujosa celebración privada en su casa, en la que no faltarán su esposa Meghan Markle y sus hijos, Archie y Lilibet, pero también realizando una escapada con amigos, tal y como han desvelado en The Sun.
Formar ese núcleo familiar al otro lado del charco no ha sido un camino de rosas para el hijo de Carlos III. Su huida del Reino Unido y de esa jaula de oro en la que sentía que vivía, se produjo en medio de un mar de incertidumbre, sin poder adivinar entonces cuánto cambiaría su situación financiera, emocional y familiar.
Poco de lo que Meghan y Harry tenían planeado en un principio para poder iniciar su nueva vida fuera de la institución real a principios de 2020, se cumplió. Pretendieron trabajar a tiempo parcial para la Corona, renunciando al 5% de su asignación procedente del Estado pero no al 95% restante de su sueldo, procedente del ducado de Cornualles. La respuesta del entonces príncipe Carlos fue implacable. Eso no sucedería.
El hermano pequeño del príncipe Guillermo y su esposa tuvieron entonces que tomar decisiones para generar negocios propios que sustentaran su alto nivel de vida en California. Algunas de ellas abrieron una brecha casi insalvable con la familia real británica.
El matrimonio forjó su propia historia, su propia leyenda, la de una pareja que se enfrenta a todo y a todos por amor. Para ello, blanquearon su imagen a base de machacar la de la familia real británica. Entrevistas con declaraciones bomba en las que salieron a la luz episodios de racismo contra Meghan Markle, un libro de memorias del príncipe con episodios familiares violentos, un documental de Netflix sobre su nueva vida…La montaña de trapos sucios cubrió tanto el horizonte, que el príncipe Harry y su familia nunca más pudieron volver a mirarse a los ojos como antes.
Cuatro años después de todo este periplo, el príncipe sin trono llega a los 40 con algunos frentes resueltos pero con cuentas pendientes.
Su futuro económico parece, de momento, asegurado. En parte, a ello ha contribuido su bisabuela, la Reina Madre. Cuando esta tenía 94 años, suscribió un seguro de vida valorado en 19 millones de libras y transfirió esa suma a un fideicomiso que con los años ha generado intereses y del que los hijos de Lady Di han salido muy beneficiados. Ambos recibieron parte de esa herencia al cumplir los 21 años. Se realizó un primer pago, libre de impuestos, de 6 millones para Guillermo y de 9 millones para Harry.
Ahora, al cumplir los 40 años, este último recibirá la segunda parte de su herencia, que ronda los 20 millones de libras (alrededor de 23 millones de euros)
Se desconoce, además, la cifra exacta que recibió Harry de sus abuelos, el duque de Edimburgo y la reina Isabel II, pero intuimos que ha debido de ser suculenta.
Los acuerdos millonarios alcanzados con Netflix (por 81 millones) y Spotify (por 25 millones) también han logrado engordar la fortuna del príncipe, por no hablar de su autobiografía ‘Spare’, por la que consiguió un lucrativo negocio de 15 millones de libras (unos 18 millones de euros).
El royal ha sabido rentabilizar la curiosidad que suscita su figura y su vida, aireando la parte más secreta del encorsetado mundo monárquico en el que ha crecido, pero la factura personal que ha pagado por ello ha sido enorme. Lejos de lo esperado, su imagen se ha visto más perjudicada de lo que habría deseado. Criticado por muchos, el nieto de Isabel II ha sido tachado en numerosas ocasiones de niño rico desagradecido, aprovechado, hipócrita y oportunista.
Desconocemos si esta última cuestión preocupa tanto al príncipe como para replantearse un acercamiento a su padre y a su hermano, con el mero fin de mejorar las opiniones que se tienen sobre él. Una mala fama puede hacer caer en picado el negocio de cualquier celebrity y él lo sabe. "Harry se está alejando de todo tipo de publicistas de Hollywood y está buscando el consejo de sus viejos amigos y asociados. Está claro que está pensando: 'Tengo que hacer algo diferente porque lo que estoy haciendo claramente no funciona'. En resumen, está repensando su forma de operar", aseguró una fuente consultada por el medio británico Daily Mail el pasado 2 de septiembre.
Quizás es simplemente el dolor de un hijo y un hermano enfrentado con aquellos que una vez lo fueron todo en su vida o el anhelo de sus raíces, lo que está impulsando al príncipe a acercar posturas con Guillermo y con el rey Carlos III. En declaraciones a The Times, un amigo del royal, uno de los pocos que aún recibe Whatsapps de Harry, afirmó que, en este momento, este es un chico “enojado” que considera que “las cosas no han resultado como él quería". Añadió que "creo que echa muchísimo de menos estar aquí (en Reino Unido) y quiere que lo admiren más. Cualquiera que lo conozca cree que preferiría estar en la cima de la sociedad aquí y que todo el mundo lo quisiera, como hacen con Guillermo y Kate".
Otra fuente conocida por Harry desde su adolescencia afirmó que el duque, sin duda, extraña su antigua vida de pub y de disfrutar de la campiña inglesa con amigos. "Ha terminado aislado de su familia y de la mayoría de sus antiguos compañeros, en un entorno en el que las amistades no son como las que forjó de joven. Le encantaba salir por la noche al pub y pasar el rato en el campo con amigos”.
Quizás hay un poco de todo, nostalgia y ambición. Pero lo cierto es que, según afirman fuentes de Palacio a The Mail on Sunday, Harry ha contactado en las últimas semanas con exayudantes de su confianza en Reino Unido para que le asesoren en un posible incremento de su presencia en su país de nacimiento. Estaría dispuesto a un diálogo con su padre e incluso a retomar allí algunas funciones si el Rey lo necesitara.
Esto no significa que se esté planteando un nuevo cambio de vida y un regreso definitivo a Reino Unido. Fuentes cercanas a él han asegurado en la BBC que Harry se encuentra completamente establecido en California, donde ha creado un grupo de amigos “increíbles” y donde tiene varios proyectos en el horizonte.
Más difícil parece el hecho de que pueda recuperar las relaciones con su hermano, las cuales, de momento, parecen insalvables. "¿Cómo puede haber una reconciliación cuando Guillermo y Kate no saben lo que aparecerá en un programa de televisión o en un libro?, se preguntaba hace pocos días el experto en realeza Richard Eden, quien añadía: “en realidad, una vez que se pierde esa confianza, se pierde para siempre".
Pase lo que pase, sólo hay un foco seguro en el futuro de Harry que jamás perderá de vista: sus hijos. 48 horas antes de soplar las velas, el duque de Sussex ha confesado en la BBC que ellos son los que le han dado "una nueva perspectiva de su vida", Ha añadido que “ser padre es una de las mayores alegrías de la vida y solo me ha hecho estar más motivado y comprometido a hacer de este mundo un lugar mejor”.
Cumplir la redonda cifra de 40 años, supone para muchos un punto de inflexión en sus vidas, un parón y reseteo, un análisis del camino andado y un pistoletazo de salida en una nueva etapa.