De Zara Tindall y la reina Camila a Eugenia de York: los mejores looks del cuarto día de Ascot

Ha vuelto a pasar. Como nos tiene acostumbrados, Royal Ascot ha vuelto a convertirse en una pasarela de elegancia, tradición y declaraciones de estilo por distintos miembros de la realeza británica. A lo largo de estos días, las royal han deslumbrado con atuendos que no han pasado inadvertidos ni en la prensa local ni entre los que se encontraban allí presentes. Así, este viernes, en la penúltima jornada, ha vuelto a vestir sus mejores galas para asistir al hipódromo.

La princesa Eugenia ha apostado por un look minimalista con toques arquitectónicos. Así, la joven ha portado un top color camel sin mangas que ha combinado con una falda midi blanca de corte amplio y estructurado. Con esta elección, la hija del príncipe Andrés ha conseguido un equilibrio entre la sencillez y la sofisticación. Otro elemento que llama especialmente la atención es el sombrero blanco de ala ancha que le añade dramatismo. Por otra parte, el bolso, de color nude con detalles dorados, remata un estilismo sobrio con toques modernos.

Otra de las que no ha querido perderse la cita ha sido Zara Tindall, quien, una vez más, ha demostrado su destreza para combinar elegancia con frescura al aparecer con un traje sastre color azul pastel. El conjunto, compuesto por un blazer entallado y pantalones de corte ancho, es una auténtica declaración de moda poderosa y moderna, alejada de los vestidos convencionales que suelen caracterizar Ascot. El tocado, que tiene un gran lazo blanco, añade un aire lúdico. Eso sí, sin perder la elegancia que requiere el dress code del evento.

Carlos III de Inglaterra y la reina Camila han acaparado todas las miradas. El monarca británico ha escogido un tradicional morning suit en gris claro con chaleco rosa empolvado. Esta elección cromática, suave y muy estival, la ha rematado con una flor en la solapa y un pañuelo de bolsillo. Por su parte, su esposa se ha mantenido fiel a su estilo fluido y atemporal. Así, ha portado un vestido blanco con bordados en el bajo que ha acompañado de un sombrero de ala ancha con detalles florales y un bolso blanco.

Sarah Ferguson, en esta ocasión, ha apostado por un vestido de lunares, en blanco y negro, con solapas contrastadas. También portaba un sombrero negro que le daba un aire de carácter al look y que remite, con cierta sutilidad, a los códigos de vestimenta más tradicionales del hipódromo sin perder modernidad. La presencia de la duquesa de York, como siempre, se ha convertido en una de las más comentadas por su capacidad para reinventar su estilo dentro de los márgenes permitidos.

A un día para que concluya la vigente edición de Ascot, los miembros de la realeza británica han demostrado que la moda puede ser un poderoso vehículo de expresión. Incluso en aquellos contextos de etiqueta rigurosa. Cada estilismo ha proyectado una narrativa coherente con la personalidad de quien lo ha vestido: desde la sobriedad elegante de la princesa Eugenia a la atemporalidad de la reina Camila.