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Las seis curiosas tiaras de oro de la realeza europea: de la que fue creada con monedas a la escondida durante casi siglo y medio
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Las seis curiosas tiaras de oro de la realeza europea: de la que fue creada con monedas a la escondida durante casi siglo y medio

Hablar de tiaras de oro ya es de por sí bastante raro, puesto que no es el metal precioso más común para hacerla. De ahí que haya solo seis en toda la realeza europea

Foto: La reina Mary de Dinamarca, con la tiara Vesubio. (Gtres)
La reina Mary de Dinamarca, con la tiara Vesubio. (Gtres)

Con varias visitas de Estado en pocas semanas, hemos querido adentranos en los joyeros de reinas y princesas, esos que van pasando de generación en generación y forman los tesoros de las monarquías. Y hoy destacamos algunas piezas bastante raras, ya que son tiaras de oro, algo no muy común. De hecho, se cuentan seis en toda la realeza europea. Entre ellas, hay una que está creada con antiguas monedas y otra que estuvo escondida durante 140 años, casi siglo y medio.

Curiosamente, tres de estas seis tiaras de oro se encuentran en Amalienborg, la residencia oficial de los reyes de Dinamarca. Porque dos pertenecen a la reina Margarita y son fiel reflejo de su personalidad y ese estilo tan característico del que sigue haciendo gala a sus 85 años.

Una de ellas es la tiara de Amapolas doradas y fue creada en 1976 para la entonces monarca por Arje Griegst. Nunca se ha confirmado, pero siempre ha existido la sospecha de que ella ayudó en el diseño. Y realmente, viendo su estilo, no nos extrañaría mucho. La tiara está realizada en oro de 21 quilates y está formada por ocho flores con perlas barrocas en su interior y diamantes formando los estambres.

placeholder La tiara de amapolas doradas. (Casa Real de Dinamarca)
La tiara de amapolas doradas. (Casa Real de Dinamarca)

También tiene piedras lunares y aguamarinas, que representan gotas de rocío. Los insectos que aparecen en las flores están hechos de perlas orientales, diamantes, ópalos y piedras lunares. Las flores, que pueden separarse y utilizarse de forma independiente, van unidas en la parte posterior a una peineta de la que cuelgan ocho lágrimas de ámbar de Dinamarca.

Aunque, a diferencia de la siguiente, no es una tiara que se haya puesto recientemente. Sí lo ha hecho con la tiara Naasut, que el pueblo de Groenlandia le regaló con motivo de su Jubileo de Oro, en 2012. También tiene un estilo inconfundible y bien de dorados. Además, en esta sí está confirmado que ella misma participó en el diseño, uno de los más curiosos de su colección, ya que está creada con monedas de oro acuñadas para el Año Polar Internacional, extraídas de las minas de Kirkespidalen.

La pieza está compuesta por motivos florales que representan flores de Groenlandia y se puede dividir en cinco broches y horquillas. Además, también forma parte de un conjunto con pendientes, también de oro, a juego.

placeholder La reina Margarita, con la tiara Naasut y los pendientes a juego. (Gtres)
La reina Margarita, con la tiara Naasut y los pendientes a juego. (Gtres)

Toca hablar de la tercera tiara de oro de la monarquía danesa, que podemos ver en la foto que abre este artículo. La joya estuvo escondida más de 140 años, aunque en su origen la joya eran un collar tipo Rivière de diamantes rosados. La propia Casa Real publicó un vídeo de cómo había sido el proceso para convertirlo en tiara, montando las piedras sobre un marco creado por el orfebre Matías Hasbo Dinesen en colaboración con la Colección Real.

La tiara, tipo 'bandeau' presenta once gemas engastadas que fueron recolectadas por el rey Christian VIII durante un viaje a Italia en 1819 junto a su mujer, Carolina Amalia, antigua propietaria de la joya. Las piedras proceden de Roma y antiguas excavaciones de Pompeya, entre otros lugares. Según la información que publicó en su momento la Casa Real, "las joyas reflejan el gusto clasicista de la época y estaban pensadas para el uso diario, más que para las más llamativas joyas de diamantes".

Las tiaras de oro de la familia real noruega

En este caso tenemos que hablar de dos, aunque ninguna de ellas pertenece a la Corona como tal, sino que son propieda privada. La primera de ellas es la llamada tiara Moderna de Oro y pertenece a la reina Sonia. Fue un regalo del rey Harald por su 60º cumpleaños, en 1997, se cree que en compensación por las joyas que le habían sustraído dos años antes.

Está diseñada por la joyera Millie Behrens, se destaca por su estilo contemporáneo en oro amarillo con diamantes, conformada por tiras curvas de metal que crean una apariencia moderna y poco convencional. Su diseño, algo futurista, hace que muchos la comparen con esa diadema dorada que lleva Wonder Woman.

Forma parte de un parure con collar y pendientes y su característica principa es que el centro es intercambiable, por lo que, además de con diamantes, la reina Sonia la ha lucido con un topacio naranja y una turmalina verde, en función del look de gala con el que la llevara.

placeholder La reina Sonia, con la tiara Moderna de oro. (Gtres)
La reina Sonia, con la tiara Moderna de oro. (Gtres)

La otra tiara es de la princesa Astrid, hermana del rey Harald, que la heredó de su abuela, la Princesa Ingeborg de Suecia, aunque la pieza se remonta a 1830, formando parte de un conjunto con broche. Está realizado con oro, también es tipo 'bandeau' y está engastado con perlas naturales barrocas de diferentes formas y piedras semipreciosas de color rojo y verde que se cree que son turmalinas, peridotos y rubelitas mezcladas con otras gemas.

Al recibirlo, la princesa Astrid hizo algunas modificaciones al conjunto, utilizando algunos de los flecos que incorporaba el broche para hacer pendientes a juego. Además, se añadieron más piedras preciosas a la parte central de la tiara para darle un aspecto más alto. Aun hoy, en cenas de gala, la hermana del rey Harald sigue utilizando esta tiara de oro que es toda una rareza dentro de los joyeros de las royals europeas.

placeholder La princesa Astrid, con la tiara de oro y piedras semipreciosas. (Cordon Press)
La princesa Astrid, con la tiara de oro y piedras semipreciosas. (Cordon Press)

Y terminamos con la que puede ser la tiara más conocida de todas, ya que tanto Victoria como Silvia de Suecia la utilizan con mucha frecuencia en cenas y citas de gala. Estamos hablando de la tiara de los Camafeos, la misma que la heredera lució en su boda con Daniel Westling.

Es una de las más antiguas, puesto que fue creada para Josefina, la esposa de Napoleón Bonaparte, a principios del siglo XIX. Compuesta de camafeos clásicos sobre fondo rojo y perlas, pasó después a manos del príncipe Eugenio, hijo del rey Oscar II. Él se la regalaría a la princesa Sibylla, la madre del actual rey, con motivo de su boda con el príncipe Gustavo Adolfo. Desde entonces, ha sido utilizada por diferentes damas de la familia real.

Como las cinco anteriores, esta realizada en oro y coronada con siete camafeos tallados, cada uno rodeado por perlas pequeñas, que representan diferentes escenas. La central muestra a Venus con Cupido, mientras que las laterales muestran figuras mitológicas clásicas talladas en ónice o ágata. Por eso, es una de las más características y reconocibles de la realeza sueca. Y también una de sus favoritas.

Con varias visitas de Estado en pocas semanas, hemos querido adentranos en los joyeros de reinas y princesas, esos que van pasando de generación en generación y forman los tesoros de las monarquías. Y hoy destacamos algunas piezas bastante raras, ya que son tiaras de oro, algo no muy común. De hecho, se cuentan seis en toda la realeza europea. Entre ellas, hay una que está creada con antiguas monedas y otra que estuvo escondida durante 140 años, casi siglo y medio.

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