Es noticia
Menú
Niki Lauda: Ibiza, el discreto refugio del piloto tras sus catástrofes personales
  1. Celebrities
ASÍ ERA SU VIDA EN LA ISLA

Niki Lauda: Ibiza, el discreto refugio del piloto tras sus catástrofes personales

El fallecido tricampeón del mundo de F1 convirtió la isla pitiusa en su segunda residencia poco tiempo después de sufrir su grave accidente en el circuito de Nürburgring

Foto:  Niki Lauda, durante un GP de F1. (Getty)
Niki Lauda, durante un GP de F1. (Getty)

"Tengo una relación muy fuerte con la isla, no me siento como un extranjero que tiene una casa aquí". Frases como esta demuestran lo unido que estaba el austriaco Niki Lauda a Ibiza, tras descubrirla en 1976 y elegirla para refugiarse de sus peores momentos personales: el accidente con su Fórmula 1 que le desfiguró la cara y la catástrofe de uno de los aviones de su línea aérea, Lauda Air, cuando un Boeing se desplomó en Tailandia y murieron 223 personas.

En una entrevista al 'Diario de Ibiza', el piloto explicó que la isla le devolvió la confianza y así logró recuperarse de aquel accidente que le dejó evidentes secuelas físicas en el rostro. Durante algo más de cuatro décadas después, hizo de la isla pitusa su lugar "para bajar la velocidad con la que vengo".

placeholder Nico Rosberg y Niki Lauda, en Ibiza. (Cordon Press)
Nico Rosberg y Niki Lauda, en Ibiza. (Cordon Press)

El legendario piloto llegó a la isla de la mano de su exesposa Marlene Knaus y de la madre de esta, que ya residían en Ibiza. Pero, una vez divorciado de Knaus, también convenció a su última esposa, Birgit Lauda, para que se afincara en Ibiza.

[LEER MÁS. Niki Lauda: el día que su mujer, 30 años más joven que él, le salvó la vida]

Los planes del matrimonio era permanecer en Ibiza y que sus mellizos, Max y Mía, nacidos en 2009, fueran a la guardería y luego a la escuela en la isla balear, porque allí vivían menos acosados por la prensa y la opinión pública que en Austria.

placeholder Lauda, junto a su gran rival en los setenta, el piloto inglés James Hunt. (Cordon Press)
Lauda, junto a su gran rival en los setenta, el piloto inglés James Hunt. (Cordon Press)

"Eran unos vecinos más, iban al colegio del pueblo y su madre compraba en el supermercado de la mía", explica a Efe el actual concejal de Deportes del Ayuntamiento de Santa Eulària, Salvador Losa, quien solía jugar con Lukas, el hijo mayor de Lauda, en la casa del piloto.

Los restaurantes Trattoria del Mary Il Giardinetto, situados en el puerto deportivo de Marina Botafoc, eran lugares asiduos de Niki Lauda, quien también se dejó ver junto al también piloto de F1 Nico Rosberg en la heladería que este último ha abierto en la zona de la Marina.



El pasado martes la noticia de su muerte causó consternación entre los trabajadores del Il Giardinetto, donde lo recuerdan como "un muy buen cliente, muy educado y discreto".

Aunque tenía cierta fama de huraño y era poco amigo de las entrevistas, en la isla no tenía ningún problema en hablar con los periodistas, con los que se mostraba amable y cercano. Un redactor de 'Diario de Ibiza' le preguntó por ello en 1979: “Si las preguntas no son idiotas no hay problemas, estos llegan cuando se busca el sensacionalismo. Si a mí se me habla normal y se me hacen preguntas normales, no hay problema”, fue su respuesta.

Niki Lauda decidió pasar en Ibiza sus últimas navidades, en 2018, con el fin de recuperarse del trasplante de pulmón al que tuvo que someterse de urgencia en agosto pasado. Pero en la isla cogió una gripe y una infección de la que ya no pudo recuperarse.

"Tengo una relación muy fuerte con la isla, no me siento como un extranjero que tiene una casa aquí". Frases como esta demuestran lo unido que estaba el austriaco Niki Lauda a Ibiza, tras descubrirla en 1976 y elegirla para refugiarse de sus peores momentos personales: el accidente con su Fórmula 1 que le desfiguró la cara y la catástrofe de uno de los aviones de su línea aérea, Lauda Air, cuando un Boeing se desplomó en Tailandia y murieron 223 personas.

En una entrevista al 'Diario de Ibiza', el piloto explicó que la isla le devolvió la confianza y así logró recuperarse de aquel accidente que le dejó evidentes secuelas físicas en el rostro. Durante algo más de cuatro décadas después, hizo de la isla pitusa su lugar "para bajar la velocidad con la que vengo".

Ibiza
El redactor recomienda