Drew Barrymore se sincera por fin sobre la parte más dolorosa de su divorcio

La actriz y presentadora de televisión Drew Barrymore lleva años inmersa en una política de total sinceridad tanto en las entrevistas que concede habitualmente como en su blog. Haciendo gala de su espontaneidad, en una de sus últimas apariciones en un plató se defendía de las acusaciones de "apropiación cultural de la gente normal", mientras describía su situación actual asegurando que se siente "avergonzada y consciente de lo privilegiada que soy".

Ahora la que fuera niña prodigio del cine ha decidido echar la vista atrás para referirse a uno de los momentos más complicados por los que ha transitado en los últimos tiempos: su divorcio en 2016 del consultor de arte Will Kopelman.

Durante una conversación con la revista 'People', la actriz aseguró que "no hubo ningún escándalo" que condujera a su separación. "Nada salió mal, lo que es más limpio, pero lo hace más difícil y confuso porque no hay una 'cosa' concreta a la que señalar", fueron las palabras de Barrymore.

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"Nos esforzamos mucho para que funcionara. Un amigo me dijo: 'El divorcio es la muerte de un sueño'. Eso es exactamente lo que se siente, algo tan definitivo que no puedes recuperarlo", añadió. La intérprete compartió además que los años posteriores a su tercer divorcio fueron "paralizantemente difíciles" para ella, y que se sentía "rota".

La actriz estuvo casada anteriormente con el propietario de un club, Jeremy Thomas, un matrimonio que se produjo cuando ella tenía tan solo 19 años y se terminó a los tres meses. En 2001, Barrymore pasó de nuevo por el altar con el actor Tom Green, del que se separó un año después, alegando que la pareja tenía "diferencias irreconciliables".

La protagonista de 'Los ángeles de Charlie' confesó también que empezó a "intentar anestesiar el dolor y sentirse bien" y pronto encontró una válvula de escape en el alcohol, con el que había luchado cuando era más joven. Después de lo que ella llama su "desastroso, doloroso e insoportable camino a través del fuego y volver a la vida", Barrymore sigue centrada en sus dos hijas y en su programa de televisión.

"Lo bueno es que, todos estos años después, seguimos teniendo un sueño. Tan solo es diferente del que juré que sería", dijo con sinceridad. La actriz también se está sumergiendo de nuevo en el mundo de las citas, después de revelar en su blog que se había mantenido centrada en el celibato desde su separación en 2016.

"Algunas personas pueden salir de un matrimonio o un noviazgo y en un futuro cercano encontrarse en otra relación", escribió Barrymore el pasado mes de octubre. "¡No hay nada de malo en ello! Ni una pizca. No los juzgo. Celebro su viaje. Porque a algunas personas les funciona. A mí no me funcionó", fue parte de su reflexión.