El divorcio entre Arantxa Sánchez Vicario y Santacana saca a la luz sus documentos financieros

Como se decide lejos y sus protagonistas guardan silencio, parece que no esté sucediendo. Pero no es así. El divorcio entre Arantxa Sánchez-Vicario y Pepe Santacana sigue su curso en Miami y en la actualidad se encuentra en un punto clave. Porque si es un juzgado de Estados Unidos el que trata el caso es porque la extenista así lo quiso.

Pretende, decía, desenmascarar a su exmarido, a quien acusa de haberle quitado todo lo que tenía. Él, por su parte, pretendía que fuera un juez español el que decidiera los términos de su divorcio, algo que la Audiencia Provincial de Barcelona le negó. Así, estos días, se han presentado varias demandas en los juzgados de Miami-Dade para que se entreguen los documentos financieros relacionados con dos miembros de la pareja.

Tras la consulta de los registros oficiales de la corte de Florida, públicos en Estados Unidos como la mayoría de documentos oficiales, todo queda claro. Según se deduce de los mismos, el 14 de septiembre tuvieron una cita, una jornada que fue larga porque duró todo el día. Y se les emplazó, además, a volverse a encontrar el 7 de febrero del año que viene, lo que indica que el proceso se está estirando como el chicle.

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Este caso tiene muchos flecos en los que el componente económico es fundamental. Por este motivo, hace dos semanas se ha citado a los representantes de varias entidades que trabajaron con la pareja, como el Truist Bank y el Holding Corp. Lo que deben declarar en los juzgados es que no se oponen a que se investiguen las actividades de ambos. El 3 de este mismo mes, es decir, el lunes de hace una semana, se mandó una citación a ambas entidades.

Momento delicado

Este momento judicial es especialmente delicado para ambos porque siguen pendientes de que se dictamine cuándo se celebrará el juicio en Barcelona, en el que ambos deberán sentarse en el banquillo de los acusados tras una querella presentada por el Banco de Luxemburgo. Cualquier documento podría tener valor en esta otra cita judicial.

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Este verano ya se habían visto las caras en varias ocasiones. El lunes 11 de julio tuvieron una cita en los juzgados de Miami-Dade, donde el caso empezó en el mismo momento en el que decidieron separarse, el 26 de febrero de 2018, y donde sigue abierto sin visos de llegar a un final. En marzo de 2021, los jueces de la Audiencia Provincial de Barcelona decidieron que el divorcio de Arantxa y Pepe se dirimiese en Miami y no en la Ciudad Condal.

Así, le daban la razón a la extenista, quien había recurrido la decisión previa de un juzgado de Esplugues, donde habían vivido juntos, y que había dictado sentencia de divorcio a petición de Santacana. La Audiencia consideraba que era un juez de Estados Unidos, donde vivían ambos cuando se separaron, quien debía seguir el proceso.

Otras citas

Y en este proceso se vieron también el 7 de junio, cuando se presentó una queja en nombre de la tenista contra su exmarido por una cuestión relacionada con las facturas presentadas ante el juez. Este medio ha intentado ponerse en contacto con las partes y los representantes legales españoles, pero al tratarse de un proceso totalmente estadounidense, no tienen información.

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Sobre el caso del Banco de Luxemburgo, que se querelló contra ella y contra su exmarido, existen cláusulas de confidencialidad que impiden a las partes dar sus versiones. Sabemos que esta es la causa más importante pendiente en la vida de la extenista. Desde el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya aseguran a este medio que al tratarse de un caso muy complejo, con varias partes implicadas, está siendo muy lento y que la fecha de juicio todavía no está determinada.

El Banco de Luxemburgo ha solicitado una pena de cuatro años de cárcel para ambos por un delito de alzamiento de bienes. También una indemnización de 6.170.942 euros, a los que habría que sumar los intereses y las costas procesales. La entidad bancaria presentó en 2021, en el Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona, su escrito de conclusiones, al que se sumó después el de la Fiscalía y el de la defensa de ambos.

5,2 millones

El caso se remonta a los años más turbulentos en la vida de Sánchez Vicario. Ya retirada del deporte, la excampeona se enfrentó a sus padres y parte de sus hermanos por cuestiones económicas. Durante ese tiempo, Arantxa había acumulado una deuda de 5,2 millones de euros con Hacienda por el impago de impuestos durante los años 1989 y 1993. Había declarado su residencia en Andorra y un juzgado decidió que no era cierto, por lo que debía abonar los impuestos impagados. Para hacer frente a esa deuda con Hacienda, pidió un aval al Banco Sadadell, un aval que fue contraavalado por un dinero que tenía depositado en el Banco de Luxemburgo.

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Si en los juzgados de Miami afloran documentos en los que queden reflejadas las finanzas de ambos, un juzgado español lo tendría más fácil para acceder a unos archivos que ellos, en principio, parecen tener pocas ganas de mostrar.