Los últimos días de Heather: la verdad tras la misteriosa muerte de la niña de 'Poltergeist'

En 1982, una adorable niña rubia de grandes ojos azules llamada Heather O'Rourke, la frase “ya están aquí” y un director como Steven Spielberg convirtieron a ‘Poltergeist’ en una de las películas de terror más icónicas.

La pequeña había vivido el sueño hollywoodense al ser descubierta por el afamado director de manera casual mientras se encontraba comiendo junto a su madre, Kathleen, y su hermana Tammy en una estación de policía. En aquel momento, Spielberg buscaba a una niña de unos 5 años y de aspecto angelical para protagonizar su próxima película de terror. Cuando la vio, no dudó de que Heather podría ser la protagonista perfecta. La invitó a su oficina, probó su capacidad de actuación y al día siguiente firmó el contrato.

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Ambientada en una casa construida sobre un antiguo cementerio de nativos americanos, la trilogía de ‘Poltergeist’ cuenta la historia de la familia Freeling y sus encuentros con lo sobrenatural. Dotada de una conexión con el mundo espiritual, la hija menor, Carol Anne (O'Rourke), es perseguida por malvados espíritus.

El largometraje fue estrenado por Metro Goldwyn Mayer el 4 de junio de 1982 y supuso todo un éxito comercial, convirtiéndose en la película de terror más taquillera aquel año.

La segunda secuela, ‘Poltergeist’, fue estrenada en 1986 y no se tardó en comenzar a rodar la tercera.

Nadie podía imaginar entonces el trágico final que le deparaba a Heather O'Rourke, quien, en 1988, murió de manera repentina a los 12 años.

Fue en 1987 cuando Heather comenzó a enfermar. Tras numerosas visitas al médico, pensaron que la pequeña tenía el parásito Giardia, el cual provoca infección intestinal, cólicos estomacales, hinchazón, náuseas y episodios de diarrea. Este parásito microscópico se encuentra particularmente en zonas con agua contaminada. Los expertos pensaron que la niña podía haber bebido agua contaminada del pozo que se encontraba en la casa del bosque de Big Bear, a unos 200 km al este de Los Ángeles, en la que vivía con su familia.

El primer tratamiento médico que recibió estuvo enfocado hacia ese problema, pero con el paso del tiempo, y tras comprobar que Heather no mejoraba del todo, el diagnóstico de los expertos cambió y apostaron por la enfermedad de Crohn. Esta provoca una inflamación, de tipo crónica y autoinmune, del tubo digestivo. De causa desconocida, entre sus principales síntomas destacan el dolor abdominal, diarreas, fiebre, pérdida de peso y hemorragia rectal.

Para muchos, fue llamativo el aspecto de Heather antes de comenzar a rodar ‘Poltergeist III’. La joven había ganado peso. Su rostro y su cuerpo se percibían más hinchados de lo habitual. La causa era que los médicos le habían recetado cortisona. La joven era muy consciente de ese cambio físico y su madre llegó a asegurar en una entrevista que la medicación había hecho que luciera unas “mejillas de ardilla” que la acomplejaban.

Para celebrar el final de la filmación de ‘Poltergeist II’, Heather, su madre y el padrastro de la joven realizaron un viaje a Disneyland, en Florida. "Fueron las vacaciones de su vida. La salud de Heather parecía excelente", aseguró Kathleen.

Justo antes del comienzo del rodaje de ‘Poltergeist III’, la familia abandonó su hogar en Big Bear (los médicos le dijeron a Kathleen que los parásitos eran más comunes en las zonas montañosas) y se mudó a un apartamento en Lakeside, California. Hasta el 31 de enero de 1988, la salud de Heather parecía estable mientras rodaba la tercera película de la saga. Pero ese día se despertó sintiéndose mal. Le costaba tragar y respirar. Al día siguiente, los síntomas persistían. Además, los dedos de sus manos y pies comenzaron a ponerse azules hasta que se desplomó en el suelo. Había sufrido un shock séptico. Heather O'Rourke fue trasladada de inmediato al hospital, donde fue intervenida de urgencia. Allí fue donde descubrieron que tenía una obstrucción intestinal causada por un defecto congénito que nada tenía que ver con la enfermedad de Crohn. Nada se pudo hacer por su vida. El 1 de febrero fue declarada muerta.

El Dr. Daniel Hollander, jefe de gastroenterología del centro médico de la Universidad de California, precisó que la muerte de Heather fue "claramente inusual" porque no había mostrado síntomas previos de aquel problema intestinal, algo que resultaba muy extraño.

La familia siempre creyó que Heather había recibido un diagnóstico incorrecto de la enfermedad de Crohn en 1987, lo que pudo haber causado su muerte en 1988. La madre de la actriz, Kathleen, presentó una demanda por homicidio culposo, alegando que Heather aún estaría viva si no se hubiera cometido ese error.

Gary Sherman, el director de ‘Poltergeist III’, había creado un vínculo muy especial O'Rourke durante el rodaje de la película. La pérdida de la actriz también fue un duro golpe para él, que aún tenía que rodar el final del largometraje. Según contó en el documental ‘Cursed Films’, se veía incapaz de hacerlo sin Heather. “La junta directiva de Metro Goldwyn Mayer simplemente nos dijo: 'Vas a terminar la película. Hemos invertido mucho dinero en ella'". Tenía que pensar en un final en el que no apareciera O'Rourke. “Así que se nos ocurrió la idea del estúpido final que ahora se puede ver en la película y usamos una doble para Heather. Fue lo más espeluznante por lo que he pasado en mi vida”.

Los rumores de que las películas de ‘Poltergeist’ estaban malditas comenzaron mucho antes de la muerte de Heather. Dominique Dunne, la actriz de 22 años que interpretó a Dana, la hermana mayor de Carol Anne (el personaje de Heather), fue estrangulada por su exnovio en la entrada de su casa solo unos meses después de que se estrenara ‘Poltergeist I’ .

Dos estrellas de ‘Poltergeist II’ fallecieron también poco después del final del rodaje. Julian Beck, quien interpretó al reverendo Kane, murió de cáncer antes del estreno, mientras que Will Sampson, quien interpretó a un curandero llamado Taylor, murió de insuficiencia renal al año siguiente del estreno.

Cuando Heather falleció, los rumores sobre la maldición en torno a la saga cinematográfica aumentaron. En 2015 volvieron a resonar, cuando se decidió realizar el remake de ‘Poltergeist’ dirigido por Gil Kenan y protagonizado por Sam Rockwell y Rosemarie DeWitt. Afortunadamente, ningún miembro del reparto murió en esta ocasión.