Alta costura, adolescentes y dinero: las costuras de Le Bal, el baile de debutantes de París
No es el único, pero sí uno de los más prestigiosos. Este evento orquestado por Ophélie Renouard se celebra cada año en el hotel Shangri-La de la capital francesa. Detrás, meses de gestiones y una cuidada estrategia
El sábado 30 de noviembre, en la elegante antigua residencia del príncipe Roland Bonaparte reconvertida en el lujoso hotel Shangri-La, Eugenia de Borbón Vargas y Sofía Yadigaroglu, por nombrar solo a las españolas, desfilarán con vestidos de alta costura del brazo de su cavalier y con un objetivo económico 100% benéfico.
Eugenia de Borbón es la primogénita de Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas. Aún no es mayor de edad, es aficionada a la hípica e irá vestida con un diseño de Carolina Herrera. Estará acompañada por el archiduque Carlos Constantino de Habsburgo-Lorena, ya veterano en estas lides y con el que comparte afición por los caballos. Sofía Yadigaroglu es hija de la artista extremeña Inma Barrero y del inversor Ion Yadigaroglu. La joven estudia Historia del Arte y Literatura Inglesa en el Amherst College de Massachusetts, una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, aunque este curso está de intercambio en la Sorbona de París. Lucirá un vestido de Iris van Herpen y entrará del brazo de un joven llamado Konstantinos Manos.
Ellas son solo dos de las veinte jóvenes privilegiadas que participan este fin de semana en Le Bal, uno de los bailes de debutantes más prestigiosos de la aristocracia internacional. Estos eventos se inspiran en las fiestas en las que los jóvenes de la alta sociedad escenificaban su paso a la edad adulta en el pasado. Hoy son veladas que aúnan etiqueta, moda, baile y, por supuesto, un fabuloso networking que les sirve para toda la vida.
"Le Bal está culturalmente vinculado a la tradición inglesa del siglo XVIII del baile de debutantes, en el que las jóvenes eran introducidas en la sociedad. Las debutantes hacían una reverencia a la Reina, vestidas de blanco, con guantes blancos y tiaras. En Francia, el tradicional baile de debutantes comenzó en 1957 y finalizó en 1973. En 1994, Ophélie Renouard inventó una versión moderna a la que llamó Le Bal", explica la organización.
Nacida en Saigón de padres franceses, que regresaron a París cuando ella tenía 10 años, pasó los veranos en San Francisco con su madrina estadounidense. Ophelie ahora divide su tiempo entre Europa, Estados Unidos y Asia (de donde sale buena parte de las debutantes de esta edición). Tras licenciarse en psicología en la Sorbona, empezó a trabajar en 1991 para la familia Taittinger, organizando eventos, como Le Bal para su grupo hotelero. En 2010, cuando se vendió el grupo, continuó organizando Le Bal a través de su propia empresa.
En un mundo donde las redes sociales han sustituido tantas cosas, esta cita sirve en realidad para que los chicos se estrenen en el mundo mediático y de la alta costura. Así ocurrirá, por ejemplo, con Eugenia de Borbón, a la que apenas habíamos visto hasta la fecha acompañando a sus padres en algún evento social. El objetivo siempre es recaudar dinero para organizaciones benéficas.
En la edición de 2024 que se celebra este fin de semana, además de las dos españolas citadas, participarán Sophie Kodjoe, Lucia Ponti (nieta de Sofía Loren), Oona Finch, Madelyn Netto, Aliénor Loppin de Montmart, Rysa Pandey, Ella Yam, Apollonie Halard, Cornelia Manou, Olivia Meijer, Marilia Vamvakidi, Peyton Spaht, Isabel de Poligny, Sienna Gallienne, Angel Zhang y Mina Muniz.
A pesar de los apellidos grandilocuentes, Ophélie Renouard insiste, sin embargo, en que la selección de las debutantes no se basa únicamente en un nombre o una cuenta bancaria. "Mi pesadilla es la chica que es rica y no tiene nada de especial. La que cree que puede comprar su entrada al baile", explicó en una de sus pocas entrevistas, al francés 'Le Figaro'.
Según su testimonio, el criterio para seleccionar a las participantes tiene más que ver con la historia detrás de cada niña. "Hace unos años, tuve a la hija de un taxista inglés, por ejemplo. Había leído en un periódico británico que tenía un coeficiente intelectual superior al de Einstein. Llamé al periódico, les pedí sus datos de contacto y la llamé a su casa". La chica pensó que era una broma, claro. "En 2015, Olivia Hallisey también tuvo la oportunidad de participar en el baile. Esta estudiante de secundaria estadounidense tenía 16 años y acababa de ganar el primer premio en la Feria de Ciencias de Google por inventar una prueba para detectar el virus del Ébola".
En el elenco de cada año hay un perfecto equilibrio entre este tipo de jóvenes "con una historia detrás" y otras cuya sola presencia aseguran la atención de los medios. En 2017, la protagonista fue Ella Beatty, la hija de Annette Bening y Warren Beatty; en 2014, Viola Mikkelsen, la hija de Mads Mikkelsen (The Hunt, Casino Royale); en 2012, la hija mayor de Sylvester Stallone, Sophia-Rose; en 2008, la hija de Demi Moore y Bruce Willis, Scout LaRue. Anna Wintour presentó a su hija a los 17 años, y Reese Witherspoon a la suya cuando cumplió los 18. Las hijas gemelas de Julio Iglesias estuvieron en la edición de 2019. No sabemos qué pensaría la protagonista de Emily in Paris del estilismo de Chanel lucido por Lily Collins en 2007.
Conseguir que una de estas jóvenes-gancho participen, en ocasiones lleva años de gestiones. Ophélie Renouard comienza a convencer a las madres cuando sus hijas llegan a los 16 años. Desde hace un tiempo, la ayuda en esta labor Valérie Harnois-Rolland, hoy directora general adjunta del prestigioso evento parisino. "El conocimiento y la experiencia de Valérie Harnois-Rolland en moda y lujo le permiten colaborar perfectamente con diseñadores de alta costura, los joyeros más reconocidos, hoteles de 5 estrellas y los patrocinadores más sofisticados. Organiza con su equipo un evento que encarna la elegancia y el lujo en todo el mundo y que fue elegido por la revista Forbes como una de las 10 mejores fiestas del mundo, junto con los Oscar y el Baile de la Rosa en Mónaco", se lee en su perfil de LinkedIn.
Ellas dirigen en la sombra el verdadero baile que se celebra antes, durante y después del evento. Una coreografía perfecta que incluye a equipos de logística, periodistas, cámaras, fotógrafos, músicos, estilistas, peluqueros o maquilladores, sin olvidar a las debutantes, los cavaliers, sus familias e invitados. Las participantes tienen que viajar a París varias veces antes del Día D para probarse los vestidos que lucirán, proporcionados por la organización, y hacer pruebas de maquillaje y peluquería.
Como decíamos, esta no es la única cita de este tipo que concita a jóvenes de todo el mundo. El Baile de la Ópera de Viena es uno de los más conocidos, junto al Baile Internacional de Debutantes de Nueva York o el Queen Charlotte's Ball, considerado uno de los eventos más importantes de la temporada social en Londres.
El sábado 30 de noviembre, en la elegante antigua residencia del príncipe Roland Bonaparte reconvertida en el lujoso hotel Shangri-La, Eugenia de Borbón Vargas y Sofía Yadigaroglu, por nombrar solo a las españolas, desfilarán con vestidos de alta costura del brazo de su cavalier y con un objetivo económico 100% benéfico.