Sarah Jessica Parker contrata al peluquero que creó el corte de pelo Rachel de Aniston

El regreso de ‘Sexo en Nueva York’ es quizá el evento audiovisual más importante del año, si te criaste o educaste sentimentalmente con la serie en la que Sarah Jessica Parker, Kim Cattrall, Kristin Davis y Cynthia Nixon -o lo que es lo mismo Carrie, Samantha, Charlotte y Miranda- se paseaban por la Gran Manzana engalanadas en prohibitivos outfits viviendo todo tipo de experiencias sentimentales.

Dieciocho años alejadas de los roles que les dieron la fama a nivel internacional, las carreras de las cuatro actrices han cambiado por completo, centrándose en su mayoría en otros campos. Sarah Jessica ha llegado incluso a convertirse en tendera de su neoyorquina tienda de zapatos. Pero más allá de ampliar sus fronteras laborales, con más de 50 años, el look de todas ellas ha evolucionado, incluyendo los signos de la edad en su imagen.

Precisamente cuando llegaban a nosotros las primeras imágenes del tráiler del nuevo 'Sexo en Nueva York', ahora ‘And Just Like That’, nos destripaban que no veríamos ni pieles estiradas ni canas cubiertas por tintes imposibles. Esta nueva y madura imagen de las protagonistas, a las que no se sumaría la mítica Samantha por una más que conocida mala sintonía con Sarah Jessica, precisaba de un cambio de look acorde a cada personaje.

Miranda dejaba a un lado el cabello corto y pelirrojo, y se aventuraba con un rubio platino grey blending en el que las canas eran la excusa perfecta para llenar de luz su nuevo corte de pelo blunt bob, muy apurado en la nuca pero con el que jugar a tener melena una vez más. Quizá el look menos cambiado era el de la dulce Charlotte, que mantiene su castaño chocolate, con un balayage cobrizo al estilo Meghan Markle como elemento más transgresor. Esta ecuación obligaba a que el personaje principal de la serie, encarnado en Sarah Jessica Parker, precisara de un aderezo beauty con el que seguir siendo Carrie Bradshaw pero adecuada por un lado a las tendencias y por el otro a las canas que la actriz lleva años sin teñir.

Para semejante pedido en el que no solo estaba en juego su imagen sino también el esperado regreso de la serie, parece ser que Sarah Jessica tenía claro que quería crear un icono y ¿qué mejor creador de melenas con nombre propio que Chris McMillan? Ni corta ni perezosa, la actriz se puso en manos del estilista para crear a la nueva Carrie: con canas y el pelo rizado. De un plumazo, los peinados pulidos quedaban fuera de la melena rubia de Sarah Jessica en pro de un rizo muy marcado, casi en zigzag pero muy natural.

Borracha de método curly, las nuevas ondas de Carrie no son aquellas pequeñas con las que presumía de volumen en las primeras temporadas sino unas más grandes y abiertas que respetan varios centímetros de la raíz. El frizz, prohibido en la vieja Bradshaw, se intuye ahora en algunos peinados en los que la raíz queda despegada del cuero cabelludo y en las puntas de su renovada melena salvaje.

Pero las expertas manos de Chris McMillan no se ven solo en la nueva ristra de peinados del personaje. El peluquero que saltara a la fama por ser no solo confidente de Jennifer Aniston sino también por ser el creador del corte de pelo Rachel, que reforzó el éxito de Aniston y aún sigue de moda, también estuvo detrás de peinados con historia como el corte maching entre Brad Pitt y Gwyneth Paltrow. Es decir, confiar en Chris McMillan es sinónimo de hacer convertir un cabello en un icono y, por ello, Sarah Jessica Parker confiaba en el estilista para dominar la portada de la edición de diciembre de 'Vogue' Estados Unidos.

La puesta a punto de Carrie precisaba de corte y color. Así que, además de retomar su rizo natural, la actriz ha recurrido a una sutil inclusión de sus canas en su coloración balayage rubio, sin perder de vista las arriesgadas, pero efectivas en esta ocasión, mechas face framing. El recurso centennial para iluminar el rostro con dos finos mechones mucho más claros a los lados se ha incorporado perfectamente a la voluminosa, dorada y salvaje melena de Sarah Jessica Parker.

El resultado, como ya se puede comprobar en los capítulos de 'And Just Like That', es el buscado: una Carrie madura, actual y ultrafavorecida, camino de convertirse en el icono que esta década necesita.