Los looks beauty que se llevaron el Globo de Oro: lágrimas glitter, labios marrones y melenas greasy

Cuando en una alfombra roja ves más nucas despejadas que labios saturados de carmín rojo, puedes estar preparado porque la noche será movidita. Lejos quedan los Globos de Oro que se vistieron de negro -nadie sacrificaría la puesta en escena del photocall de los Oscar ni siquiera por una buena causa- porque la edición de 2023 ha roto con normas como el maquillaje signature de los Globos, el clásico raya difuminada y labial rojo.

Este año tocaba arriesgar y subir el listón, al ver cómo la generación Z, con su arsenal de talento y maquillajes y cortes de pelo inspirados en los años 90, pisa los talones al glamour, hasta ahora soso, del Hollywood de la última década. Parte de la culpa la tiene Jenna Ortega, que, nominada al Globo de Oro por convertirse en Miércoles, acudió con un monocromático look en el que el mismo tono del vestido de Gucci se repetía en sus labios, en la tonalidad de su rostro y un pelín más oscuro en sus ojos. Este era solo el comienzo.

Lily James, diosa de los 90 con glamour (más) retro

Desde que la actriz británica se metiera en la piel de Pamela Anderson, prácticamente es como si la hubiera poseído el espíritu de una diva de la década de los años 90. El volumen de su melena siempre es esponjoso, su cabello ha regresado al castaño pero en una tonalidad que parece sacada de un filtro nostálgico de Instagram y su maquillaje solo puede describirse de una forma: Charlotte Tilbury.

El binomio creado entre las dos británicas es un maquillaje estructural que se adapta a los rasgos de la actriz y sufre ligeras modificaciones según el evento. Aprovechando la fiebre noventera que, se intuía, podía dominar la alfombra roja de los Globos de Oro, Tilbury calmaba su sed de iluminador con un maquillaje muy natural en el que la piel, sin ningún tipo de imperfección, luminosa pero mate era la protagonista.

Hollywood Flawless Filter, la base Beautiful Skin Foundation, el corrector Beautiful Skin Radiant Concealer y los polvos para sellar el maquillaje eran el combo responsable. Un delineado tan fino que su rabillo se confundía con una pestaña más, eso sí, con pestañas postizas y un labial nude amarronado, el clásico Pillowtalk de Charlotte Tilbury sellaban el perfecto look beauty, creado por la maquilladora Nina Park.

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Marita Alonso

Jenna Ortega, la invasión de tendencias Gen Z

Capitaneando el resurgir de los 90 visto bajo el prisma de la generación ya nacida en los 2000, la actriz Jenna Ortega mezclaba su corte de pelo shullet -nacido de la combinación del mullet y el shagg- con un maquillaje en tonos chocolate, eyeliner Sophia Loren y el rubor naranja que TikTok ha colocado en el radar de las tendencias. ¿Quedaba demasiado artificial? La respuesta es no.

El éxito del look recaía en parte en la monocromía armoniosa y nada artificial con la que el equipo de estilismo de la actriz había jugado, combinando los tonos marrones cobrizos del cabello a juego con las sombras de ojos de la mirada y, a su vez, el color nude ligeramente marrón del vestido drapeado con el labial que se apreciaba también en la parte alta de los pómulos.

El truco de delinear los ojos en la línea de las pestañas para crear un contraste muy luminoso y que abriera la mirada al pasar el lápiz de ojos blanco en la línea de agua cambiaba por completo el look. Este gesto, muy propio de los años 60 y que vimos en actrices como Sophia Loren, no cerraba el ojo como ocurre con los foxy eyes, sino que creaba el efecto de que no hubiera límites.

Ana de Armas, apostar por el cabello en aceite

Una de las tendencias más repetidas en los desfiles de las últimas temporadas ha sido el greasy hair, la combinación del cabello efecto mojado con una textura grasa que potencia el brillo. Sobre la pasarela, esta tendencia permite crear looks muy potentes visualmente, a pesar de que la sensación sea la de un cabello graso. Era la estilista capilar Jenny Choo, una de las más demandadas entre las celebrities, la que rebajaba el greasy hair y lo trasladaba a la melena de Ana de Armas.

Mientras el maquillaje de Ana no arriesgaba demasiado, al centrarse solo en un delineado grueso y retro, desde el mismo lagrimal hasta el final de las pestañas, la parte más arriesgada del estilismo estaba en su melena suelta y con raya en medio. Tres personas y varios pasos creaban esa melena muy natural, brillante e hidratada. La combinación del acondicionador sin aclarado Milky Leave-In Conditioner pulverizado sobre el cabello húmedo, posteriormente secado con el secador Dyson y su cabezal antiencrespamiento que redondeaba las puntas, rematado por el uso de la plancha Corrale, no sería lo mismo sin el aderezo final del Glossy Nourishing Hair Oil de Sol de Janeiro. Este aceite potenciaba el brillo, hidrataba y dejaba el matiz greasy, sin engrasar el cabello ni apelmazarlo.

Selena Gomez, más es más pero bien

Continuando con la estética noventera, aterrizada y adaptada a su estilo, no nos podíamos olvidar de Selena Gomez. La actriz, nominada por su papel en ‘Solo asesinatos en el edificio’, es una experta en alfombras rojas y por ello contó con los servicios de Hung Vanngo, uno de los maquilladores de las estrellas de Hollywood; entre su clientela está, por ejemplo, Penélope Cruz.

Para el look de Selena, el maquillador utilizó todo el arsenal de productos de Rare Beauty, la marca de la actriz, centrándose especialmente en la piel. Para conseguir una luminosidad muy natural, la preparó con toda la línea de vitamina C de Ole Henriksen, sobre la que se centró en el contorno de ojos, aplicando correctores, iluminadores y base.

De este modo, la mirada de la actriz estaba despejada y reluciente, lo que permitía realzar los ojos. Jugando con el tono morado de los detalles del vestido, Vanngo creó un maquillaje difuminado con tonos malvas y violetas satinados (de la paleta Came To Play Eye Shadow Palette de Rare Beauty) para mantener la luz, a pesar de la intensidad del maquillaje. El delineado grueso y muy definido sellaba un look muy Selena Gomez.

Julia Garner o cómo no renunciar jamás a tu estilo

Se ha ganado a pulso todos sus premios al encarnar año tras año a personajes retorcidos, pero su paso sobre la alfombra roja también ha sido otra lección de fidelidad. En todos estos años de nominaciones y estatuillas, Julia Garner siempre ha lucido su cabello rubio platino de naturaleza rizada, dejando a un lado tendencias y reivindicando el movimiento curly en silencio y en Hollywood, un lugar donde todas las melenas están pulidas.

Este año en el que Julia se ha llevado el Globo de Oro a mejor actriz de reparto por su papel en ‘Ozark’, sí ha cambiado de look y sí ha alisado su cabello; sin embargo, se ha mantenido fiel a su estilo y su cabello aparecía peinado en un cortísimo pixie, apurado en la nuca y largo en la parte frontal, al estilo sleek. El flequillo desfilado y los mechones más largos de la parte superior le permitían jugar con el volumen del cabello, creando el look más chic de la gala. Lo acompañaba un maquillaje luminoso, con labial nude teja, sombras de ojos satinadas en rosa y un delineado cat eye muy fino, al estilo Audrey.

Jamie Lee Curtis, smokey eyes a los 60

Otra de las más rompedoras, siempre lo es, fue Jamie Lee Curtis. La actriz es un verso libre, y si al inicio de su carrera fue su cabello corto, hace unos años dejó todo su cabello blanco y ahora se atreve con los smokey eyes más oscuros de la alfombra roja. A sus 64 años, Jamie podría haber optado por las clásicas sombras brillantes con las que se iluminan los ojos; sin embargo, su elección para los Globos de Oro era un ahumado que combinaba sombra de ojos negra con otra nude-marrón y satinada, creando un degradado horizontal con el que pasar de la oscuridad máxima a la luz bajo la ceja.

El resultado era un ahumado marrón, dramático pero luminoso, con el que ni el párpado parecía caído ni los ojos se veían más pequeños. El intenso trabajo de la máscara de pestañas remataba la intensidad de la mirada y el resto del rostro se maquillaba con tonos muy naturales.

Jessica Chastain, siempre la invitada perfecta

La actriz entra en la lista de las veteranas. Sus premios y nominaciones la avalan, sí, pero el hecho de que todas sus apariciones estén medidas al milímetro y que siempre nos regale maquillajes, aspiraciones que recrear de clara a festividades o temporada BBC, la avalan desde el plano beauty. Una de sus normas de maquillajes más habitual es optar siempre por labiales de base rosa, ya que los colores fríos favorecen a su piel clara, el resto dependerá del estilismo que haya escogido, puesto que la estadounidense es bastante seguidora de la tendencia monocromática: replicar el color del vestido o el pelo en el maquillaje y la manicura.

Para esta edición de los Globos de Oro, Chastain ha recurrido, como se ha convertido en costumbre, en Kristofer Buckle. Mientras los labios en un rosa muy natural permanecían, la variación la encontrábamos en la mirada, donde un sinfín de sombras de ojos luminosas, del champán burbujeante al dorado galardón, iluminaban la mirada de Chastain, desde el lagrimal hasta el extremo. Una línea con lápiz khol oscurecía la línea de las pestañas, sobre la que se aplicaban pestañas postizas, creando un cat eye muy marcado pero sin trazo a la vista.

Los productos de Charlotte Tilbury volvían a ser los responsables del glow de la actriz, destacando especialmente el iluminador Hollywood Glow Glide Highlighter in Moonlit Glow. Pero, el verdadero hit del look de Jessica Chastain era el moño. Se trataba de un recogido a media altura en el que la castaña era muy pulida y creaba una forma redondeada, al estilo ensaimada de Leia en ‘Star Wars’. El moño, firmado por Renato Campora, recordaba al glamour del viejo Hollywood, algo que nunca falta en los estilismos de la actriz.

El firme 'new gothic' de Anya Taylor-Joy

La larguísima melena rubio platino de la actriz condiciona todos sus estilismos y ha contribuido a que sus maquillajes se acondicionen al tono frío de su piel y cabello en lo que hemos calificado de new gothic. Anya Taylor-Joy mantiene el glamour con diseños de alta costura y vistosas joyas, a la vez que defiende las melenas XXL de la generación Z. Para esta nueva puesta en escena, la actriz mantenía el liso y la raya centrada que la caracterizan, pero introducía un nuevo elemento.

Para despejar el rostro, retorcía varios mechones, creando un poco de volumen en la raíz al realizar un sencillo twist, de estilo retro. Algo tan simple le permitía realzar la mirada y llamar la atención sobre sus pendientes. Observábamos también una piel muy natural, con un sutil rubor rosa empolvado y brillante, y un maquillaje de ojos sutil, con una desdibujada sombra de ojos café y un finísimo delineado. El nuevo gótico no es más que ser muy natural y optar por tonos fríos.

Angela Bassett, el estilismo clásico de una diosa del cine

La mesura, la clase y el estilo del Hollywood clásico, natural y no impostado, los ponía Angela Bassett. La actriz, que se llevó el Globo de Oro a Mejor Actriz de Reparto por su papel en ‘Black Panther: Wakanda Forever’, elegía todos los elementos del ‘golden globes makeup’ y los adaptaba a su estilo.

Ondas al agua en una melena bob con mucho volumen y que, perfectamente, podría haber lucido Marilyn Monroe, un delineado difuso con el que rasgaba sus ojos en un gesto gatuno y un labial rojo cereza, muy cremoso que aportaba la cantidad justa de color. El mismo tono también lo encontrábamos en las mejillas de la actriz, que aparecían más pletóricas que nunca, incluso antes de sostener el galardón.

Las lágrimas de Emma D’Arcy, la guinda TikTok

La actriz británica, que ha alcanzado especial popularidad gracias a su papel en ‘La Casa del Dragón’, no solo es una auténtica amante de los cambios de look arriesgados, también le ha cogido el gusto a crear estilismos rompedores para cada una de sus apariciones en la alfombra roja. En esta ocasión, Emma D’Arcy combinaba dos tendencias de moda entre beauty addicts. Por un lado, encontrábamos el maquillaje lacrimógeno, que acumula millones de visualizaciones en TikTok y que consiste en recrear el efecto de una llorera en el rostro, moqueo y enrojecimiento, incluidos. Pero, en el caso de D’Arcy, la actriz optaba por la versión más pasionaria del estilismo y creaba lágrimas azules y con glitter, que caían por su rostro.

La otra tendencia que la británica trasladaba de las redes sociales a la red carpet era el maquillaje monocromático. Comenzábamos a ver esta técnica en los pasados Oscar de 2022, cuando el cabello, la manicura, el maquillaje y el vestido de Jessica Chastain lucían el mismo color. En el caso de Emma D’Arcy, el color azul de las puntas de su cabello era idéntico al de la sombra de sus ojos, al de las lágrimas que recorrían sus mejillas o al de los guantes con los que se cubría las manos.

Los Globos de Oro ya no son antesala de las tendencias de belleza, son su confirmación.