Hablemos del flequillo mágico de Jennifer Lopez: aparece, desaparece y rejuvenece

Cuando JLo llegó a la alfombra roja de los Premios Grammy 2023 enfundada en un impresionante 'custom made' de brillantes drapeados firmado por Gucci, nadie podría imaginar que, apenas minutos antes, Jennifer Lopez estaba haciéndose fotos en el asiento trasero de la limusina con un peinado bastante poco glamuroso.

El porqué es la esencia de su pelazo. Aquella melena pulida, llena de volumen y con las raíces ultralisas que el peluquero Chris Appleton creaba para el look de JLo precisaba de extensiones de cabello natural, una norma básica en sus peinados para eventos especiales, además de los clásicos rulos. Pero estos no eran todos los pasos necesarios para crear esa melena Y2K con la raya marcada en el centro del cabello.

Aunque pueda parecer un corte de pelo sencillo, el de Jennifer Lopez es un estilismo hecho a medida para la cantante, compuesto por capas y degradados que, a pesar de resultar claves para dar estructura a la melena, pueden dificultar los recogidos. A quién no le ha pasado eso de que se suelten algunos mechones y el peinado parezca un desastre. El quid de la cuestión está en los mechones frontales, aquellos que enmarcan el rostro y que JLo convierte en flequillo cuando le place.

En la entrega de los Grammy, Jennifer nos hizo partícipes de la previa a la alfombra roja. Mientras sobre el Crypto Arena de Los Ángeles vimos una melena de dos volúmenes, en la que la raíz estaba muy pulida con la raya en medio y fijada a los lados, para que el resto de la melena luciera voluminosa al estilo años 60, minutos antes el cabello de la cantante estaba recogido en un pouf.

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El trabajo de brushing con el que la melena se había peinado para que tuviera volumen -sin olvidar las extensiones- estaba intacto. Sin embargo, los mechones frontales estaban recogidos hacia atrás en un tupé al estilo de los 2000. Existen dos explicaciones a este truco. Por un lado, podemos pensar que, para conseguir un peinado más impoluto, Chris Appleton dio el remate final al peinado justo antes de entrar al estadio. La otra opción es que, en último momento, JLo cambiara de idea y optara por otro peinado.

Sea como fuere, lo que quedó claro es que un flequillo no tiene por qué limitar un look y que es un inestimable aliado para prescindir de contouring o retoques estéticos, al poder afilar o definir las facciones. El de Jennifer Lopez encaja bastante con un flequillo bottleneck -cuello de botella-. Se trata de un flequillo muy fino y degradado que está compuesto por mechones más cortos en la zona central del rostro y que se van alargando hacia los lados.

La cara queda 'abrazada', la mirada despejada por estos mechones más cortos, los pómulos realzados por ese escalón en el corte y, dependiendo del largo, la barbilla y la mandíbula se afilan. Cuando vimos por primera vez el flequillo de Lily Collins, antes de que comenzara el rodaje de 'Emily in Paris 3', pudimos ver otro tipo de bottleneck bang.

El grosor del flequillo permite que sea muy fácil hacerlo desaparecer. Jennifer lleva su flequillo degradado en abierto, lo que le permite ese ‘hair contouring’, sin que se aprecie la longitud de los mechones. Su cara está más cincelada, pero de una forma más natural. El suyo entraría, por tanto, en esos corte de pelo que calificamos de ‘efecto lifting’. Al estar realizados según las facciones de cada rostro, pronuncian y realzan las facciones. El único pero es que mantener cada capa en su longitud idónea precisa un mantenimiento bastante regular. Ningún problema para Jennifer.

Como decíamos, se trata de un flequillo mágico porque la cantante juega con él y lo hace aparecer o desaparecer según lo peine. En algunas ocasiones lo lleva al centro del rostro y lo trabaja con cepillo, rulos o herramientas de calor para darle curvatura y hacerlo parecer más grueso, logrando así un 'flequillo Andrea Sachs'.

Otros días, ni lo esconde con horquillas, ni lo lleva muy abierto hasta casi hacerlo una capa, ni lo atusa; es entonces cuando vemos el flequillo más Bardot de Jennifer Lopez. Las manos de su estilista siempre están presentes cuando luce ese flequillo esponjoso, abierto en su justa medida y acompañando siempre una melena con mucho volumen.

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Sin perder de vista los estilismos inspirados en los años 90 -los moños de Pamela Anderson o los cortes de pelo Brachel son un par de ejemplos-, no es de extrañar que la cantante neoyorquina haya apostado últimamente por los peinados en los que su flequillo mantiene la esencia noventera o dosmilera (Y2K), para conseguir un look más juvenil.

Este tipo de flequillos degradados se han convertido en una especie de seña de identidad del peluquero de las celebrities y, prácticamente, todas sus clientas lucen estos 'drape bangs' (flequillos degradados) en sus melenas densas y capeadas. Vemos el mismo flequillo abierto, que se acomoda a los lados del rostro y enmarca la mirada, potenciando la esponjosidad, también en Kim o Khloé Kardashian.

Todos estos looks conservan el volumen noventero y cumplen con la lección de peinado de Appleton: hacia dónde crear la onda en un flequillo para realzar el rostro o empequeñecerlo. De este modo, se exprime el efecto de contouring del flequillo, al crear una onda hacia afuera que genere el efecto de abrir la zona de la mirada y marcar el pómulo, otro de los trucos rejuvenecedores que contemplamos en el flequillo mágico de Jennifer Lopez.