¿Puedo potenciar el bronceado con zanahorias, nutricosméticos o tratamientos tópicos?

La conciencia sobre el daño que la sobreexposición al sol genera en nuestra piel y en nuestro organismo tiene mucho que ver con la proliferación de los autobronceadores o nutricosméticos que ayudan a estar morenos sin tener que tomar el sol en exceso. Los dermatólogos han visto cómo sus pacientes aprendían la lección de que el sol, sin protección o en exceso, era malo, más por el hecho de que aceleraba el envejecimiento de la piel (arrugas, manchas, flacidez) que por el riesgo de padecer cáncer.

Así que la búsqueda de alternativas a los rayos UVA, tanto los del sol como los artificiales, se ha traducido en la proliferación de complementos alimenticios que pretenden aportar al cuerpo lo necesario para que el proceso de bronceado no solo sea más rápido, sino que también sus resultados (estar moreno) duren más.

El temor a introducir en nuestro organismo píldoras o gominolas con vitaminas, pigmentos o activos vegetales -incluso antes de acudir en busca de sublimadores, estimuladores del bronceado, tópicos o autobronceadores- conlleva que lo más habitual para saciar la sed de bronceado sea recurrir al saber popular. Apoyado por las, en muchas ocasiones, peligrosas redes sociales, la ingesta de zanahorias parece la solución más sencilla. Incluso puedes encontrar artículos como ‘¿cuántas zanahorias tengo que tomar para ponerme más moreno?’. Bien, pues aquí eso de 'la solución más sencilla es la correcta' no es cierto.

Las zanahorias y el bronceado: pros

Es cierto que la mayoría de suplementos alimenticios para estimular el bronceado cuentan con ellas o alguno de sus componentes en su fórmula. Vanesa Paredes, directora técnica farmacéutica del Área Cosmética de MARNYS, nos explica por qué: “Las zanahorias contienen un alto contenido de betacarotenos, unos pigmentos liposolubles con alta capacidad antioxidante que son precursores de la vitamina A, los mismos que hacen que algunos vegetales y frutas presenten sus característicos colores rojos, naranjas y amarillos. Así, consumir betacarotenos no solo aporta vitamina A y ayuda a combatir los radicales libres, sino que, al ser liposolubles, los betacarotenos también potencian el bronceado en la piel”.

De este modo, la presencia de betacarotenos en los nutricosméticos responde a una acción antioxidante -que reduce los daños causados precisamente por el sol y que aceleran el proceso de envejecimiento de las células de la piel-, además de potenciar el bronceado. En resumen, pretenden lograr que la piel esté protegida, acondicionada y bronceada.

"El tono bronceado que consigamos depende también de otros factores, como pueden ser la genética, la exposición solar o la hidratación de la piel. En definitiva, las zanahorias pueden propiciar una mayor salud de la piel, pero en ningún caso garantizan un bronceado intenso ni se deben considerar sustitutas de una protección solar adecuada", explican desde 180 The Concept.

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Las zanahorias y el bronceado: contras

“Las zanahorias son un alimento rico en carotenos; sin embargo, hay que tener mucha precaución, puesto que al tratarse de compuestos liposolubles, se pueden almacenar en nuestros tejidos grasos, dando lugar a un exceso de vitamina A, por ejemplo, que puede ser perjudicial para nuestro cuerpo”, señala Victoria Lara, farmacéutica del equipo médico de Arkopharma, grupo especializado en medicina natural. A este respecto, uno de esos efectos secundarios más visibles es el tono amarillento/anaranjado de la piel, como consecuencia del consumo excesivo de zanahorias.

"Si se consumen altas cantidades de zanahorias es posible que las palmas de las manos tornen un poco anaranjadas, ya que la cantidad excesiva de betacaroteno puede acumularse en los tejidos grasos y en la piel. En todo caso, no tiene consecuencias negativas en la salud y se trata de un efecto temporal que disminuye cuando se modera la ingesta de alimentos ricos en betacaroteno", explica Gema Cabañero, directora de I+D+i de la firma nutiricosmética 180 The Concept.

“Es muy complicado que con los nutrientes presentes en la zanahoria se acelere el bronceado. Una composición en la que haya sinergia de ingredientes (betacarotenos, cobre, aceite de argán) será lo indicado para que el tono moreno se potencie y permanezca en el tiempo, evitando dar lugar a tonos amarillentos o anaranjados de la piel”, advierten. Es por ello que los nutricosméticos que incorporan betacarotenos los combinan con otros ingredientes que acondicionen la piel, la hidraten y la protejan antes, durante y después del bronceado. Entre los aliados habituales de los betacarotenos, destacan la vitamina E, el selenio, la caléndula o aceites como el de borraja o de argán.

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El cobre es, precisamente, uno de los ingredientes fundamentales de los potenciadores del bronceado de Arkosol, presente tanto en sus píldoras como en sus gominolas. Estas últimas combinan vitaminas, minerales y pigmentos de origen vegetal para ayudar en la correcta pigmentación de la piel con el citado cobre, además de proteger las células del daño oxidativo que acelera su envejecimiento con el selenio y la vitamina E. La recomendación es ingerir dos gominolas al día (2,3g de azúcar, 16 kcal), al menos 15 días antes de la exposición al sol.

La combinación de la vitamina E, los carotenoides y el selenio estimula los melanocitos, aumentando la producción de la melanina, lo que se traduce en una mayor protección frente al daño del sol, sumado a la acción antioxidante. Los carotenoides de su fórmula son luteína, zeaxantina y betacaroteno que, junto al selenio, aumentan la melanina, lo que se traduce en aumento de pigmento: bronceado. La fitopiperina junto al betacaroteno mejoran la biodisponibilidad, es decir, el cuerpo lo asimila mejor y la dosis necesaria es menor. El resto de los ingredientes mejoran la hidratación y refuerzan la barrera cutánea de la piel evitando la pérdida de agua.

Carotenoides que no perder de vista

En resumen, lo que sí queremos de la zanahoria, por su poder para mejorar el proceso de bronceado de la piel, son los betacarotenos, pertenecientes al grupo de los carotenoides. “Se trata de moléculas presentes en la naturaleza, como en ciertas frutas o verduras de colores amarillos, naranjas y rojas como pimientos, zanahorias, calabazas o tomates, así como en varias verduras de hoja verde. El problema es que tendríamos que tomar grandes cantidades de las mismas para beneficiarnos de su efecto en nuestro bronceado”.

Los betacarotenos influyen en la pigmentación de la piel gracias a su efecto sobre la melanina, además de protegerla frente al daño oxidativo (acción antioxidante), además de prevenir el deterioro de células y tejidos, como apuntan desde 180 The Concept. También podemos incorporar betacarotenos en nuestro organismo a través de alimentos como tomates, espinacas, arándanos o naranjas. "Por otro lado, los pescados grasos o los frutos secos naturales como las nueces o las almendras que, gracias a su aporte en omega-3, también ayudan a mantener la salud de la barrera de la piel y promueven la regeneración celular", explican desde la firma de nutricosmética.

Otros carotenoides a tener en cuenta son la luteína y la zeaxantina, pigmentos que actúan sobre la melanina de la piel y mejoran su hidratación y elasticidad. “Es muy reseñable el cobre, puesto que es un nutriente fundamental que necesita el organismo para la producción de melanina. La encima tyrosinasa lo utiliza en su producción, por lo que aportar este oligoelemento al organismo puede potenciar el bronceado”, señala la farmacéutica del equipo médico de Arkopharma.

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Los nutricosméticos, por tanto, son esa alternativa que permite incorporar los betacarotenos de una forma equilibrada, potenciando sus propiedades al combinarlos con otros ingredientes. Sin embargo, la biodisponibilidad de sus nutrientes es la que determinará la efectividad del complemento alimenticio. Esta cualidad determina su poder de absorción. Ingredientes como la cúrcuma, por ejemplo, ayudan a mejorar la biodisponiblidad.

“Lo principal será que se trate de un producto de calidad, con garantías de los activos y con una muy buena dosificación. Es crucial que la persona sea constante en el uso, este tipo de cápsulas requieren de continuidad, no vale con tomártelas durante 2 días y olvidarlas los 3 siguientes. En el caso de las cápsulas para potenciar el bronceado (Arkosol), es necesario comenzar a tomarlas al menos 15 días antes de la exposición al sol, continuar tomándolas durante la misma y si se buscan unos mejores resultados, recomendamos seguir quince días tras la exposición, para lograr un bronceado más duradero”, recomiendan desde la marca.

Desde la firma de nutricosmética 180 The Concept señalan que en el apartado solar, es importante tomar el tratamiento tres meses antes de la exposición y continuar tomándolo durante ella, tomando el sol con moderación y usando siempre fotoprotección. El Plan Solar de 180 The Concept está orientado a aumentar la tasa de melanina de la piel, acondicionarla antes del sol, reforzar los tejidos y proteger de la oxidación, para lo que suma a los constantemente citados betacarotenos, algas como las chlorella, espirulina y algas AFA. No faltan tampoco vitamina D3 o la vitamina J y varias vitaminas del grupo B para mejorar la hidratación y estimular la regeneración celular.

Pero, además de la ingesta de betacarotenos, otra opción para incorporar estos pigmentos a nuestra rutina de bronceado es hacerlo a través de la vía tópica. "Podemos potenciar el bronceado con la ayuda de aceites con altos contenidos de betacarotenos", explica la directora técnica farmacéutica del Área Cosmética de MARNYS. Para lograrlo, desarrollaron el Aceite Regenerador de Zanahoria.

A las cualidades de los betacarotenos se suman las de los aceites de almendras dulces, geranio, germen de trigo, naranja y limón para reparar la función barrera de la piel y dejarla más flexible y suave. La única aclaración para hacer un uso adecuado del aceite de zanahoria es que se debe aplicar siempre después de la exposición solar, ya que no tiene factor de protección.