Qué es la rinoplastia étnica y por qué cada vez es más demandada entre celebrities
Como alternativa de los retoques estéticos que igualan el rostro de todas las personas, intervenciones como la rinoplastia étnica defienden mantener los rasgos originales y alcanzar resultados muy naturales
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Aunque el aumento de mamás sigue siendo la cirugía estética más demandada, inmediatamente después va la nariz. Pero hablar de operarse la nariz por motivos estéticos aún parece un tabú, lo que lleva en muchas ocasiones a apuntalar “me he operado porque no respiraba bien”, incluso, por el temor a pasar a quirófano o tal vez por huir de un resultado muy drástico, muchas personas optar por la rinomodelación sin cirugía.
Con pequeñas infiltraciones de ácido hialurónico a una mayor profundidad que un relleno (sobre los tejidos óseo y cartilaginoso), se corrige la forma del tabique, la orientación de la punta o el puente.
La idea de obtener resultados conservadores, que no llamen la atención, pero sobre todo, que no nos conviertan en otra persona y que no reproduzcan los mismos rasgos en todo el mundo es, precisamente, el nuevo patrón de la medicina y la cirugía estética y se ha convertido en las demandas más extendidas entre pacientes.
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Es por ello que términos como el de la rinoplastia étnica, que pueda parecer han ido adquiriendo popularidad tanto entre los ciudadanos de a pie como entre las celebrities. La rinoplastia tradicional que modificaba la estructura de la nariz y, como apunta el Doctor Álex López, cirujano maxilofacial en Clínica Tufet, “el auge de la medicina estética junto a la globalización mundial de los últimos años pudo hacer que, hace un tiempo, se plantease el ideal estético caucásico como el único modelo de belleza posible”.
En el artículo ‘Me regalé una rinoplastia étnica por mis 30’ de Coveteur, la periodista Neha Tandon explica que cuando acudía a médicos para operarse, explicaba que quería mantener elementos de su nariz, “la rinoplastia debía tener en cuenta la preservación de mi imagen étnica. No quería que la punta de mi nariz estuviera hacia arriba, por ejemplo, ya que es un rasgo más propio de Europa”, pero le resultó complicado dar con un cirujano que lo respetara.
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El de Neha no es un caso aislado. Al hablar de rinoplastias, resulta imposible no mencionar a Bella Hadid. Hija de Mohamed Hadid y Yolanda Foster, a los 14 años se sometió a una cirugía de nariz de la que ahora se arrepiente. Su entrevista para Vogue resultó muy polémica porque confesó sus retoques y declaró “ojalá hubiera conservado la nariz de mis antepasados. Creo que con el tiempo me habría adaptado a ella”. Una rinoplastia étnica podría haber sido el equilibrio entre mantener sus rasgos y modificar sus inseguridades.
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La tendencia está ahí, "los pacientes de otras zonas ya no buscan asemejarse a ese modelo, sino potenciar y dar valor a sus rasgos raciales, en este caso su apariencia nasal, con la idea de alejarse de un estándar homogéneo y acercarse a la mejor versión de sí mismos". Según el doctor de la Clínica Tufet y para comprender un poco en qué consiste una rinoplastia étnica, la de Jennifer Lopez podría ser un ejemplo. No se modificó su estructura, mantiene sus principales características y no le ha cambiado el rostro.
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El cirujano también advierte de que, como una consecuencia de la evolución de las técnicas, además de la demanda de la naturalidad, "la cirugía de rinoplastia nasal (convencional o étnica) ha dejado atrás aquellas grandes modificaciones de la nariz que daban lugar a narices muy iguales y estándares en todos los pacientes y con evidentes signos de haber pasado por quirófano".
La tendencia actual es a lograr resultados mucho más personalizados, no en línea, "se busca una mejoría individualizada y menos estandarizada, utilizando técnicas diversas para conservar una nariz de aspecto natural y aportar una mayor harmonía a su rostro", indica.
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En qué consiste una rinoplastia étnica
“La rinoplastia étnica es un tipo de intervención quirúrgica de la nariz que pretende modificar y mejorar la apariencia externa, así como la funcionalidad respiratoria nasal, preservando las características étnicas y raciales de la nariz del paciente. Tiene como objetivo mejorar la armonía facial del paciente, evitando una nariz más estandarizada y respetando los rasgos étnicos”, describe Doctor Álex López, cirujano maxilofacial en Clínica Tufet.
Se realiza prácticamente igual que una rinoplastia tradicional, con la diferencia de que, en algunos puntos se puede modificar la técnica o incorporar alguna nueva para mejorar aspectos distintivos de la nariz étnica, “como una piel más gruesa, unos agujeros nasales más amplios o unos cartílagos más débiles”. Como apunta el cirujano, este tipo de intervenciones, que ha ido ganando popularidad, suele ser demandadas por pacientes de entre 20 y 40 años de ambos sexos, aunque se siguen decantando por ella más las mujeres, especialmente latinas y, en el caso de Estados Unidos, como apunta Neha Tandon, en mujeres indias.
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Al tratarse de una cirugía más conservadora que la rinoplastia tradicional, que acostumbra a cambiar la estructura, se puede realizar en cualquier tipo de nariz. Como recuerda el cirujano maxilofacial, su finalidad es mejorar los atributos externos de la nariz e incluso mejorar su funcionalidad respiratoria nasal.
Lo que no significa que todos los casos sean iguales, pues las características de cada paciente y su etnicidad determinan el procedimiento. “Dependiendo del origen del paciente, los objetivos a mejorar pueden ser diferentes. No obstante, en narices étnicas de ascendencia africana, sudamericana o asiática, suele ser común que el paciente busque reducir la anchura de las fosas nasales, dar proyección al dorso nasal o definir mejor la punta nasal. El principal inconveniente: en muchas ocasiones, nos ‘enfrentamos’ a una piel más gruesa y un cartílago más débil, que requerirán de técnicas específicas, como injertos de cartílago del propio septo (tabique), oreja o costilla, para dar soporte y resultados duraderos a largo plazo”, concluye el cirujano maxilofacial Álex Lopez.
Aunque el aumento de mamás sigue siendo la cirugía estética más demandada, inmediatamente después va la nariz. Pero hablar de operarse la nariz por motivos estéticos aún parece un tabú, lo que lleva en muchas ocasiones a apuntalar “me he operado porque no respiraba bien”, incluso, por el temor a pasar a quirófano o tal vez por huir de un resultado muy drástico, muchas personas optar por la rinomodelación sin cirugía.