Belén Corsini arrasa en Sevilla con su estilismo en la aparición tras su boda

Hace tan solo una semana Belén Corsini contraía matrimonio con Carlos Fitz James Stuart en Madrid. El Palacio de Liria se convertía en el escenario de uno de los eventos más esperados del año, por la sequía de estos y por la importancia de que la aristocracia española se reunía por primera vez en muchos años.

La novia, Belén, que hasta su compromiso había permanecido alejada del foco mediático se ha convertido ahora en una de las socialités más buscadas. Ahora bien, no podíamos imaginar que nuestros encuentros con ella serían tan seguidos. ¿Por qué? Porque pese a que los mismos novios lo han contado, recordamos que han tenido que retrasar su viaje de novios por la pandemia y a ello se ha sumado que los Duques de Huéscar han elegido el fin de semana siguiente de la boda de sus cuñados para bautizar en la fe católica a su pequeña Rosario.

Como te comentábamos Belén, que desciende de una familia de poderosos empresarios, es una mujer con estilo propio y que le da un twist a los básicos. Como en esta ocasión. Para el bautizo de su sobrina ha elegido un vestido que largo, estampado en tonos malva, de manga larga y hombro abullonado. Acompañado de unas sandalias doradas para llevar mejor el calor de la ciudad hispalense y muy en su línea ha apostado por unos complementos diferenciadores entre los que ha destacado unas argollas de las que colgaban dos gotas de cristal y una cartera sobre en beige.

Natural con un toque personal, así se podría definir el estilo de esta nueva aristócrata. Mantiene los cánones de su cuñada, utilizan prendas descomplicadas en el corte, pero con personalidad y también en los complementos. Tienen una conexión, además de familiar, en cuestión de lo que a estilo se refiere. Captan la atención mediática de una forma elegante y sutil, sin parafernalias, ni ideas barrocas.

Tan solo hace una semana...

Mientras que hoy nos ha ofrecido una imagen más moderna, tan solo siete días antes Belén eligió un diseño de Navascués, de corte imperio, realizado en georgette pesante de seda natural con doble falda y enagua en satín con remate bordado y mangas de una pieza abullonadas. Llevó en las primeras horas una larga cola, que era más tarde se retiró, que se elaboró con tul plumetti bordado sobre gazar, al igual que el velo que también era de tul plumetti. La firma de Cristina Martínez-Pardo, también vistió a la hermana de la novia, uno de los looks más destacados entre los invitados e invitadas.