Stella del Carmen, Azzaro y los detalles de la primera tarde de la Alta Costura

La mañana fue un desfile de nombres de famosos en la pasarela de la maison Schiaparelli, como el de Olivier Rousteing, Kanye (creador de la firma Jeezy) y Julia Fox o Jacquemus, que estuvieron entre los asistentes al desfile de alta costura en el cual se perpetuaba esta moda iniciada hace un tiempo y en el que (¡habrase visto!) los diseñadores se apoyan entre ellos. El mediodía en Dior continuó con el desfile de nombres propios, entre los cuales destacaron Stella del Carmen o Beatrice Borromeo. La tarde a nivel desfiles fue muchísimo más conceptual, dejando a un lado al famoso para concentrar la atención en la costura.

Inauguró la tarde de moda Olivier Theyskens para Azzaro, un lenguaje renovado, libre y asertivo que resuena con los tiempos. Exploraba una sofisticación fluida y andrógina para evocar un nuevo futuro en la firma. Cortes muy masculinos que no olvidaron la sastrería magistral que enfatizaba los icónicos vestidos largos de la maison. Con cortes relajados, volúmenes oversize y hombros amplios, esta sastrería mixta y controlada afirma la atemporalidad de las formas en contraste con texturas aterciopeladas y materiales técnicos iridiscentes. Los vestidos largos, queridos por Loris Azzaro, se han revelado con su clásica fluidez y una seducción tranquila.

Cuando lo ficharon en 2020, Gabriel de Linage, consejero delegado de la firma, declaró: "Su predilección por una sensualidad reivindicada y los contrastes fluidos de materiales y cortes evocan el estilo de Loris Azzaro y sus musas emblemáticas", y parece que esta sigue viva.

La Maison Rabih Kayrouz se ha centrado en una presentación digital que en París aceptaba una presencialidad a través de citas. El diseñador libanés Rabih Kayrouz, que fue descrito por Suzy Menkes en el 'International Herald Tribune' como “un arquitecto en un mundo de decoradores”, ha vuelto a sorprender con una presentación estructural. Pese a que su nombre ha pasado un poco desapercibido, todos los expertos hablan de él maravillas. Kayrouz huyó a París tras la guerra civil de su país y con solo 16 años comenzó a estudiar en L’École de La Chambre Syndicale de la Couture Parisienne. Después de graduarse, Kayrouz trabajó en Chanel y en Christian Dior, antes de regresar a su país natal, que entonces estaba en paz. Una vez en casa, comenzó a crear alta costura como vestidos de novia para amigos. Sus diseños pronto lo llevaron a ser el más aclamado por la alta sociedad de Beirut y la realeza del Medio Oriente.

En 2009, el diseñador fundó Maison Rabih Kayrouz y fue invitado por la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne a convertirse en miembro de esta. Ante tal honor, Kayrouz le dijo a 'The National': "Mi idea no es únicamente mostrar una colección de alta costura, es mostrar una colección que tiene diferentes técnicas. Para mí, este es el futuro de la alta costura. Por lo general, se diferencia entre alta costura y prêt-à-porter. Pero para mí no es eso. Esta es una colección que tiene diferentes técnicas".

La colección lo demostraba. Ha desarrollado un híbrido artístico con ritmo como en un poema, tal y como mencionábamos antes, lleno de conceptos incluso en el movimiento de las modelos. La poesía en la imagen se trasladaba también a la idea creativa, el vídeo lo acompañaba en la composición:

"Ella camina, decidida, frágil y fuerte, ella no flaquea. Exudando amor y orgullo. Conmovida por su pasado. Inspirada por su futuro. Abrazando el presente. Vestidos estructurados. Chaquetas y abrigos con cortes afilados e intransigentes. Movimiento y aplomo. El adorno es una parte integral de la tela. Tonos ébano, brandy, amapola y caléndula. Deslumbrantes vinilos, brocados y bordados. Siluetas alargadas en pantalones, faldas, vestidos y shorts. Suave y sensual, nos hechiza. Ella pasea por la ciudad. Nos saca a bailar una tarde de invierno. Ella brilla e irradia calor". Como la alta costura.