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Levi Strauss, el Amancio Ortega de EEUU que empezó con una mercería
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REVOLUCIONARIO DE LA MODA

Levi Strauss, el Amancio Ortega de EEUU que empezó con una mercería

El creador del genuino blue jean supo abrirse camino gracias a una idea revolucionaria pensada para los trabajadores de las minas de oro de California

Foto: Levi Strauss. (Gtres)
Levi Strauss. (Gtres)

Rectos, pitillo, boyfriend, flare, cropped flare, culotte, slouchy, bootcut, cargo, tiro alto, tiro bajo, desgastados, desgarrados, con flecos, largos, cortos… La variedad de tipos de pantalones vaqueros que existe hoy en el mercado es inacabable, haciendo que esta prenda sea uno de los ‘must have’ más imprescindibles en cualquier armario.

¿Conoces a alguien que no tenga un pantalón vaquero? Yo tampoco… Están presentes en todas las marcas y grandes firmas. Amancio Ortega, uno de los grandes empresarios del mundo de la moda, por poner un ejemplo, lleva décadas apostando en cada temporada por una amplia colección de este tipo de pantalones. El gallego montó un imperio textil a partir de una pequeña mercería, unos inicios que precisamente son muy similares a los del inventor del pantalón vaquero.

Foto: Pantalón y chaqueta vaquera cool. (Zara/Cortesía)

Este lunes 26 de septiembre se cumplen 120 años de la muerte de Levi Strauss, el creador de esta icónica prenda. Si pudiera levantar la cabeza por un segundo, seguramente no creería la increíble evolución que sus jeans han experimentado ni que su uso sea masivo a nivel mundial en pleno siglo XXI.

Alemán de nacimiento, la historia de Levi Strauss comienza con un exilio forzado por la falta de recursos económicos en Baviera, donde vivía con su madre y sus dos hermanas. Era el año 1847 y juntos decidieron comenzar una nueva vida en América. Los dos hermanos mayores de Levi Strauss, que entonces tenía 18 años, ya habían viajado antes y habían logrado asentarse en Nueva York, abriendo allí un almacén textil.

No tardó mucho tiempo en estallar la famosa fiebre del oro y la familia vio una oportunidad de mejorar su economía. Efectivamente, las minas de oro de California proporcionaron a Levi Strauss mucha riqueza, pero no mediante el valioso mineral que allí se extraía y con el que se enriquecieron muchos buscadores de fortuna (aunque menos de los que viajaban hasta allí buscando esa suerte), sino por el negocio textil que generó gracias a la existencia de aquellas minas y la afluencia de personas procedentes de todo el mundo que acudían a ellas.

La pequeña mercería de Nueva York abrió así una sucursal en San Francisco. En ella, Levi Strauss vendía, entre otras cosas, una tela de algodón rústica procedente de Génova. Su resistencia era perfecta para ser utilizada como toldos de las carretas que en la época abundaban en la zona o para tiendas de campaña donde los mineros se resguardaban.

placeholder San Francisco, en 1890. (Getty/Henry Guttmann Collection/Hulton Archive)
San Francisco, en 1890. (Getty/Henry Guttmann Collection/Hulton Archive)

Pero pronto Strauss vio en aquella tela otra utilidad. Consciente de que los trabajadores de las minas cambiaban constantemente de pantalón, porque debido a su trabajo se les desgastaba muy rápido, decidió fabricar pantalones con aquella tela tan resistente.

Rectos, con bolsillos y duraderos, no tardaron en convertirse en todo un éxito. Los trabajadores de las minas contaban con una prenda resistente y cómoda, ya que los bolsillos les permitía guardar herramientas mientras buscaban el oro.

Pero otro inconveniente surgió. Aquellos bolsillos se rompían con facilidad debido al peso de las herramientas que los mineros guardaban en ellos. Fue entonces cuando entró en acción Jacob Davis, un sastre judío de Nevada que había creado unos remaches de cobre para reforzar los bolsillos de aquellos pantalones. Su figura fue crucial para el éxito de Levi Strauss, pues suya fue la idea de crear pantalones remachados. Quería patentar su invento, pero no contaba con los recursos económicos suficientes, por lo que propuso a Levi Strauss asociarse. De esta forma, el pantalón denim con bolsillos remachados nacía en 1873, cuando Levi Strauss & Company y Jacob Davis recibieron la patente de Estados Unidos de Norteamérica. Se trataba del primer blue jean genuino.

La competencia no tardó en llegar. Para fortalecer la marca de empresa frente a los competidores, Strauss creó en 1886 un logotipo que ya es mítico en la historia de la moda. Se trata de la famosa etiqueta de cuero donde aparecen de dos caballos tirando de un jean irrompible.

placeholder La famosa etiqueta de Levi Strauss & Co. (Reuters/Andrew Kelly)
La famosa etiqueta de Levi Strauss & Co. (Reuters/Andrew Kelly)

En 1890, Levi Strauss and Company ya era una empresa mundialmente conocida de ropa al por menor en la que el empresario involucró a su familia, incorporando en la misma a cuatro de sus sobrinos. Fue ese mismo año cuando lanzaron al mercado los icónicos Levi’s 501.

El 26 de septiembre de 1902, Levi Strauss fallecía en su casa de San Francisco, California, a la edad de 73 años. Sus nietos continuaron al frente de su fábrica. Las generaciones posteriores siguieron manteniendo el negocio. En el siglo XX, la marca no cesó en la creación de nuevos diseños, reinventándose una y otra vez, y consiguió convertirse en un imperio mundial dentro del sector de la moda. Los pantalones vaqueros dejaron de ser una prenda exclusiva para trabajadores de la mina y del campo y pasó a ser un icono de moda considerado ‘chic’, símbolo de una personalidad aventurera y fuerte.

En 1934 llegó el jean para mujeres, saliendo al mercado los Lady Levi’s. Tardó en calar, pero el éxito de esta nueva ocurrencia fue rotundo, tal y como el paso del tiempo ha demostrado.

placeholder Un grupo de jóvenes americanos, vistiendo pantalones y camisa vaquera en 1955.(Getty/Pavelle Jacobs/Three Lions)
Un grupo de jóvenes americanos, vistiendo pantalones y camisa vaquera en 1955.(Getty/Pavelle Jacobs/Three Lions)

El pantalón vaquero no solo se ha convertido en una prenda imprescindible en el armario de cualquier mujer u hombre, sino que también ha llegado a ser, en muchos casos, un objeto de lujo y de deseo mimado por las grandes firmas internacionales.

placeholder Carlota Casiraghi, con vaqueros de Chanel. (Getty/Pascal Le Segretain)
Carlota Casiraghi, con vaqueros de Chanel. (Getty/Pascal Le Segretain)

Rectos, pitillo, boyfriend, flare, cropped flare, culotte, slouchy, bootcut, cargo, tiro alto, tiro bajo, desgastados, desgarrados, con flecos, largos, cortos… La variedad de tipos de pantalones vaqueros que existe hoy en el mercado es inacabable, haciendo que esta prenda sea uno de los ‘must have’ más imprescindibles en cualquier armario.

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