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La entrevista a las hermanas Pombo, al completo: "No habríamos logrado estar donde estamos sin María"
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LA ENTREVISTA COMPLETA

La entrevista a las hermanas Pombo, al completo: "No habríamos logrado estar donde estamos sin María"

Un Premio Vanitatis, una docuserie, una producción de moda y una gran entrevista con María, Marta, Lucía y Gabriela como protagonistas. Léela al completo

Foto: María Pombo durante la sesión de moda para Vanitatis. (Cortesía/ Amazon)
María Pombo durante la sesión de moda para Vanitatis. (Cortesía/ Amazon)

“Sin mi familia es imposible saber quién es María Pombo. Siempre digo que la mejor herencia que me podían dejar mis padres ya me la dieron en vida hace mucho y han sido mis hermanas. Cada una con una misión, una personalidad, pero todas con los mismos valores”. Estas palabras fueron parte del sentido discurso con el que María Pombo nos emocionó a todos en los Premios Vanitatis.

Recapitulemos. Madrid, martes 29 de octubre de 2024 y Vanitatis celebra la segunda edición de sus galardones. Pasadas las 20.00 horas, la familia Pombo llega a la fiesta. Las cuatro hermanas, María, Marta, Lucía y Gabriela, vienen a recoger uno de los premios. No están solas: sus padres, Víctor Pombo, ‘Papín’, y Teresa Ribó, su abuela Teresa, sus tres maridos, Pablo Castellano, Luis Zamalloa y Álvaro López Huerta, y la madre de Gabriela, Marcia, arropan a las creadoras de contenido. A los flashes de los fotógrafos congregados en Jimmy’s, el local que acogió los Premios Vanitatis, se suman un séquito de cámaras, es el equipo de Komodo Producciones grabándolo todo como parte de la cuarta temporada de ‘Pombo’, la docuserie de Amazon que narra el día a día de este clan y la excusa perfecta para premiar a las hermanas.

No habían transcurrido ni 48 horas cuando Vanitatis volvió a reunir a las hermanas Pombo, esta vez, para una sesión de moda. Por primera vez, María, Marta y Lucía Pombo, y la ‘cuarta hermana’, Gabriela Toral, posan juntas. Una sesión que transcurrió en Madrid y que, al igual que nuestros premios, será parte de la próxima e inminente temporada de ‘Pombo’ que se estrenará en Amazon el próximo 24 de enero.

Juntas suman casi 5 millones de seguidores en Instagram. Un ejército de fieles que tiene su origen en la Pombo más famosa. “Estar donde estamos nosotras es complicado y no lo habríamos logrado sin nuestra hermana María”, confiesa Lucía, la mayor de las hermanas. A Lucía, Marta o Gabriela no les cuesta reconocer que, si son alguien en redes sociales, es gracias a María. Pero como la creadora de contenido dijo en el mencionado discurso tras recoger el Premio Vanitatis, "Recuerdo la primera reunión con Amazon. Ellos querían que fuera yo sola quien hiciera el formato, pero desde el primer momento tuve claro que tenía que ser con la familia, porque sin ellos no existiría María Pombo. Gracias en mayúsculas a nuestros padres por decir siempre que sí, sin pensarlo demasiado, pero sobre todo por transmitirnos estos valores que hacen que hoy seamos una piña". En realidad, el éxito de las Pombo no radica en la figura de María, lo hace en la de sus padres, Víctor Pombo, ‘Papín’, y Teresa Ribó.

placeholder Lucía y Marta Pombo. (Cortesía/ Amazon)
Lucía y Marta Pombo. (Cortesía/ Amazon)

Sea como fuere, estas cuatro mujeres han convertido su apellido, Pombo, en una marca y en un negocio que, además de ‘followers’, mueve millones de euros. El secreto no puede ser más sencillo: la familia, ese es el pilar fundamental que sostiene a las hermanas Pombo. Cuatro chicas normales que dominan el universo digital.

Una docuserie y un premio

María, Marta, Lucía y Gabriela llegan puntuales a la cita con Vanitatis. Un estudio ubicado en el barrio Chamberí recibe a nuestras cuatro protagonistas. Al igual que sucedió en nuestra fiesta, las Pombo no vienen solas: sus representantes, parte del equipo de Vertical, y de nuevo, el equipo de Komodo Producciones, van detrás. Llegan a cara lavada, ataviadas con vaqueros y prendas de punto, y con ganas de empezar. Entre ellas, complicidad y buena sintonía. Mientras María y Marta comienzan con el maquillaje y el peinado, la primera, a manos de sus incondicionales, Inés Castaños y Jesús de Paula, para GHD, y la segunda, con Bea Matallana para Dyson; Lucía y Gabriela revisan el vestuario que la estilista Leonor Delkader ha elegido para la producción.

Entre looks, maquillajes y peinados, una servidora se lanza a la entrevista a cuatro. ‘¿Cómo habéis recibido el Premio de Vanitatis?’. “Ha sido un orgullo porque lo hemos recibido toda la familia y esto es la primera vez que ocurre, solo por ese motivo, es ya el premio más especial hasta la fecha”, explica María Pombo. A lo que Lucía, la mayor, añade, “no fui consciente del valor que tenía hasta que volví a casa y me di cuenta del regalazo que nos había hecho Vanitatis con el premio”.

Como telón de fondo, ‘Pombo’, la docuserie de Amazon que se ha colado en el día a día del clan. “Tener tu vida grabada es un regalazo. Vamos a poder tirar de archivo y enseñarle a nuestros hijos todo lo vivido juntos”, dice Marta Pombo. A punto de ver la luz la que será la cuarta temporada, la vida de las Pombo se ve y se disfruta dentro y fuera de España. “Saber que nos están viendo desde Chile, Argentina, México o Portugal es increíble”, confiesa María Pombo. “Cuando empezamos a grabar no éramos conscientes de lo que se nos venía. Es un proyecto que me une más a mi familia y me permite pasar más tiempo junto a ellos”, comenta Lucía. Para Gabriela, la ‘cuarta hermana’, la docuserie le está sirviendo de escaparate al mundo, “me está ayudando a mostrarme tal y como soy”.

La buena acogida de ‘Pombo’ a nivel nacional e internacional pilló a alguna por sorpresa. “Nunca me habría imaginado tanto éxito y que a la gente le gustase tanto. Puedo entender el interés por una primera temporada, por la novedad, pero que siga emocionando y generando expectación es increíble”, declara Marta Pombo. La cuarta temporada llegará a Amazon este 24 de enero y solo el tiempo dirá si le seguirá una quinta, una sexta y más. “Ojalá no termine nunca y lleguemos a tener 25 temporadas como las Kardashian”, desea Marta. Un sueño que la influencer no comparte con sus dos hermanas Pombo. “Final tiene que tener”, señala rotunda María. “Nuestras vidas dan para lo que dan, como las de todos, y aunque me da mucha pena, creo que debería tener final”, comenta Lucía.

placeholder María Pombo y Gabriela Toral. (Cortesía/ Amazon)
María Pombo y Gabriela Toral. (Cortesía/ Amazon)

Cuatro hermanas, cuatro personalidades: las Pombo, una a una

Ya lo dijo María Pombo, “cada hermana con una misión, una personalidad, pero todas, con los mismos valores”. Lucía es la mayor, tiene 35 años y además de creadora de contenido, es piloto de vuelo comercial. “Lu es la encargada de que no nos salgamos del camino en ningún momento de la vida y si nos salimos, nos reconduce. Es la encargada de sacar las uñas a cualquiera que pudiera hacernos daños. Es la encargada de poner cordura a todas nuestras decisiones”, así presentó María a la primogénita de Víctor Pombo y Teresa Ribó. Es su turno. “Lucía Pombo es una persona empática. Es considerada con todo el mundo y con toda la gente que vive a su alrededor. También superagradecida. Siempre está dispuesta a ayudar”. Y su rol dentro de la familia Pombo es fiel a la posición que le ha tocado ocupar. “Cumplo con el rol de hermana mayor de manera literal. Soy la hermana a la que llamas cuando tienes un problema, cuando realmente estás en un apuro”, señala Lucía.

Marta es la segunda, acaba de soplar las velas de su 33 cumpleaños, es influencer y madre de familia numerosa. “Marta es la encargada de dar felicidad en cualquier situación, dar un poquito por saco en momentos tensos y la calma en momentos complicados. También la encargada de hacerte sacar tu mejor versión para que puedas brillar tanto, tanto, tanto que te deslumbres a ti misma. Olvidándose a veces de quedarse con un poquito de luz para brillar ella”, una descripción de María Pombo que coincide con la visión que Marta tiene de sí misma. “Soy una persona divertida, positiva, llena de buena energía, pero sobre todo, soy buena persona. Siempre estoy preparada para sacar la mejor versión de las personas que me rodean”.

Pausamos a María para hablar de Gabriela Toral. Hija de Marcia, la persona que trabajó en casa de los Pombo cuando las tres eran niñas, Gabi nació y se crio junto a Lucía, Marta y María. Las tres y sus padres acogieron a Gabriela como una hermana y una hija más. Tiene 21 años, estudia marketing, publicidad y canto, y también tiene un perfil en Instagram. “Gabi es vitamina en vena y en cualquier situación. Tenerla cerca es el mayor de los regalos”, dijo María Pombo sobre ella en los Premios Vanitatis. “Todavía estoy descubriendo qué cosas quiero en la vida y tengo a mis hermanas como referentes para que me ayuden. Soy bastante extrovertida y me gusta estar rodeada de gente”, cuenta Gabriela sobre ella.

Solo falta María. La líder del clan Pombo, con permiso de ‘Papín’, empezó a dedicarse a las redes sociales hace más de una década. Con una industria aún inexistente y su pasión por enseñar su vida a través de un videoblog en YouTube, la joven madrileña se convirtió en pionera y hoy es la cabeza de cartel de la actual generación de influencers que triunfan en España. Tiene 30 años, es madre de dos hijos y una empresaria reputada: todo lo que toca María se transforma en oro. “María es como el sol, es el sol que nos da vida y la vitamina que necesitamos. Es, sin duda, nuestra guía”, explica Marta Pombo. “Soy una persona a la que le cuesta tomar pequeñas decisiones, pero que, a la vez, tengo muy claro lo que quiero. Quién me conoce, sabe que prefiero los ambientes íntimos, a las grandes masas y disfruto mucho estando en familia”, expresa María sobre sí misma.

Lucía, Marta y Gabriela son plenamente conscientes, y lo reconocen llenas de orgullo, que sin María, ellas, ni la familia Pombo, jamás habrían llegado a estar donde están. “Las cuatro somos un pack y nos sumamos mucho, pero todo lo que hemos logrado ha sido gracias a María”, reconoce Marta. “Si somos claros, al principio me empezaron a seguir gracias a María”, dice Lucía.

De profesión, influencers

En 2012, una desconocida María Pombo se abre un perfil en Instagram. Dos años antes, esa red social acababa de llegar a España. “Empecé sin saber muy bien a dónde me iba a llevar esto”, recuerda la creadora de contenido. Su hermana Marta, que tenía otro perfil, pero cerrado, le ayudaba con las fotos hasta que un día, dio el salto. “Cuando empecé, nunca imaginé llegar hasta aquí. Mi cuenta era privada y fue mi hermana María la que me animó a abrirla, me decía que era muy divertida y que la gente me iba a amar”, señala.

placeholder María Pombo supervisando la sesión de fotos. (Cortesía/ Amazon)
María Pombo supervisando la sesión de fotos. (Cortesía/ Amazon)

El incesante goteo de seguidores y el boom de la era digital catapultaron a María a la fama y con ella, el resto de su familia: campañas de publicidad, empresas propias, programas de televisión y exclusivas. Pero si algo ha marcado la diferencia de las Pombo con respecto a otros influencers coetáneos ha sido hacer de su apellido una marca en alza, emprender e invertir con acierto en los negocios adecuados. Las Pombo son mucho más que creadoras de contenido. “Nosotras diversificamos el negocio, intentamos ir por otros lados y al final la vida nos ha llevado a que nuestro trabajo principal sea el de las redes. Para mí es mi trabajo soñado, me encanta, es algo que incluso con sus cosas malas compensa”, revela María.

“Me siento muy orgullosa de ser influencer. Es un trabajo que me está abriendo muchísimas puertas y que me permite tener la vida que quiero”, subraya Marta. Lucía, piloto, además de ser creadora de contenido, explica que, como influencer, “tienen la capacidad de influir y, por lo tanto, tenemos una gran responsabilidad”. Ella tiene claro que, como prioridad profesional, siempre pesará su carrera en la aviación. “Volar es lo primero, aunque reconozco que lo que me da una chispa en la vida son las redes sociales”.

Trabajan en y para redes sociales. Ser influencer, una profesión que sigue generando controversia en cierta parte de nuestra sociedad. “Creo que gran parte de la gente lo rechaza porque no termina de entender lo que podemos aportar, tanto a nivel visibilidad o negocio para las marcas, como a nivel canal de entretenimiento para mucha gente”, sostiene María Pombo. Una afirmación que comparte con Marta, “me atrevería a decir que se debe a la falta de información, poca gente es consciente de los equipos que hay detrás de cada campaña o cada publicación”. Lucía suma un ingrediente más, “es un trabajo muy jugoso al que le gustaría acceder a mucha gente y en el que juega un papel determinante el factor suerte, porque si no sería imposible que llegues a cierto posicionamiento”.

Detrás de Marta Pombo (y de sus hermanas), “hay más gente de la que puede parecer”. Al igual que en lo personal, las Pombo no están solas, y sus padres y sus maridos son sus grandes apoyos; en lo profesional, su respaldo es Vertical, la agencia de representación de la que María Pombo es socia junto a su marido, Pablo Castellano, y los hermanos Marc y Álex Márquez. A mediados de 2023, Vertical y las Pombo unieron fuerzas. “Con el paso de los años nuestro equipo ha ido creciendo y profesionalizándose. He visto un gran cambio de la antigua agencia a la actual, a Vertical. En esta nueva agencia hay una estructura mucho más marcada: tengo una persona que me ayuda con los videos, una que me guioniza y me hace más profesional la publicidad. Tú eres la imagen visible de un trabajo que hay detrás que es enorme”, cuenta Lucía.

Siendo una Pombo, la siguiente pregunta es obligada, ‘¿es posible desconectar de las redes sociales? ¿Os sentís esclavas?’ Marta responde con un no rotundo. “En su día aprendí que no necesito las redes sociales para ser feliz. Gracias a Dios soy una persona que se adapta muy bien a las nuevas situaciones y me siento libre. Cuando estoy bien lo publico, cuando estoy mal también y cuando no me apetece, no publico nada. Y sé que mi comunidad me quiere y me sigue por eso”. Para María, desconectar es más complicado. “Es mi trabajo y me apasiona, pero sí que es verdad que yo no puedo ‘desconectar’ nunca al 100% y si pienso eso mucho sí que me entra algo de agobio”.

Las dos caras de Instagram

Aunque el común denominador en sus carreras son las redes sociales, cada hermana lo gestiona y vive a su manera. No hay un día igual al otro y su agenda está repleta de imprevistos. “Lo que siempre hago es llevar y recoger a Martín del colegio, tengo la grandísima suerte de que me puedo organizar casi siempre para conseguirlo porque el resto del día suele ser imprevisible”, cuenta María. La otra madre del grupo, Marta, también prioriza el cuidado de su familia. “Mi día a día está centrado en mis hijas: Matilda ahora va al colegio y Candela y María nos necesitan. Es complicado porque nos exigimos mucho a nosotras mismas. Los tiempos han cambiado y no somos las mismas mujeres que antes. Hoy en día queremos tener una vida profesional y cumplir sueños laborales. En lo laboral, no tengo unas rutinas y todo va surgiendo poco a poco, eso es algo que me agobia un poco, no tener organización e ir cogiendo trabajos sobre la marcha”.

placeholder Marta Pombo. (Cortesía/ Amazon)
Marta Pombo. (Cortesía/ Amazon)

Es en ese día a día, en ese ir y venir, siempre conectadas y expuestas al mundo a través de las redes sociales, cuando aflora lo mejor y lo peor del universo digital. “Lo positivo es el cariño de la gente. En mi cuenta he creado una comunidad con muchísima empatía. Y lo negativo, yo creo que es la falta de libertad, de expresión, de ser tú mismo, algo que cada vez me cuesta más”, señala Marta. Para Gabriela, “lo mejor es la gente que a día de hoy tengo a mi lado gracias a las redes sociales. De hecho, mi mejor amiga y también un círculo bastante grande de personas que conozco, son gracias a las redes sociales. Y luego, la peor parte, es lo expuestas que estamos”. Lucía admite que gracias a Instagram puede mantener el tipo de vida que vive y disfruta ahora, “todas las experiencias, la gente que conoces, los tipos de trabajos que haces... Hay muchos proyectos ilusionantes. Lo peor es, sin duda, el poco crédito que le da la gente y la banalización de la profesión”. Unas reflexiones que María resume así, “la verdad es que el 90% es positivo y puede parecer que el odio es mucho más grande y en realidad, es al revés”.

Lo que las cuatro tienen claro es que para trabajar en redes, gozar de una buena salud mental, es imprescindible. “Hay que ser una persona dura, con mucha personalidad y muy consciente de que hay un punto no real de todo esto”, dice Lucía Pombo. Un tema, el de la salud mental, que, en el caso de Marta, expuso con total naturalidad en una de sus épocas vitales más frágiles anímicamente hablando. “A la gente le da mucho miedo mostrarse vulnerable. Yo aprendí que mostrarte vulnerable no es ningún signo de debilidad. Todo lo contrario, te hace mucho más fuerte. La gente te ve, te entiende, te comprende y te escucha. Si no hablas, si no te muestras vulnerable, si no cuentas tus miedos, si no los trabajas, la gente nunca te va a entender al 100% y nunca va a conocerte al completo”.

Conectar con sus seguidores y mostrarse naturales, esa es otra de las claves de su éxito. Quieran ellas o no, las Pombo tienen la capacidad de influir en otros. “Es una responsabilidad tremenda. Pero me siento tranquila porque sé que mi cabeza está muy bien amueblada y no divulgo locuras”, explica Marta. María es consciente de ese poder que ejerce en sus ‘followers’ de ahí que, “medito mucho más lo que subo y por qué lo hago, ya sea en mi día a día o a través de las marcas, siempre intento pensar en qué le puede ayudar a mi audiencia o qué les puede entretener saber. Además, con los años he aprendido a controlar mis impulsos y a medir más lo que digo o hago por miedo a las críticas, ya no hacía mi, sino por lo que pueda suponer eso para mi familia”.

Las cuatro ignoran los comentarios de los ‘haters’. “Años atrás los contestaba, pero he aprendido que no puedo destinar mis energías en eso, porque el problema no es el problema en sí, sino cómo te enfrentas a él. Y es verdad que si le das importancia se hace mucho más grande. Entonces yo he aprendido a relativizar, a solo dar importancia a lo positivo y a las críticas constructivas que también son importantes”, subraya María. “Hay gente que nos amara y hay gente que nos odiará simplemente por el hecho de existir”, comenta Gabriela. No contestar a los que critican su vida o su trabajo solo por criticar, es algo con lo que Lucía ha tenido que luchar, “mi carácter tiende a querer sacar las uñas por todo, pero me he dado cuenta de que por quien soy, ya no puedo decir qué tipo de cosas y que luego, además, tengo una vida tan plena que no quiero que esto me quite tiempo”.

Lejos de lo que pueda parecer por la constante actualización que se vive en sus perfiles, cada una se reserva una parcela de su vida lejos de Instagram. “Nunca expondría una bronca con mis hijos”, comenta María. La mayor, Lucía, señala que, “hay ciertas partes de mi vida que no muestro, como planes que hago con Álvaro, mi marido, que se quedan para nosotros, porque creo que no todo tiene que ser expuesto”. Gabriela mantiene alejada a su madre. “No es muy de redes sociales, entonces sale muy poco porque no le gusta. Ella está en mi día a día, pero es una parte de mi vida que saco menos”.

La familia, siempre primero

Hacer de la vida familiar cotidiana, del encuentro entre padres, hijos, hermanos, abuelos y nietos, una vida que siguen millones de personas, eso es ser una Pombo y el porqué tanta gente está enganchada a sus vidas. “Nuestra familia va a estar junta siempre”, predice Lucía. Si les preguntas por su mayor miedo, Lucía, María y Gabriela, apuntan a la muerte de un ser querido, “perder a algún miembro de la familia”. Marta, toda una aventurera, no conoce los miedos, pero sí la admiración por sus hermanas. “Admiro a Lucía, como logró sacarse su carrera de piloto. Admiro a María por toda su trayectoria. No me esperaba que ella, cuando estábamos en el colegio y suspendía tanto, de mayor sacase a flote toda su creatividad. Y de Gabriela admiro su estilo de vida, lo tranquila que es y como afronta cada cosa que le pasa en la vida”.

placeholder Las hermanas Pombo. (Cortesía/ Amazon)
Las hermanas Pombo. (Cortesía/ Amazon)

En este puzzle, faltan tres piezas: Pablo Castellano, Luis Zamalloa y Álvaro López Huerta. Ellos tres cierran el círculo y dan a cada una la estabilidad y la seguridad que necesitan. “Tengo la suerte de haberme casado con mi mejor amigo. Él está en todo momento a mi lado y de hecho un plan, no es igual de plan si no está conmigo. Álvaro siempre va a ser mi +1 en redes sociales y en la vida real”, declara Lucía. “Llevo ya mucho tiempo con Pablo, pero es verdad que, si me remonto al principio, Pablo ha sido la persona que me ha ayudado y ha confiado en mí desde el principio”, afirma María. Y por último, Marta, “Zama es una persona que me ha potenciado muchísimo y me ha aportado muchísima seguridad en mí misma. A día de hoy, creo que me siento mucho más segura en las redes sociales gracias a él, porque de verdad me potencia”.

“Sin mi familia es imposible saber quién es María Pombo. Siempre digo que la mejor herencia que me podían dejar mis padres ya me la dieron en vida hace mucho y han sido mis hermanas. Cada una con una misión, una personalidad, pero todas con los mismos valores”. Estas palabras fueron parte del sentido discurso con el que María Pombo nos emocionó a todos en los Premios Vanitatis.

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