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Natalia Coll, la influencer socia de María Pombo y nuera de Michel: "Me impresiona ver a mi marido trabajar al lado de su padre"
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ENTREVISTA

Natalia Coll, la influencer socia de María Pombo y nuera de Michel: "Me impresiona ver a mi marido trabajar al lado de su padre"

La creadora de contenido e icono de estilo habla para Vanitatis de su nueva vida en Arabia Saudí junto a su marido, Adrián González, y de su negocio común con María Pombo, Víctor Naranjo y su cuñado Álvaro González

Foto: Natalia Coll. (Cortesía)
Natalia Coll. (Cortesía)

Como la mayoría de creadoras de contenido, Natalia Coll, de 36 años, es mucho más que una influencer. Es una de las socias, junto a María Pombo, Pablo Castellano, su marido, Adrián González, Víctor Naranjo, y Álvaro González, su cuñado, de La Martinuca, el negocio de tortillas de patatas que ya es viral. Creadora de contenido, empresaria y madre de familia numerosa, hace unos meses hizo las maletas para mudarse Arabia Saudí junto a su marido. Allí, Adrián González trabaja mano a mano con su padre, el exjugador del Real Madrid y una leyenda del balón, Michel González. Él es el entrenador del equipo de fútbol Al Qadsiah y su hijo, su mano derecha.

Una vida que disfruta entre su versión digital en las redes sociales y su versión real, siempre en familia y preocupada de los suyos, en especial, de los tres hijos que Natalia y Adrián tienen. Desde Vanitatis nos hemos propuesto conocer su historia y descubrir quien es la influencer socia de María Pombo y nuera de Michel.

¿Quién es Natalia Coll? Natalia es una persona que valora profundamente la familia y las relaciones cercanas. Me considero alguien capaz de adaptarse a cualquier circunstancia que la vida me presente. Algo de lo que me siento muy orgullosa, ya que mi vida se basa en cambios contantes y a veces no ha sido fácil. Creo que una de las claves para vivir plenamente está en estar abierta a los cambios y aprovechar las oportunidades que surgen. Me considero atrevida y aventurera, siempre buscando nuevos desafíos y experiencias que me permitan crecer. Soy cariñosa, pero también tengo carácter y soy firme en mis decisiones. Me gusta vivir de manera auténtica, disfrutando de cada momento y siempre estoy dispuesta a aprender y evolucionar.

¿Cómo empezaste en las redes sociales? Empecé en las redes sociales de forma natural y sin una planificación clara al principio. Compartía fotos de mi boda o de mis viajes simplemente porque me gustaba y noté que a la gente le interesaba bastante. Al principio era algo más personal y espontáneo, sin mucha estrategia detrás. Con el tiempo pasó de ser un hobby a convertirse en mi trabajo.

placeholder Natalia Coll. (Instagram/ @natinatcoll)
Natalia Coll. (Instagram/ @natinatcoll)

¿Qué queda de la chica que comenzó hace unos años en Instagram? Lo que queda de la chica que empezó en Instagram hace unos años es una Natalia fiel a su esencia, pero de una forma más madura y auténtica. Cuando comencé con las redes era algo espontáneo, libre y orgánico. A medida que han pasado los años, siento que han cambiado mucho, y yo también. Aunque sigo disfrutando de compartir cosas de vez en cuando, ya no me siento tan implicada como antes. Ahora prefiero compartir contenido de forma más relajada, sin involucrarme tanto, pero con más conciencia de lo que comparto.

¿Te sientes cómoda con el término influencer? La verdad es que no estoy 100% segura de cómo me siento con el término influencer. Por un lado, entiendo lo que implica: tener una audiencia que te sigue y tal vez ser capaz de influir de alguna manera, lo cual no me molesta en absoluto. Pero, por otro lado, también siento que a veces el término puede ser un poco amplio y no siempre refleja lo que realmente hago. Al final, me enfoco más en ser yo misma y compartir lo que me gusta, sin ponerme demasiada presión sobre cómo me etiquetan. Así que, en general, no me siento incómoda con él, pero no me definiría exclusivamente por esa etiqueta.

placeholder Natalia Coll y Adrián González. (Gtres)
Natalia Coll y Adrián González. (Gtres)

Lo mejor y lo peor de trabajar en redes… Lo mejor es la capacidad de llegar a tantas personas con lo que compartes, especialmente cuando ese contenido realmente conecta con la audiencia. Es increíble poder interactuar con personas de todo el mundo, aprender de ellas y sentir que lo que haces de alguna manera tiene un impacto positivo, incluso si es pequeño. Además, las redes ofrecen mucha flexibilidad, lo que permite ser creativa y probar nuevas ideas constantemente. Para mí, lo peor es la constante presión de estar siempre disponible o de tener que estar generando contenido de manera continua, lo que a veces puede resultar agotador.

¿Qué sientes al saber que influyes en otras personas? Saber que de alguna manera puedo influir en otras personas me hace sentirme agradecida y un poco sorprendida. La verdad es que al principio no te planteas que el contenido que compartes pueda influir en alguien, siempre he tratado de hacerlo de la mejor manera posible, siendo yo misma y compartiendo contenido que realmente me gustaba. Si de alguna manera eso ha tenido un impacto positivo en otras personas, me siento bien al respecto. Al final, creo que lo más importante es ser genuina y compartir los que uno cree, y si eso ha servido a alguien, es un extra que valoro.

¿Por qué crees que te sigue tanta gente? ¿Cuál crees que es el secreto de tu éxito? No sabría decirte exactamente el porqué, lo que sí sé es que siempre he intentado ser auténtica y compartir contenido que realmente resuene conmigo. No hay una fórmula mágica, pero siempre he tenido claro los intereses de mi pequeña comunidad y eso es muy importante si quieres conectar con ellos. Para mí, la clave ha sido ser fiel a lo que soy y a lo que he querido transmitir.

¿Cómo es un día normal en tu vida? Mi día normal ahora es bastante centrado en mi familia, especialmente en mis hijos. Ahora que vivo en Arabia puedo dedicarles más tiempo y mi principal enfoque es asegurarme de que ellos estén bien, tanto en su educación como en su bienestar emocional. A lo largo del día intento estar muy presente con ellos, ya sea en su aprendizaje o disfrutando de tiempo de calidad en familia. A pesar de que mi enfoque está en ellos, también me dedico tiempo a mí misma. Me gusta cuidar de mi bienestar tanto por fuera como por dentro, así que trato de incluir momentos para meditar, hacer ejercicio o simplemente desconectar y leer. Es importante para mí mantener ese equilibrio entre cuidar a mi familia y a mí misma, porque creo que eso me permite estar en mi mejor versión tanto para ellos como para mis proyectos personales.

¿Cómo ha sido el cambio de vida en Arabia Saudí? El cambio de vida en Arabia Saudí ha sido, sin duda, una de las mejores decisiones que he tomado. Después de pasar dos años viviendo separados de mi marido por trabajo, el poder estar juntos nuevamente y vivir esta experiencia ha sido increíble. Aunque adaptarse a una cultura diferente siempre implica retos, para mí ha sido muy enriquecedor. Estar aquí nos ha permitido no solo fortalecer aún más nuestra relación, sino también disfrutar de nuevas experiencias, aprender mucho sobre una cultura fascinante y tener la oportunidad de vivir de una manera más cercana y equilibrada como familia. Sin duda, está siendo una experiencia positiva que valoro mucho.

¿Es fácil compaginar trabajo y maternidad? Compaginar trabajo y maternidad no siempre es fácil, pero he tenido la suerte de que mi trabajo en las redes sociales me ha permitido tener mucha flexibilidad en mi horario. La clave está en encontrar un equilibrio y aprovechar esa flexibilidad para estar ahí para ellos cuando más lo necesitan, mientras también cumplo con mis responsabilidades profesionales. En general, siento que he logrado gestionar bien ambos aspectos gracias a la organización y el apoyo de mi familia.

placeholder Natalia Coll. (Cortesía)
Natalia Coll. (Cortesía)

Cuéntame el negocio de La Martinuca, cómo surge y qué papel tienes tú… La Martinuca es mucho más que un negocio: es el sueño de llevar la tortilla de patatas, ese icono de nuestra gastronomía, a lo más alto y hacerla eterna. El proyecto nació con Víctor Naranjo, amigo de siempre, quien nos cautivó con la receta de su abuela Martina, una combinación perfecta de tradición y calidad. Junto al resto de socios como mi cuñado Álvaro González, María Pombo, Pablo Castellano y mi marido Adrián González, decidimos convertir esa receta familiar en un movimiento que represente lo mejor de nuestra cultura. Mi papel en La Martinuca es el de aportar visión y ser una embajadora de este sueño. Desde el principio, he trabajado para conectar la esencia de la marca con las emociones de las personas, transmitiendo que cada tortilla no es solo un plato, sino una experiencia que une tradición y modernidad.

¿Qué papel juega tu marido en tu vida profesional? ¿Y tú en la suya? Mi marido juega un papel muy importante en mi vida profesional. Siempre está para escucharme, por supuesto apoyarme y me da un punto de vista diferente que muchas veces me ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva. Tiene una forma de ser que me da mucha estabilidad y tranquilidad, lo que me permite enfocarme en mi trabajo con más confianza. En la vida profesional de mi marido, yo he jugado un papel importante al apoyarlo en momentos clave, incluso cuando eso ha significado hacer algunos ajustes en mi propia carrera. He tomado decisiones conscientes para seguirle en ciertos momentos, priorizando su desarrollo profesional y no me arrepiento en absoluto de esos sacrificios. Creo que esa flexibilidad ha fortalecido nuestra relación y me siento orgullosa de haber sido una parte activa en su trayectoria, al igual que sé que él valora mi apoyo y lo respeta.

placeholder Natalia Coll y Adrián González el día de su boda. (Gtres)
Natalia Coll y Adrián González el día de su boda. (Gtres)

¿Qué es lo que más admiras de él? Lo que más admiro de mi marido es su constancia, su perseverancia y la pasión que pone en todo lo que hace, especialmente en su trabajo. Me impresiona verlo trabajar tan cerca de su padre, y la manera en que ambos se dedican al proyecto es algo que me llena de orgullo. Ver cómo su esfuerzo está comenzando a dar frutos me hace admirar aún más su dedicación y enfoque en lo que realmente le apasiona. Como persona es increíble, su tranquilidad y su capacidad para darme paz en los momentos más difíciles es algo que valoro muchísimo. Siento que tengo mucha suerte de tenerlo a mi lado.

placeholder El exjugador del Real Madrid, Michel González, con su mujer, hijo Adrián, Natalia Coll y sus nietos. (Instagram/ @michelgonzalez8)
El exjugador del Real Madrid, Michel González, con su mujer, hijo Adrián, Natalia Coll y sus nietos. (Instagram/ @michelgonzalez8)

¿Cómo ha sido vuestra historia de amor? ¿Puedes hacer un balance? Mi historia de amor con mi marido ha sido una evolución constante desde que comenzamos a estar juntos siendo muy jóvenes. Llevamos casi 20 años, y a lo largo de todo este tiempo hemos crecido juntos, tanto como pareja como individuos. Al principio, nuestra relación era más espontánea, pero con el tiempo hemos aprendido a adaptarnos a los cambios que la vida nos ha presentado, apoyándonos mutuamente en los momentos buenos y no tan buenos. Si tuviera que hacer un balance, diría que nuestra relación ha sido una de constante aprendizaje, de mucha complicidad, y sobre todo, de mucho respeto. Mirando atrás, me siento muy agradecida por todo lo que hemos construido juntos y por cómo hemos evolucionado como pareja.

¿Cuál crees que ha sido tu mayor triunfo en la vida? Mi mayor triunfo en la vida ha sido formar mi propia familia. Tener a mi marido y a mis hijos es un sueño cumplido para mí. El hecho de que podamos compartir nuestras vidas, aprender de nuestras experiencias y evolucionar como familia es lo que realmente me da satisfacción.

Como la mayoría de creadoras de contenido, Natalia Coll, de 36 años, es mucho más que una influencer. Es una de las socias, junto a María Pombo, Pablo Castellano, su marido, Adrián González, Víctor Naranjo, y Álvaro González, su cuñado, de La Martinuca, el negocio de tortillas de patatas que ya es viral. Creadora de contenido, empresaria y madre de familia numerosa, hace unos meses hizo las maletas para mudarse Arabia Saudí junto a su marido. Allí, Adrián González trabaja mano a mano con su padre, el exjugador del Real Madrid y una leyenda del balón, Michel González. Él es el entrenador del equipo de fútbol Al Qadsiah y su hijo, su mano derecha.

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