Sarah Burton revoluciona Givenchy en su primera colección para la icónica enseña
No solo ha demostrado su maestría, sino que ha abierto una nueva etapa en Givenchy, donde la moda vuelve a ser un espacio para la experimentación, la emoción y la excelencia técnica
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fd47%2F89d%2F1e0%2Fd4789d1e02000ec52192c2ae82cc6b81.jpg)
Sarah Burton ha debutado como directora creativa de Givenchy en la Semana de la Moda de París, marcando un nuevo capítulo en la icónica casa francesa. Tras casi tres décadas en Alexander McQueen, donde tomó el relevo del propio Lee McQueen y dejó una impronta imborrable, la diseñadora británica aterriza en Givenchy con la misión de redefinir su identidad tras la era de Matthew M. Williams.
Con esta colección, Sarah Burton no solo ha demostrado su maestría, sino que ha abierto una nueva etapa en Givenchy, donde la moda vuelve a ser un espacio para la experimentación, la emoción y la excelencia técnica.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F424%2F723%2F3e6%2F4247233e67709e91c8dc5f3dedd26438.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F424%2F723%2F3e6%2F4247233e67709e91c8dc5f3dedd26438.jpg)
El nombramiento de Burton en Givenchy ha sido visto como un movimiento estratégico del grupo LVMH para reforzar la alta costura de la marca y recuperar su esencia más artesanal. La diseñadora ha sido una de las figuras más respetadas de la industria desde que tomó las riendas de Alexander McQueen en 2010, consolidando su reputación con colecciones que combinaban dramatismo, feminidad y una precisión técnica excepcional. Su llegada a Givenchy supone un giro tras la etapa de Williams, cuya visión streetwear y enfoque en la ropa utilitaria no lograron conectar del todo con la tradición de la casa.
Un desfile que equilibra innovación y herencia
La primera colección de Burton para Givenchy ha sido una declaración de intenciones. En las imágenes del desfile, se percibe una elegancia estructurada que recuerda su etapa en McQueen, pero con una sensibilidad más sutil y fluida. Los volúmenes se expanden en faldas vaporosas de tul y tafetán, mientras que las siluetas sastre se afilan con un corte impecable. El contraste entre la rigidez del tailoring y la ligereza de los tejidos más etéreos ha sido uno de los puntos clave de la propuesta.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F64d%2Fa3b%2Fc01%2F64da3bc01c406c63189d601544571074.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F64d%2Fa3b%2Fc01%2F64da3bc01c406c63189d601544571074.jpg)
Los colores han jugado un papel fundamental en la narrativa de la colección: desde los neutros sofisticados hasta toques vibrantes de amarillo neón, que aportan una dosis de modernidad y frescura. Además, la diseñadora ha apostado por texturas innovadoras y detalles que evocan la tradición couture de la maison, como bordados exquisitos y volantes escultóricos.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc76%2F109%2Fb7b%2Fc76109b7b9176af63c7cd2b2ca61c15d.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc76%2F109%2Fb7b%2Fc76109b7b9176af63c7cd2b2ca61c15d.jpg)
Un futuro prometedor para Givenchy
Este debut de Burton ha dejado claro que su visión para Givenchy estará marcada por la artesanía y la sofisticación, recuperando la esencia de la casa sin perder de vista la contemporaneidad.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F244%2F664%2F16d%2F24466416d64bbcf227e0466517a7480e.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F244%2F664%2F16d%2F24466416d64bbcf227e0466517a7480e.jpg)
La recepción de la colección ha sido unánimemente positiva, con la industria alabando su capacidad para conjugar la historia de la maison con su propio ADN creativo.
Su reinado en la casa francesa promete ser uno de los más emocionantes de la próxima década.
Sarah Burton ha debutado como directora creativa de Givenchy en la Semana de la Moda de París, marcando un nuevo capítulo en la icónica casa francesa. Tras casi tres décadas en Alexander McQueen, donde tomó el relevo del propio Lee McQueen y dejó una impronta imborrable, la diseñadora británica aterriza en Givenchy con la misión de redefinir su identidad tras la era de Matthew M. Williams.