Kim Kardashian testifica en París vistiendo un collar de 1.5 millones y una réplica del anillo que le robaron
La celebrity reapareció en París este martes 13 de mayo para declarar en el juicio por el robo a mano armada que sufrió durante la Fashion Week el 3 de octubre de 2016
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Este martes 13 de mayo de 2025, París amanecía sumido en un revuelo mediático poco propio de estas fechas. ¿El motivo? La llegada de Kim Kardashian al Palacio de la Justicia para testificar en el juicio por el robo a mano armada que sufrió el 3 de octubre de 2016. Ocurrió durante la Fashion Week primavera/verano 2017, en plena madrugada, mientras descansaba en el apartamento en el que se alojaba junto a su equipo y su hermana Kourtney Kardashian.
Su llegada al Palacio de la Justicia congregó allí a casi 500 periodistas acreditados y a un buen número de fanáticos de la protagonista de su propio reality familiar, ‘Las Kardashians’. Lo hacía vestida de riguroso negro y saludando a todos los allí presentes mientras subía las escaleras rodeada de su equipo de seguridad, sus abogados y, como no, su madre y mánager, Kris Jenner.
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Este robo, aseguró ella misma por aquel entonces y ahora en el juicio, “lo cambió todo”. Lo material, para alguien como Kim Kardashian, pasó a un segundo plano y lo demostró apareciendo meses después en la MET Gala 2017 únicamente con un vestido blanco firmado por Vivienne Westwood y sin ninguna joya. De hecho, se rumoreó también en aquellos años que todas las joyas que la influencer vestía en alfombras rojas eran réplicas de poco valor y que incluso su joyero ya no se encontraba en su propia casa para evitar más asaltos.
Sea como fuere casi 10 años después de aquella decisión apenas queda nada y Kim Kardashian, ahora convertida en multimillonaria gracias a sus marcas, ha vuelto a las ostentosidades propias de una estrella de su calibre y lo ha demostrado, irónicamente, con el look que ha escogido para testificar en París del que sin duda han destacado sus joyas, especialmente el collar de diamantes.
De riguroso negro, Kim Kardashian escogió una americana estructurada corte peplum con hombros muy marcados y una falda lápiz con apertura posterior, ambas piezas vintage de John Galliano, tal y como ha declaro su relaciones públicas para la BBC. El profundo escote en V de la americana enmarcado por las solapas dejaba ver perfectamente la que sin duda es la joya del look, un collar de diamantes valorado en 1,5 millones de dólares, según la revista Page Six. De la firma Samer Halimeh New York, está elaborado en oro blanco de 18 quilates y cuenta con un total de 80 diamantes, de los que destaca la piedra central en forma de pera de 10,13 quilates.
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Y esta no fue la única joya. También lució una tobillera de diamantes, un enorme anillo de con un diamante de grandes dimensiones que lució en anteriores ocasiones y que se asemeja mucho al de compromiso que le sustrajeron en este robo (de Lorraine Schwartz); y otros tres pendientes entre los que destaca un ear cuff de Briony Raymond valorado en 7,383 euros confeccionado en oro de 18 quilates con diamantes naturales redondos.
Para completar el look, Kim Kardashian escogió también unas enormes gafas de sol ‘cat eye’ de la firma Alaïa valoradas en 290 euros y unos zapatos de salón Slingback de piel lisa de Yves Saint Laurent de 990 euros.
Este martes 13 de mayo de 2025, París amanecía sumido en un revuelo mediático poco propio de estas fechas. ¿El motivo? La llegada de Kim Kardashian al Palacio de la Justicia para testificar en el juicio por el robo a mano armada que sufrió el 3 de octubre de 2016. Ocurrió durante la Fashion Week primavera/verano 2017, en plena madrugada, mientras descansaba en el apartamento en el que se alojaba junto a su equipo y su hermana Kourtney Kardashian.