Adriana Balcells: "Siento la misma ilusión cuando veo mis zapatos en Ana Milán que en una clienta anónima"
Su propuesta empezó arrasando en Barcelona y ha conectado con muchas mujeres referentes en moda y sociedad
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En el mundo de la moda, el calzado es una pieza fundamental que puede definir el estilo y la personalidad de quien lo lleva. Adriana Balcells, diseñadora y empresaria formada en ESADE y con experiencia en Milán trabajando para Ralph Lauren, decidió hace más de una década crear su propia marca de zapatos Más34. Su objetivo fue claro: ofrecer un calzado de altísima calidad, fabricado en España, sin intermediarios, que combinara diseño atemporal y comodidad para la mujer actual.
Su propuesta empezó arrasando en Barcelona y ha conectado con muchas mujeres referentes en moda y sociedad, como Ana María Chico de Guzmán, Ana Milán, Andrea Pascual, Eugenia Osborne, Crys Díaz, Ana Taboada, Aurora Artacho, Rocío Pérez de Guzmán y muchas más, que valoran el calzado como un complemento esencial para potenciar su feminidad y estilo en cualquier ocasión.
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P: Adriana, ¿cómo acabas en el mundo de los zapatos?
R. Siempre he sabido que quería dedicarme a la moda, pero en la parte más empresarial. Entonces hice ESADE también para contentar a mi familia, que era como la ilusión, y pensé: “pues mira”. Me fui de intercambio a Milán, ahí estuve trabajando para Ralph Lauren y me encantó. Pero tenía el gusanillo de montar algo mío y lo único en lo cual vi que había una oportunidad era el calzado. Entonces analicé mucho la cadena de valor y vi que, si te saltabas todo tipo de intermediarios e ibas de la fábrica al cliente final, podías ofrecer zapatos de muy, muy buena calidad —con materiales increíbles— a precios accesibles, obviamente para todo el mundo, pero sí para una gran parte de la población. Empecé a diseñar, busqué entre 1500 talleres y fábricas españolas. El prefijo “Made in Spain” hoy está muy de moda y es como que muchísimas marcas lo hacen, gracias a Dios, pero cuando empecé hace 13 años, esto era bastante innovador. De hecho, me sirvió bastante para el nivel prensa.
P. ¿Y cuál ha sido la clave de tu éxito?
R. Monté la marca con 24 años. Defendí el Made in Spain, en un momento de plena crisis en la que no había gente emprendiendo en aquel momento.
P. Sí, habían cerrado una barbaridad de fábricas.
R. De hecho, de los 1500 mails que mandé para contactar al fabricante me contestaron, creo que 100. O sea, el resto había desaparecido. Imagínate. Y nadie se atrevía a hacer zapatos de calidad. Siempre quise hacer algo muy atemporal, de muy buena calidad, que resalte la pierna de la mujer y la feminidad. Es decir, promover algo que esté muy de moda, algo feo no, no me interesa. Algo que sea una tendencia para este año y el siguiente otra vez. Lo que quiero es acompañar a la mujer y suplir sus necesidades durante toda la semana. Creo que hacemos zapatos muy bonitos. Trabajo muchísimo las hormas y los materiales y puedo hacer hasta 12 o 13 prototipos de un solo zapato hasta que doy con lo correcto. Si no es lo correcto, no lo hago.
P. ¿Llevas con el mismo fabricante desde entonces?
R. O sea, con uno sí, pero hemos crecido y trabajamos con varios. El mundo del zapato es supercomplicado. Además, piensa que en un zapato pueden participar 13 o 15 proveedores distintos, desde el del tacón, la suela, el forro... no tienen nada que ver. Luego está el cortado, el montaje... No todas las fábricas tienen lo mismo. Al final, por ejemplo, el corazón del zapato lo hacen en un taller en Elda, en Elche. Allí trabajan cuatro familias juntas, pero las cuatro se dedican a ello. Luego muchas fábricas han ido desapareciendo porque los grandes grupos aprietan tanto que no son capaces de subsistir. Cuando me dicen: “por qué cuestan es dinero…” yo digo: “bueno, es que si quieres conservar la artesanía y las cosas bien hechas, se tienen que pagar tal cual”. Tenemos precios ajustados para la calidad que vendemos. No puedes quererlo barato. El ver cómo trabajan es una gozada.
P. ¿Y visitas las fábricas con frecuencia?
R. Sí, intento bajar una vez cada mes y medio. Siempre hago rutas, incluso solo para encontrar materiales nuevos o para pasar por el tapón o el tacón, porque obviamente no hacen un tacón solo para nosotros. Tienes que hacer miles y miles. Me gustaría, pero no es el momento; no vendemos tanto como para desarrollar piezas exclusivas.
P. ¿Cuál es tu best seller?
R. Antes eran los stilettos. Ahora estamos muy fuertes con las plataformas y un modelo que tengo en 11 colores, que no las tengo aquí porque he vendido todos, tengo lista de espera. Las sandalias planas son nuestro must.
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P. ¿Cuántos zapatos has vendido?
R. Depende, pero unos 7.000. A mujeres entre 25 y 45 años que priorizan la calidad antes que la cantidad y que valoran un zapato bien hecho, cómodo y que las haga sentir femeninas.
P. ¿Algún nombre propio?
R. Sí, muchas: Ana María Chico de Guzmán, Marta Oria, Rocío Lumberas, Patricia de Juan, Crys Díaz, Ana Taboada, Aurora Artacho, Rocío Pérez de Guzmán, Fernanda Medina, Belén Yniguez, Lu D’Angelo, Andrea Pascual, Melissa Villarreal, Belén Vázquez, María Tavera, Marieta Yaguas, Esther Bellón, Mariola Leal, Ana Vera, Marta Carriedo, Ana Milán, Sandra Majada, Carla Vico, Marta Martí, Natalia Coll, Cristina Aragón, Malena Costa, Lola Panambi, Carmen de la Puerta, Natalia Cebrián, Eugenia Osborne, Carola Baleztena, Estibaliz Prieto, Alba Hervás, Paula Cremades, Ana Manrique... Muchas mujeres que valoran el buen diseño y la calidad.
P. ¿Has notado cambios desde la pandemia?
R. En 2019 fue un año espectacular, entramos en Estados Unidos con un partner local que nos compró toda la mercancía. Vendíamos a un ticket medio casi el doble que en España. Durante el COVID, perdí a mi partner allí y fue un drama. Fue horroroso. Recibí 200.000 € de mercancía un 11 de marzo de 2020 y el 14 cerraron el país. El online vende mucho, pero tacones o sandalias monas no se venden. Nos quedamos dos personas en el equipo. Pero ahora hemos recuperado el nivel y la gente empieza a volver a comprar tacones, aunque las bailarinas y zapatos planos siguen siendo muy demandados.
P. ¿Notas diferencias entre las mujeres de Barcelona y Madrid en cuanto a estilo?
R. Sí, aquí en Madrid la gente se arregla mucho más. En Barcelona las niñas jóvenes van en zapatillas o botas en verano, y no es lo mismo. Aquí la gente valora más ir arreglada.
P. ¿Dónde encuentras la inspiración?
R. En la calle, en las mujeres que veo, en sus estilos. También en viajes, museos… pero siempre intento mantener una identidad propia.
P. ¿Qué significa para ti ver a una desconocida con tus zapatos?
R. Me emociono mucho. Es una confirmación de que mi trabajo llega y conecta. Me hace mucha ilusión ver que mis zapatos forman parte del día a día de las mujeres. Hay fiestas en las que muchas los llevan y me gusta verlo como el primer día.
En el mundo de la moda, el calzado es una pieza fundamental que puede definir el estilo y la personalidad de quien lo lleva. Adriana Balcells, diseñadora y empresaria formada en ESADE y con experiencia en Milán trabajando para Ralph Lauren, decidió hace más de una década crear su propia marca de zapatos Más34. Su objetivo fue claro: ofrecer un calzado de altísima calidad, fabricado en España, sin intermediarios, que combinara diseño atemporal y comodidad para la mujer actual.