Anna Wintour deja el puesto de editora jefe de Vogue Estados Unidos tras 37 años

Es el fin de una era: Anna Wintour deja el puesto de editora jefe de Vogue Estados Unidos tras 37 años. Así se lo anunció ella misma al equipo de la revista el pasado miércoles 25 de junio durante una reunión, tal y como publican medios como Daily Front Row. La británica mantendrá de momento los otros puestos que ostenta dentro del grupo editorial: el de directora global de contenidos de todas las marcas de Condé Nast excepto The New Yorker; directora editorial global de todas las ediciones de Vogue; y el de directora artística de Condé Nast.

Ana Wintour se convirtió en editora jefe de la edición estadounidense de Vogue en 1988 tras ser directora creativa de la misma en 1983 y con un ‘in-pass’ entre 1985 y 1987, en el que fue editora jefe de la edición británica de la revista. Su papel al frente de Vogue Magazine fue revolucionario desde su primera portada, la de noviembre de 1988. La modelo Michaela Bercu posaba con un look mucho más sencillo al que acostumbraba ocupar cualquier portada de una cabecera de moda en el mundo: un jersey de Christian Lacroix y vaqueros Guess de 50 dólares, algo que generó mucha polémica y también muchas críticas hacia el criterio de Wintour.

Pero esto solo fue el principio de una revolución. Un año más tarde, en 1989, le dedicó la portada del mes de mayo a Madonna, siendo así la primera celebridad en protagonizar una portada de Vogue, algo que hasta entonces era solo cosa de supermodelos. Sería la primera incursión de las celebridades en el mundo de la moda de lujo.

Relevante fue también su papel como organizadora desde 1995 de la Met Gala en calidad de presidenta del comité del Costume Institute del Museo Metropolitano de Nueva York. Este cargo implica que la británica tiene poder de decisión en las temáticas tanto de la gala de cada año como de la icónica lista de invitados que desfilan cada primer lunes de mayo por la escalera del MET. Gracias a ella y a su trabajo, la MET Gala pasó de ser un simple evento benéfico para el Costume Institute a la cita más importante para el mundo de la moda y un desfile de alta costura de marcas de todo el mundo con famosos como maniquíes.

Su trabajo por convertir a Vogue en la biblia de la moda que es hoy en día acabó siendo tan icónico que en 2007 se grabó un documental, ‘The September Issue’, que mostraba cómo durante meses el equipo de Vogue USA capitaneado por Wintour prepara la edición de septiembre de ese mismo año, considerada la publicación más importante por ser el arranque oficial del año en la industria de la moda. Su relevancia es tal que en el año 2012 llegó a tener un total de 916 páginas.

Una figura de poder que generaba tanto intriga como fanatismo y que acabó inspirando otras de las obras más icónicas del cine comercial de los primeros dos mil: ‘El diablo viste de Prada’, con Meryl Streep en el papel de Miranda Priestly, la editora jefe de la revista ficticia Runway que sospechosamente estaba muy inspirada en ella. El guion de esta película nace de la novela homónima publicada en 2003 y escrita por Lauren Weisberger, narrando precisamente su trabajo como asistente de Wintour.

A lo largo de los años 90 y los primeros 2000, las portadas históricas de Vogue se cuentan por decenas: la de Cindy Crawford y Richard Gere en noviembre de 1992; la de Hillary Clinton en diciembre de 2009; la de Michelle Obama en diciembre de 2016, antes de su salida de la Casa Blanca como primera dama; la de Kanye West y Kim Kardashian en abril de 2014, cuando Kim todavía era considerada por muchos una simple protagonista de realities; la portada de Rihanna embarazada de su primer hijo.