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La Palma pasea a su virgen en la mayor fiesta de Canarias
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La Palma pasea a su virgen en la mayor fiesta de Canarias

La isla bonita luce estos días más bella que nunca. En La Palma llevan cinco años esperando que llegue 2010 para poder volver a celebrar el

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La Palma pasea a su virgen en la mayor fiesta de Canarias

La isla bonita luce estos días más bella que nunca. En La Palma llevan cinco años esperando que llegue 2010 para poder volver a celebrar el mayor evento popular del archipiélago. Llegan los días de la Bajada de la Virgen y en la isla todo se engalana para sus fiestas lustrales.

 

Los orígenes de la fiesta tienen que ver con los duros tiempos de escasez y necesidad que se vivieron en La Palma -y en general en toda Canarias- hasta bien entrado el siglo XX. Estamos en el siglo XVII: las sequías recurrentes han dejado secos los torrentes de la isla y las calamidades naturales -erupciones volcánicas, plagas de langostas procedentes de la costa continental africana- se suceden sin que los palmeros puedan encontrar explicación alguna.

Fue entonces cuando, por decisión episcopal, el traslado de la Virgen de Las Nieves se convirtió en un acto periódico. Hasta entonces el obispo sólo había autorizado que la talla fuera movida desde el santuario en determinadas procesiones. En 1680 tuvo lugar la primera Bajada de la Virgen. Desde entonces, la ciudad se mantiene fiel a su cita quinquenal con la imagen mariana.

En las fiestas lustrales de La Palma se pueden descubrir las diferentes influencias que han dado forma a lo largo de los siglos a la ilustrada sociedad palmera. El fervor religioso es la base a partir de la cual cada cinco años se pone en marcha una espectacular recreación de los tiempos del barroco, pero también de la época en la que las familias nobles europeas hicieron de La Palma su lugar de residencia.

Los palmeros están más que orgullosos de sus fiestas. “Los actos de la Bajada de la Virgen constituyen, sin duda alguna, la obra colectiva de todo un pueblo, la herencia que nos lega la tradición”, afirmaba hace unos días la filóloga Carmen Díaz Hayón durante el pregón que da comienzo a los actos. La actividad no ha hecho más que comenzar.

Este domingo tendrá lugar la romería en la que se traslada la talla desde su santuario hasta la parroquia matriz de El Salvador, acto que supone el momento de mayor devoción religiosa. La imagen llega hasta el centro de la ciudad vieja porteada por los romeros en su trono de plata, un elaborado altar que es desmontado en 42 piezas antes de ser movido. Un baile tradicional en el que los ritmos del folclore canario se convierte en protagonista sirve como colofón de esta intensa jornada.

La actividad más peculiar tiene a unos agigantados enanos como protagonistas. La Danza de Enanos pasó a formar parte de la tradición palmera en las postrimerías del XIX y desde entonces se ha convertido en el acto que atrae a más personas. Un grupo de hombres ataviados como cabezudos vestidos al estilo francés decimonónico se mueven a un ritmo frenético, generando una extraña sensación de irrealidad en todo aquel que lo ve.

El otro gran espectáculo recuerda sin remedio al pasado señorial de la isla, a las tradiciones elegantes que importaron familias como los poderosos Van de Walle, que llegaron a La Palma en el XVI. Se trata del baile del Minué, que en realidad sólo comenzó a formar parte de la fiesta a partir de 1945. Música, poesía y danza se combinan en este espectáculo ambientado en el siglo XVIII en el que las parejas aparecen ataviadas de época, con grandes trajes versallescos.

Resumir todas las actividades que se desarrollan durante estas semanas resulta imposible: torneos de fútbol, un festival de cantautores y otro de ópera... Lo mejor para estar al día es consultar la web oficial en la que se recogen todos los horarios, programas, mapas y datos necesarios para disfrutar al máximo de la fiesta. ¡Si no habrá que esperar cinco años!

La isla bonita luce estos días más bella que nunca. En La Palma llevan cinco años esperando que llegue 2010 para poder volver a celebrar el mayor evento popular del archipiélago. Llegan los días de la Bajada de la Virgen y en la isla todo se engalana para sus fiestas lustrales.

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