Planes 'afrancesados' e ideales que hacer en Madrid todo el año
Madrid siempre invita a salir y hacer planes distintos, pero a veces, sobre todo cuando nos bombardean con la Semana de la Moda de París, nos entra nostalgia francesa. Calma tu coeur
Dice la Real Academia de Española (RAE) que ‘afrancesada’ es aquella persona “que admira excesivamente o imita a los franceses”. Dicho lo cual, cuando se trata de elegir un plan para el fin de semana coqueto, sencillo pero novedoso y lleno de encanto, nos volvemos afrancesados.
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Aprovechando el inminente buen tiempo que la llegada de la primavera y el anticiclón habitual nos brindan, nos lanzamos a la calle en busca de un plan de terraceo desde el viernes hasta el domingo pero… ¿Qué ocurre si de repente comienza a chispear? Pues ya te lo decimos, en Madrid se puede disfrutar del mismo encanto y relax incluso en un ambiente cerrado. Eso sí, hoy te proponemos que añadas a la ecuación el ‘je ne sais quoi’ francés.
Desayuno con croissants
La amplia variedad de quesos, el delicioso foie o incluso una omelette que caracterizan a la nación gala, nada tienen que hacer cuando se te antoja un croissant para desayunar. Cobertura ligeramente crujiente cuyo interior se deshace hebra a hebra en la boca dejando el paladar con un intenso sabor a mantequilla d'Isigny… El croissant 100% parisino existe y en Madrid lo puedes degustar en Maison Mélie (Calle Génova, 11).
Puedes probarlo acompañado de un café (3,90€), en un completo desayuno que incluye café, zumo de naranja, dos minipiezas de bollería y una tostada (8,90€), o directamente incluido en un brunch (29€) que es todo un despliegue de tostadas gourmet, huevos a la coque, verduras marinadas y una larga lista de alimentos con sabor francés.
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Además de desayunos y planes de día, en Maison Mélie también se puede comer y cenar con menús cerrados, entrantes, platos para compartir, postres y, por supuesto, vino de las mejores regiones de Francia. Mientras el mediodía está regentado por el Jean-Charles Lanne, la cena la firma Aris Gimenez.
La decoración es la otra parte coqueta. Inspirada en un auténtico café francés, no faltan los sillones turquesa, los remates dorados y el papel pintado de inspiración inglesa con motivos culinarios franceses. Así que si eres 'instagramdependiente', conseguirás fotazas con mucho allure.
El karaoke más íntimo y deco
Las cabinas de karaoke se han convertido en Asia en el lugar de encuentro preferido no solo para planes con amigos, sino para reuniones laborales o como simple válvula de escape para liberar estrés. Si al concepto japonés le sumamos el savoir faire francés, el resultado es Bam Karaoke Box (Calle Recoletos, 23), una cadena de cabinas de karaoke que, tras arrasar en Francia, llegaba hace unos meses a Madrid para convertirse en la sensación de la capital.
Con sus 7 salas privadas, de diferentes tamaños y decoración, permite cantar a grito pelado desafinando solo delante de quien tú desees, nada de vergüenzas ni de esperar colas hasta que llegue tu turno. En su biblioteca de canciones podemos encontrar hasta 20.000 temas, clásicos de todos los tiempos y para todos los gustos.
Una vez la puerta insonorizada se cierra, la magia comienza y, cuando nuestra diva interior se desmelena, lo que apetece es una copa, pero para no tener siquiera que desplazarse hasta la barra, puedes pedir desde la misma cabina, seleccionando desde cócteles hasta refrescos. Y si hay hambre, un poquito de hummus con crudités, una burrata o una bandejita de embutidos lo soluciona todo.
Además de poder elegir la sala en función de los que seáis (están disponibles para un máximo de 4, 6, 8, 10 y 12 personas), puedes customizar su iluminación para crear un ambiente a vuestro gusto. Volviendo al tema de las canciones, para optimizar al máximo las dos horas que dura cada sesión, puedes crear desde casa una lista de reproducción con los temazos que no quieres dejar pasar o directamente crear la cola de reproducción al entrar en la sala.
Es el típico plan resultón, ideal de cara a Instagram, divertido y válido para planes con amigos, pareja, familia, despedidas de soltero o incluso cenas de trabajo… Palabra del equipo de Vanitatis.
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Cine con denominación de origen
Íntimo y de ritmo calculado, el cine francés es tan fácil de identificar como difícil de encontrar en una sala de cine. Desde hace unos meses, el lugar para hacerlo es en una sala del Instituto Francés de Madrid (C/ Marqués de la Ensenada, 10), en las tardes de viernes a domingo. Estas sesiones de cine están gestionadas por Mk2 (empresa audiovisual abanderada del cine de autor).
Las entradas se pueden comprar a través de la web www.mk2institutfrancais.es y entre la oferta de películas, siempre en versión original subtitulada al español (VOSE), se cuelan títulos de rabiosa actualidad como el último éxito de Sam Mendes, ‘1917’, o ‘Joker’ hasta clásicos del cine como ‘Psicosis’ o ‘Con la muerte en los talones’, e incluso clásicos de la animación como ‘Mi vecino Totoro’, además de lo mejor del cine de autor, cómo no.
Dice la Real Academia de Española (RAE) que ‘afrancesada’ es aquella persona “que admira excesivamente o imita a los franceses”. Dicho lo cual, cuando se trata de elegir un plan para el fin de semana coqueto, sencillo pero novedoso y lleno de encanto, nos volvemos afrancesados.
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