Tenemos el secreto para convertir las palomitas de maíz en un snack saludable

Hay caprichos a los que es más complicado renunciar a que a otros, y este es evidentemente el caso de las palomitas de maíz, complemento indispensable de muchas de nuestras actividades de ocio, por ejemplo, hay quien no concibe ir al cine sin poder comer palomitas.

Por eso cuesta tanto renunciar a ellas cuando empezamos a cuidar nuestra dieta, en busca de una alimentación saludable que nos haga sentirnos mejor con nosotras mismas, más ligeras, que ayude a que nuestra piel se vea más limpia y nuestro cuerpo mucho más sano.

Si eres de esas personas que, si tiene que hacer una excepción en su dieta, la hará el día que se siente a disfrutar de una película en el sofá de casa porque no es capaz de hacerlo sin un bol de palomitas, esto puede interesarte.

Palomitas de maíz

Las palomitas son granos de maíz que, sometidos a temperaturas altas, estallan, dando lugar al famoso aperitivo crujiente que todos conocemos. Unos 100 gramos de palomitas contienen 375 calorías, por lo que se recomienda su consumo con moderación.

Son ricas en fibra y contienen hidratos de carbono y proteínas, pero también minerales como el fósforo, magnesio o el potasio, así como vitaminas del grupo B. Además son consideradas una buena fuente de polifenoles, que son antioxidantes.

Entonces, ¿qué es lo que las convierte en poco saludables? Pues como tantos productos que estamos acostumbrados a comprar envasados, son los ingredientes añadidos los que hacen que las palomitas no sean el snack más adecuado para el día a día.

Las palomitas que se venden ya preparadas o para cocinar en el microondas suelen tener una gran cantidad de sodio, así como de grasas poco saludables. En muchas ocasiones se emplea mantequilla para potenciar su sabor o, en el caso de las palomitas dulces, azúcar o miel.

¿Pueden ser saludables?

Dependerá de la forma en la que estén preparadas. Por eso es una buena idea, si no quieres renunciar a ellas durante una buena maratón de series, hacerlas tú misma, de esta forma te aseguras de que solo lleven lo que tú quieres.

Para hacerlas en casa solo tendremos que comprar los granos adecuados y poner a fuego fuerte una cazuela con un poco de aceite en la base. Añadimos el maíz al fondo de la cazuela y tapamos, dejando una pequeña abertura para que salga el vapor.

Cuando empiecen a sonar las palomitas, señal de que están estallando los granos, baja el fuego hasta un nivel medio y espera hasta que dejen de sonar. Así tendrás unas deliciosas palomitas caseras, mucho más sanas que las industriales.

Eso sí, recuerda que el hecho de que sean más saludables no quiere decir que no tengan calorías, por lo que si estás en un proceso de pérdida de peso deberás consumir las palomitas como el estupendo snack que son, peor hacerlo con moderación.