Los 3 parques más desconocidos de Madrid donde pasear sin aglomeraciones

Aunque en ocasiones no pensemos en ello, Madrid es mucho más que sus lugares más emblemáticos. Todos los rincones que componen esta cosmopolita ciudad tienen parte de encanto y todos merecen una visita en algún momento determinado.

La gente que se enamora de Madrid lo hace por su gente, su ambiente y sus calles, pero también por sus parques. Sí, usamos el plural porque, por sorprendente que parezca, hay vida más allá del parque del Retiro y, si bien puede ser parada obligada de visitantes y oriundos de la zona, en ocasiones su fama nos ciega y dejamos por conocer otros lugares.

En ellos queremos hoy centrar nuestra atención, en estos espacios verdes que tendemos a olvidar pero que se han convertido en el refugio perfecto, un paseo al aire libre que nos ayuda a estirar las piernas y respirar profundamente sin tener que esquivar gente para caminar y para sacarnos estupendos selfies.

Aunque sea una gran ciudad, Madrid no olvida la necesidad de sus ciudadanos de desconectar, relajarse y disfrutar de la naturaleza, por eso podemos encontrarnos rincones llenos de encanto, como La Quinta de los Molinos, en plena calle de Alcalá.

Pasear por la amplia superficie arbolada de este parque te invita a desconectar del ritmo trepidante de la ciudad, camina entre sus árboles, disfruta de la diversidad de especies que puedes encontrar.

En primavera la estrella son sus almendros en flor, pero el resto del año la belleza del lugar resulta igualmente sobrecogedora. Cuenta con dos zonas muy distintas, la norte, con un estilo paisajista mediterráneo, y la sur, de marcado carácter agrícola.

Caminando por el barrio de La Latina tal vez te apetezca disfrutar de los jardines de San Francisco. Este proyecto empezó siendo una dalieda, es decir un espacio dedicado al cultivo de dalias, pero su floración era demasiado temporal, por lo que pronto comenzó a crecer dando lugar al espacio que es hoy día.

Aprovecha los caminos diseñados para pasear entre los parterres de flores, y descubre sus espectaculares rosales. Desde este espacio además tendrás una vistas maravillosas a la basílica de San Francisco el Grande.

Alejado de la ruta habitual de turistas, pero perfecto para curiosos encontramos el parque de la Quinta de Fuente del Berro, cercano al metro O’Donnell, un jardín histórico del siglo XVII al que no le falta detalle. Cuenta con un centro cultural, una antigua casa palacio de estilo clasicista, la propia Fuente del Berro, que en su día proveía de agua a la Casa Real o un monumento a Bécquer.

Un oasis de paz y tranquilidad, un paseo entre árboles y plantas que te ayuda a olvidar que, a escasos metros, la vida sigue en las calles de Madrid, llenas de coches, prisas y nuevos lugares por descubrir.