Claves para combinar estampados al decorar... y acertar

Sabemos que combinar diferentes estampados puede llegar a resultar un tanto arriesgado, sobre todo si no tienes muy claro cuál es la mejor forma de hacerlo para conseguir que un resultado sea elegante y armonioso. Ante el miedo a equivocarnos, muchas veces renunciamos a decorar la casa como nos gustaría y optamos por los estampados lisos.

No hace falta que renuncies a los estampados. Fundas de cojines, cortinas, colchas o alfombras pueden ser tus mayores aliados a la hora de decorar y, si sigues los sencillos consejos que hemos recopilado, podrás hacerlo combinando diferentes formas, texturas y colores sin miedo a que el resultado final sea un desastre.

El color como hilo conductor

Decorando nuestro hogar, nuestra intención suele ser encontrar el equilibrio perfecto, queremos que refleje nuestro estilo, se vea bonita y resulte práctica y confortable, pero también que no sea aburrida, por eso seleccionar siempre tejidos de colores lisos, si bien nos ayudará a acertar, puede hacer que nuestra casa nos resulte un tanto monótona.

Para que esto no suceda han sido creados los estampados, una forma de lograr que nuestros textiles llenen de vida la estancia. Podremos combinar cualquier tipo de estampado, rayas con lunares, cuadros con flores… pero si queremos hacerlo bien, el color puede ser la clave que nos ayude a obtener esa armonía que tanto necesitamos.

Si no estás segura de cómo lograrlo, escoge colores de la misma gama. Si todos los estampados tienen un color común, estaremos creando una sensación de unidad entre ellos. Eso sí, no conviene perder la cabeza, lo mejor es movernos en una paleta pequeña y no mezclar más de tres o cuatro colores.

Acertada regla de tres

En decoración hay una norma no escrita -y que por tanto podemos saltarnos siempre que queramos- con la que acertaremos siempre, la regla del tres. Esta consiste en juntar los elementos en grupos de tres; por ejemplo, al decorar un rincón, colocar tres cosas: una lámpara de mesa, un libro y una vela.

En el caso que nos ocupa, también es una buena forma de no excedernos con los estampados. Tal y como hemos señalado antes, seleccionar una pequeña paleta de colores, no más de tres, puede ser una gran idea, pero también limitarnos a tres estampados diferentes, sobre todo si los vamos a poner en la misma zona.

El tamaño también importa

Añade dinamismo a tu estancia jugando con los tamaños, de las fundas de los cojines que combinas, pero también de los estampados. No los escojas todos del mismo tamaño, es mejor que algunos sean más grandes, estos destacarán más, y otros más pequeños, así conseguirás que todas las piezas se vean diferentes, pero unidas por la gama de colores que hemos escogido antes.

También el estampado puede ayudarte, si por ejemplo escoges el mismo motivo pero en tamaños diferentes (flores grandes o flores pequeñas). El tamaño de las piezas es también importante, es mejor dejar los estampados grandes para los elementos más voluminosos, como sillones, sofás y alfombras, y los estampados más pequeños para el resto.

No los pongas todos juntos

Los estampados pueden ayudarte a diseñar espacios, por lo que no coloques todos los elementos en el mismo lugar, poner todos juntos en un punto de tu salón puede hacer que se vea sobrecargado. Recuerda que, aunque sea en lo que nos hemos centrado, al fin y al cabo es lo más sencillo de cambiar, no solo los textiles, como las cortinas o mantas, pueden presumir de estampado, puedes incorporarlos también gracias al papel pintado.

No dejes que el miedo a equivocarte te impida acertar si quieres incluir distintos estampados en tu casa y, ante la duda, combínalos con tonos neutros, que te ayudarán a rebajar la intensidad y suavizar el ambiente.