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Inauguramos Maribel, nueva meca 'jetsetter' en pleno corazón de Sierra Nevada
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DÍAS DE NIEVE

Inauguramos Maribel, nueva meca 'jetsetter' en pleno corazón de Sierra Nevada

Los deportes de invierno ya no son patrimonio de la jet set, pero siguen conservando un glamour muy particular. La inauguración de este elegante lodge así lo confirma

Foto: La inauguración de un nuevo hotel en Sierra Nevada, Maribel, a cargo de Puente Romano Beach Resort y Marbella Club, abre un nuevo capítulo en este destino nacional, fusionando lo mejor de los deportes de invierno con el lujo alpino. (Cortesía)
La inauguración de un nuevo hotel en Sierra Nevada, Maribel, a cargo de Puente Romano Beach Resort y Marbella Club, abre un nuevo capítulo en este destino nacional, fusionando lo mejor de los deportes de invierno con el lujo alpino. (Cortesía)

La cultura 'après ski' surge en la década de los años 60 en mecas 'jetsetters', como Gstaad o St. Moritz, en las que se reunía la Café Society de la época —evocada en clásicos del cine como 'Charada' o 'La pantera rosa'— vestida por Yves Saint Laurent, Givenchy o Paco Rabanne. En aquellos años —y también ahora— era tan importante saber esquiar como dejarse ver en el sitio indicado. Por eso, más allá del precio de forfait, del área esquiable o del grado de dificultad de las pistas, es también crucial la oferta de ocio y actividades alternativas a la práctica de los deportes de invierno y, por supuesto, resulta vital encontrar el hotel perfecto para disfrutar tanto del ocio como de compañías ideales.

placeholder Maribel Ski & Après Ski. (Cortesía)
Maribel Ski & Après Ski. (Cortesía)

En Sierra Nevada, estación decana en nuestro país, ha abierto Maribel, un nuevo hotel de inspiración alpina, bajo la gestión de Puente Romano Beach Resort y Marbella Club, situado a 2.250 metros, con acceso directo a las pistas Maribel y Águila, que ofrece un plan extraordinario para los aficionados a la nieve con una mezcla de deporte, bienestar y gastronomía de altura. “Sierra Nevada es un destino en auge al que queremos aportar aún más, por eso hemos abierto este chalet boutique rompedor donde atreverse con el deporte de montaña y reunir a personas de todos los rincones del mundo que no tienen miedo a la hora de establecer sus propias normas”, explica Daniel Shamoon, copropietario de Maribel.

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Maribel Ski & Après Ski. (Cortesía)

El hotel, un chalet alpino que cuenta con un diseño contemporáneo en materiales cálidos como madera, elementos 'faux fur' y textiles, junto con acentos metálicos —la barra del restaurante está bañada en oro— y mesas de mármol, se abre con una escalera de caracol. La escalera se funde en un cálido abrazo con las zonas del lobby, la biblioteca y el bar en un ambiente relajado en el que comenzar una estancia inolvidable que evoca la estética, puesta al día, de aquellas míticas 'maisons de santé' que inspiraron a Scott Fitzgerald o Thomas Mann algunas de sus obras.

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Maribel Ski & Après Ski. (Cortesía)

El hotel cuenta con 29 habitaciones y suites, incluida la joya de la corona, la Maribel Penthouse Suite, con vistas panorámicas a la sierra, donde cada amenidad ha sido cuidada al detalle. Cada habitación ha sido personalizada con su propio nombre, y las suites de estilo chalet, algunas de ellas dúplex, de inspiración alpina y forradas en madera, cuentan con muebles en piel sintética, siguiendo los últimos criterios en sostenibilidad.

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Maribel Ski & Après Ski. (Cortesía)

A todo esto se añaden las amenidades de la firma de lujo Natura Bissé, junto con elementos vintage que dotan a cada habitación de un ambiente único y de elegancia atemporal.

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Maribel Ski & Après Ski. (Cortesía)

La oferta gastronómica comienza en el Lounge Bar del hotel, con su tentadora barra dorada y terraza exterior desde la que se puede acceder directamente a las pistas, y continúa en su restaurante, Maribel’s. El menú se centra en especialidades alpinas, cortes prémium —como el chuletón de vaca rubia gallega madurada durante 35 días—, pescados y platos que variarán en función de la temporada. Todo un club gastronómico, perfecto para recargar energías tras un día en las pistas. La terraza, por su parte, es la mejor opción para tomar un chocolate caliente o un cóctel de autor al atardecer, cuando el sol tiñe de dorado el paisaje nevado de las cimas montañosas. La decoración, a cargo del estudio Stevani & Silva, mezcla los tonos oscuros y cálidos, y texturas como la madera, el metal, el terciopelo, y hasta un sofá con evocadora forma de serpiente que contrasta con las chimeneas colgantes, donde el fuego invita a una sobremesa íntima y seductora.

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Maribel Ski & Après Ski. (Cortesía)

El spa, de inspiración nórdica, cuenta con el prestigio de una de las mejores marcas —no solo españolas sino globales— en tratamientos para la piel, Natura Bissé. Ahí, los huéspedes pueden tonificar sus músculos cansados tras esquiar todo el día en las pistas y relajarse bajo las estrellas.

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Maribel Ski & Après Ski. (Cortesía)

Maribel tiene una ubicación privilegiada en el enclave natural de Sierra Nevada, uno de los dominios esquiables más amplios del sur de Europa, con 110 kilómetros distribuidos en 131 pistas con el mayor desnivel de la península a 1.200 metros de altura. Con acceso directo a las pistas Maribel y Águila, el hotel se encuentra a 50 metros del telesilla y a pocos metros de su hotel hermano: El Lodge Ski & Spa.

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Maribel Ski & Après Ski. (Cortesía)

Ubicado a 45 minutos del aeropuerto de Granada y a dos horas de los de Málaga y Marbella, no hay excusas para no visitar a Maribel.

La cultura 'après ski' surge en la década de los años 60 en mecas 'jetsetters', como Gstaad o St. Moritz, en las que se reunía la Café Society de la época —evocada en clásicos del cine como 'Charada' o 'La pantera rosa'— vestida por Yves Saint Laurent, Givenchy o Paco Rabanne. En aquellos años —y también ahora— era tan importante saber esquiar como dejarse ver en el sitio indicado. Por eso, más allá del precio de forfait, del área esquiable o del grado de dificultad de las pistas, es también crucial la oferta de ocio y actividades alternativas a la práctica de los deportes de invierno y, por supuesto, resulta vital encontrar el hotel perfecto para disfrutar tanto del ocio como de compañías ideales.

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