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Idoia Cuesta o el arte de tejer la naturaleza para transformarla (aún más) en lujo
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Idoia Cuesta o el arte de tejer la naturaleza para transformarla (aún más) en lujo

Los artesanos pelean por su espacio en un mundo que parece querer olvidar que en sus manos permanecen habilidad y sabiduría. Por fortuna, aún quedan profesionales empeñados en honrar las tradiciones, como nuestra protagonista

Foto: Idoia Cuesta teje mimbre con arte y mucha pasión. (Cortesía)
Idoia Cuesta teje mimbre con arte y mucha pasión. (Cortesía)

Imagina unas manos capaces de tejer un pedacito de naturaleza y darle forma a un universo propio tan singular que consigue cautivar tanto a estetas como a aquellos que permanecen ajenos al valor de la belleza. Supón que esas manos cultivan la mayoría de los materiales que emplea y que, además, han conseguido rescatar un oficio y elevarlo a la condición de arte. No es un sueño, es Idoia Cuesta, una vasca afincada en Galicia, que ha hecho de la cestería su forma de expresión.

Nuestra protagonista estudió biología —lleva el mar en las venas—, aunque el gusanillo de la creatividad la llevó hasta Lugo, donde se formó en el Centro de Artesanía e Deseño local. Aunque intentó compaginar sus pasiones, al final tuvo que elegir y fue así como el mundo ganó la destreza de sus manos de artesana y su visión como creadora vegetal, donde se ha coronado como la reina absoluta.

placeholder Idoia Cuesta, en su taller de Lugo. (Cortesía)
Idoia Cuesta, en su taller de Lugo. (Cortesía)

Hablamos con una mujer que dejó San Sebastián por un pequeño pueblo gallego, reserva de la biosfera, donde trabaja alejada del mundanal ruido —con el río Miño de fondo y las cigüeñas como compañeras—, tejiendo para Loewe, Zara, Adolfo Domínguez o Maya Hansen. Porque la cestería no es solo hacer cestos, y para muestra: Idoia Cuesta.

Así empezó todo

"Todo comenzó con mi llegada a Galicia para terminar mi tesis doctoral en investigación marina, hace más de dos décadas ya. ¡Puf, cómo pasa el tiempo!. Mientras desarrollaba mi doctorado en el departamento de biología, mi poco tiempo libre lo dedicaba a realizar cursos en el Centro de Artesanía e Deseño de Lugo, primero como tejedora y después como cestera, y así, curso tras curso y taller tras taller, acabé obteniendo las cartas de artesana".

placeholder Taller de Idoia Cuesta a orillas del Miño. (Cortesía)
Taller de Idoia Cuesta a orillas del Miño. (Cortesía)

Principales obstáculos

"Los comienzos siempre son duros. Muchos pasos que bailar a la vez para que la danza fuera la adecuada, y eso lleva tiempo y práctica. Para poder montar mi taller, necesitaba un espacio creativo para no inundar ni mi casa ni a mi familia con mimbres, palos, ramas, cubos y mil cosas más. Lo más tedioso fue encontrar un lugar en el que entrásemos todos, los materiales, las herramientas, la naturaleza y yo, claro".

placeholder Diseño para Loewe de Idoia Cuesta. (Cortesía)
Diseño para Loewe de Idoia Cuesta. (Cortesía)

Tus errores

"Uno de mis primeros proyectos. El cliente me había mandado unas medidas para la instalación de unas piezas en un restaurante. Después de hacerlas, me di cuenta de que no iba a ser capaz de sacarlas por la puerta, con lo cual tuve que volver a repetirlas. A partir de ese error de cálculo, ahora en cada proyecto compruebo con lupa todas las medidas".

placeholder Abisal es una colección hecha a partir de la tanza de nylon que utilizan los pescadores. (Cortesía)
Abisal es una colección hecha a partir de la tanza de nylon que utilizan los pescadores. (Cortesía)

Tus aciertos

"Soy de origen vasco, de Donosti, pero ya me siento gallega. Venir a vivir al medio rural y poder trabajar en plena reserva de la biosfera al lado del río Miño es uno de mis mayores aciertos en la vida, sin duda. Eso me ha permitido tener mi propia plantación de mimbre".

Una anécdota

"Una anécdota graciosa ocurrió hace un par de semanas, cuando estaba llegando al taller y me encontré con un invitado inesperado en la entrada. Era una preciosa yegua fugitiva, que se le había escapado al vecino y que estaba disfrutando de un desayuno a base de mimbre, material que necesitábamos para trabajar esa misma mañana. No es la primera vez que tengo este tipo de visitas, ya que en más de una ocasión las vacas del vecino también vienen a disfrutar del mimbre". (Risas)

placeholder Abisal, una colección de Idoia Cuesta inspirada en el mar. (Cortesía)
Abisal, una colección de Idoia Cuesta inspirada en el mar. (Cortesía)

La clave de tu éxito

"Disfrutar, siempre, una y otra vez, de cada pieza durante su proceso de creación. El tiempo no cuenta, intento dar la mejor versión de mí misma. La pasión es la mejor motivación".

placeholder La obra de Cuesta es tan delicada como rotunda. (Cortesía)
La obra de Cuesta es tan delicada como rotunda. (Cortesía)

Tu día empieza con…

"Revisando los emails y organizando el trabajo de la jornada con un café. Después, un paseíto por el campo hasta llegar al taller. ¡Qué mejor comienzo puedo pedir!".

Y acaba con…

"Depende del día de la semana, pero procuro buscar alguna actividad para desconectar un momento, para dedicarme tiempo a mí. Voy a pilates y a clases de acuarela, y a veces quedo con mis amigos para disfrutar de una cervecita y unas tapitas".

placeholder Colección Maraña de Idoia Cuesta. (Cortesía)
Colección Maraña de Idoia Cuesta. (Cortesía)

Consejo para emprendedores

"No perder el pulso de lo que te apasiona, pero no olvidar dar espacio a una buena formación, tanto a nivel empresarial como en la disciplina que seleccionen. Además, hay que ser valiente y buscar ayuda con un buen equipo que te asesore. Por último, mucha constancia y esfuerzo como compañeros de camino".

¿Ha merecido la pena luchar por tu sueño?

Siempre. El mejor ejemplo para mí es el del ciclo de la naturaleza: hay que preparar el terreno, abonar, sembrar, cuidar y regar para que luego podamos recoger el fruto. Se van cumpliendo algunos sueños, pero a menudo surge alguno nuevo, lo importante es tener la capacidad de seguir soñando.

placeholder Belleza Abisal. (Cortesía)
Belleza Abisal. (Cortesía)

Imagina unas manos capaces de tejer un pedacito de naturaleza y darle forma a un universo propio tan singular que consigue cautivar tanto a estetas como a aquellos que permanecen ajenos al valor de la belleza. Supón que esas manos cultivan la mayoría de los materiales que emplea y que, además, han conseguido rescatar un oficio y elevarlo a la condición de arte. No es un sueño, es Idoia Cuesta, una vasca afincada en Galicia, que ha hecho de la cestería su forma de expresión.

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