Los mejores restaurantes de Santiago de Compostela aguardan tu reserva (llama ya)

La relevancia y variedad de la gastronomía gallega es indiscutible no solo allí, sino en todo el país y fuera de nuestras fronteras. La fama de su porción de Atlántico, con esos sublimes pescados y mariscos, y de su interior, con verduras y carnes universales con nombre propio, como la vaca rubia gallega, a la que se rinde pleitesía en el mundo entero, está más que justificada.

La capital, Santiago de Compostela, es posiblemente uno de los mejores destinos para apreciar tanto los productos de mar como la despensa de montaña. También es, sin duda, estandarte de los fogones más tradicionales que se funden con cocinas de tendencia, más vanguardistas, para revisitar de manera brillante el recetario más arraigado.

Acompáñanos en esta ruta compuesta por seis de los mejores restaurantes de Santiago de Compostela. Tres días se te quedarán cortos, pero volverás con el mejor sabor de boca, ese que invita a querer volver. ¡Tendrás morriña foodie asegurada!

Filigrana

Federico López oficia con mano maestra en el restaurante del encantador hotel A Quinta da Auga, único Relais & Châteaux de Santiago de Compostela. En el marco de esta antigua fábrica de papel, reconvertida en establecimiento boutique de lujo por ‘las Luisas’, madre e hija, se mima el descanso y el bienestar del huésped en maravillosos exteriores, habitaciones y spa y en uno de los mejores restaurantes de la zona.

Productos diarios de mercado se respetan hasta el extremo en cuanto a su temporada y su elaboración. Este respeto no está reñido con un toque de innovación y elegancia en sus presentaciones. Si eres amante del marisco, su completa degustación de mar repasa ostras, berberechos, zamburiñas, bogavantes, centollas o vieiras con un ‘twist’ en aliños y salsas. Pulpo a la gallega con las patatas en chupito, merluza con crema de guisantes o steak tartar de ternera gallega son los platos estrella de su menú Filigrana, que toca todos los palos que esperas. Si te quedas a dormir en el hotel, prepárate para su magnífico desayuno al día siguiente.

A Tafona

Procedencia, ADN, cultura… Son palabras que no se borran del discurso de Lucía Freitas, una de las cocineras más queridas de Galicia por lo que crea y por lo que cree. Su gran labor para con mariscadoras, pescaderas y productoras locales, para con la mujer en general en su sector, se ha puesto más de relevancia que nunca con su proyecto documental Amas da Terra, recién lanzado y que ella pretende hacer más y más grande con más y más nombres. Gracias a muchas de ellas, y por supuesto a su trabajo, su restaurante ostenta desde 2018 una revalidada estrella Michelin.

El mercado de abastos de Santiago, como escaparate de costa y huerto, es protagonista en el menú degustación de esta chef que vuelve al origen con la ayuda de conocimientos, técnica y tecnología. “La cocina con ciencia y con conciencia ha llegado para quedarse”, dice, y se percibe ya al penetrar en sus paredes de piedra salpicadas de diseño. Sus recetas, Galicia con mucho acento oriental, son el resultado de sus muchos viajes a Japón: mejillón, pak choi y lentejas; viera, panceta y tobiko; o merluza, hinojo y citronela.

Casa Marcelo

También de oriente y de Latinoamérica bebía y bebe mucho Marcelo Tejedor en este otro impepinable estrella Michelin junto a la Plaza del Obradoiro, con Martín Vázquez al frente. No te dejes engañar por la aparente informalidad de este imprescindible y trabajado comedor, parada gourmet obligatoria y escuela de la que han salido colegas y recetas para el recuerdo. Compartir platos es ahora su filosofía, más tabernaria que nunca, en su mesa comunal, barra de sushi, en la propia cocina…

Es un espectáculo ver al equipo trabajar el pescado y sus cortes en vivo, ensalzados después en opciones cosmopolitas que cambian cada semana en su carta. Choquito a la parrilla con kimchi, tiradito de lubina y ají amarillo, sargo asado con pak choi o poké de toro pueden sorprenderte el día que vayas.

Anaco

Anaco es el proyecto personal de Víctor Lobejón. A las puertas de la zona vieja de Santiago, es un oasis de ocho mesas frente al fragor de la ciudad compostelana. Basado en una cocina de temporada, con elaboraciones sencillas en las que prima el respeto al origen, este palentino curtido en la escuela vasca se apoya en pequeños productores para una carta y menú degustación ‘A mesa posta’ asequible y sorprendente.

Déjate llevar por él, es lo mejor que puedes hacer. De su quincena de platos te sacará lo mejor, desde sus volandeiras con alga codium a su salmonete en caldeirada pasando por su particular lubina a la bilbaína.

A Viaxe

“Cociña de alma peruana, corazón galego e matices do mundo”. Así define el peruano Tomás Rubio su bistró viajero en una coqueta plazuela cercana al centro. La raíz andina es la base para, con el mejor producto seleccionado, escaparse a una decena de destinos ejemplificados en una decena de platos.

Rubio ofrece la posibilidad de componer un par de gratos menús degustación a partir de todos ellos. Los llama, acertadamente, Mestizaxe. Su causa de crustáceos, su pescado soasado con muselina de rocoto y quesos gallegos o su cerdo tandori con trigo guisado son gráficos ejemplos de lo que sirve en una casa que ostenta merecidamente un Big Gourmand de la Guía Roja.

Abastos 2.0

Elige barra, mesa o terraza. Reserva siempre que puedas. La cocina de mercado alcanza aquí un significado literal porque es ahí mismo, en el mercado, donde se sitúa. El pionero proyecto de Iago Pazos y Marcos Cerqueiro ha sido replicado después hasta la saciedad por toda España, pero en pocos lugares se ha logrado así. Doce plazas, siempre previa petición, caben en el primero de los espacios. Ponte en las manos del tabernero, término que adoran emplear, y entrégate a un menú del día único con la mejor materia prima aderezada con retazos de ingenio, sin disfraces.

Sobre sus mesas, un cambiante menú semanal toma el testigo. Por sus mejillones en escabeche o su empanada aún suspiramos. En su terraza, por orden de llegada, el mejor ambiente ‘picheleiro’ y marisco a puñados. Aunque diluvie, siempre está a tope. No sorprende que sea el segundo lugar más visitado de Galicia.