Analizamos el surrealismo de El Equipo Creativo, diseñadores cool del momento
Afirman con contundencia que no siguen las tendencias. Si te sientas en cualquiera de los restaurantes diseñados por ellos, podrás dar fe de que lo suyo es tan suyo que transciende a todas las modas. En otras palabras: divinos
Cuando te atreves a tomar riesgos, el resultado siempre es positivo. Si te equivocas, habrás aprendido, y si sales con éxito de tu misión, lo más probable es que termines por convertirte en un referente para aquellos que no se atrevieron antes. El Equipo Creativo pertenece a ese grupo de gente llena de ideas y con muchas ganas de transformar los espacios en lugares únicos, surrealistas, incluso, de esos de los que nunca sales igual que entraste.
Este estudio multidisciplinar fue fundado en 2011 por los arquitectos Oliver Franz Schmidt, Natali Canas del Pozo y Lucas Echeveste Lacy, y su trayectoria es tan meteórica que acaban de ganar Best Interior Design Firm (mejor firma de diseño de interiores) en los prestigiosos premios internacionales Architizer A+ Awards 2023. Un reconocimiento a su trabajo y a su talento puesto al servicio, sobre todo, de los chefs más deseados del mundo, demostrando, de nuevo, que no hay mejor maridaje posible que el que hacen un interiorismo y un plato capaces de emocionar.
El equipo al completo nos cuenta cómo ha sido trabajar codo a codo con la crème de la crème de los fogones, cómo fueron sus inicios y cuál es su proceso creativo.
¿Cómo nace El Equipo Creativo?
El Equipo Creativo surge con un proyecto en concreto, que fue precisamente el restaurante Tickets de los hermanos Ferran y Albert Adrià y los hermanos Iglesias. En aquel momento éramos unos arquitectos independientes con diferentes experiencias y trayectorias, que formamos un 'equipo creativo', con cierto carácter multidisciplinar, la misma forma en la que los hermanos Adrià quisieron enfocar el diseño del restaurante. De hecho, el nombre El Equipo Creativo es la herencia de aquel primer proyecto, que hemos seguido manteniendo.
Doce años después supongo que hemos cambiado mucho, aunque también hay aspectos que se mantienen intactos, como parte de la espontaneidad y la metodología de aquel primer proyecto, basada en no dar nada por preestablecido, buscar una personalidad propia para el espacio que respondiera al concepto gastronómico, sin mirar demasiado hacia las modas o las tendencias.
Al principio sentíamos que habíamos aterrizado en este sector un poco por casualidad. Aunque visto desde la perspectiva actual. También podríamos interpretarlo desde el lado opuesto, tal vez fue el destino. Nos encanta nuestro trabajo, nos obliga cada día a ser muchas cosas a la vez. A veces somos arquitectos, diseñadores, inventores de historias, investigadores culturales, amantes de la gastronomía, viajeros curiosos, constructores, artesanos, buscadores de talento, profesores…
¿Qué aporta cada uno de vosotros?
Aunque los tres socios somos arquitectos, cada uno de nosotros aporta al proyecto su expertise personal. Al final los proyectos son una suma de todas estas cualidades personales. Como sugiere nuestro nombre, tenemos muy claro que los proyectos son trabajos en equipo, y no solo de los socios, sino de todas las personas que trabajan en El Equipo Creativo, y también de otros especialistas externos con los que colaboramos, buscando siempre la máxima calidad de diseño.
¿Cómo es trabajar para algunos de los chefs más prestigiosos del mundo?
Como sabemos, la gastronomía es una experiencia que no solo se come, sino que se vive, y como tal, el espacio tiene un papel muy importante, ayudando a que se viva con los cinco sentidos, no solo con el gusto y el olfato. Como punto de partida esto ya es un gran reto, y supongo que nos gustan los retos.
Pero además, cuando trabajas para chefs de la talla de Ferran Adrià y su hermano Albert, con quienes hemos diseñado los restaurantes Tickets y Pakta, o el trío del restaurante Disfrutar, Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas, el concepto de experiencia se convierte en un reto aún más exigente e innovador. Todos ellos son gastrónomos acostumbrados a trabajar de forma muy conceptual, y en general suelen ser clientes que ponen el listón muy alto a nivel de diseño. Al mismo tiempo, todos ellos nos han dado mucha libertad para experimentar, investigar y proponer, porque esto es parte también de su metodología de trabajo.
¿Cómo es vuestro proceso creativo?
Huimos de la uniformidad e incluso de las tendencias, que al final llevan también a la repetición. Intentamos buscar cuál es la esencia, qué es aquello que lo puede hacer especial, y reflejarlo a través del diseño. Por lo general, el concepto se relaciona con el lugar en el que se sitúa, con el paisaje, las tradiciones, su cultura, con su artesanía, etc. Otras veces el concepto acompaña una propuesta gastronómica de otro lugar, y en estos casos intentamos que el espacio también nos ayude a entender y viajar a esas culturas. Utilizando un paralelismo cinematográfico, el concepto de diseño sería algo parecido al guion de la película, el cual ayuda a definir todos los personajes y secuencias de esta.
Si hablamos de estrategias más concretas, tal vez por nuestro background en la arquitectura, nos gusta trabajar la envolvente interior del espacio, casi como si fueran unas fachadas interiores, creando un elemento protagonista que nos envuelve, como por ejemplo los telares en el restaurante Pakta o la 'ola' cerámica de la coctelería Blue Wave. También prestamos una atención especial a los techos, que tratamos como una de las fachadas protagonistas del proyecto, como por ejemplo el techo reflectante del restaurante One Ocean o el techo orgánico del restaurante Ikibana.
El color es otro de nuestros recursos habituales, a veces por su propuesta arriesgada, como en el restaurante Las chicas, los chicos y los maniquís, o por su propuesta claramente monocromática, como en blanco mediterráneo del comedor del restaurante Disfrutar o el azul marino de la Tunateca Balfegó.
¿Qué os supone haber ganado Best Interior Design Firm?
Los premios siempre son bienvenidos, sobre todo porque reconocen el gran esfuerzo puesto en los proyectos, un esfuerzo compartido con todo el equipo. Funcionan como un gran chute de energía, ¿y quién no necesita algo de esto de vez en cuando? También ayudan a dar prestigio a nuestro trabajo a nivel internacional, sobre todo cuando viene de una de las plataformas de difusión de arquitectura más importantes en el mundo, como lo es Architizer.
Aunque habíamos ganado otros premios previamente, este premio nos hace especial ilusión, ya que no es un premio a un proyecto en concreto, sino a toda nuestra trayectoria. Para considerarnos el Best Interior Design Firm 2023, se han valorado nuestros proyectos a lo largo de todos estos últimos años, así como la coherencia y la metodología siempre experimental e innovadora.
De todas formas, por muchos premios que hayamos recibido, siempre se experimenta un poco de vértigo ante cada nuevo proyecto… y esperamos que así continúe. No risk no fun. (Risas).
¿Algún proyecto con el que hayáis disfrutado especialmente?
Disfrutamos mucho con todos, y sufrimos también un poco con todos. Pero por mencionar uno, recientemente hemos diseñado un Food Hall de 4.000 m² en Corea del Sur, para la empresa de centros comerciales coreana Starfield, perteneciente al grupo Shinsegae. Este ha sido un reto muy enriquecedor y hemos disfrutado mucho de poder tener la oportunidad de viajar al país e introducirnos en la cultura gastronómica coreana, que es increíble.
¿Diseñáis con plena libertad?
Solemos tener bastante libertad, ya que los clientes nos contratan porque buscan propuestas de un diseño especial y único, y entienden que nos han de dejar espacio para que la creatividad fluya. En El Equipo Creativo trabajamos de forma muy conceptual y nos esforzamos para que cada propuesta sea diferente, y que encajen en la propuesta gastronómica u hotelera de nuestros clientes. La realidad es que cada uno es un mundo, y por eso creemos que nuestra respuesta ha de ser única. Para ello también es muy importante escuchar y entender sus expectativas y necesidades, para darle una respuesta que encaje dentro de esa filosofía.
Si hiciéramos el paralelismo con el mundo de la moda, nuestro trabajo se parecería más al de un sastre que hace trajes a medida que al de una gran marca con una estética muy definida. Probablemente por eso cada uno de nuestros proyectos son muy diferentes entre sí. Y por eso también sentimos la confianza del cliente.
¿Cuáles son vuestros próximos proyectos?
A nivel internacional, actualmente El Equipo Creativo tiene en fase de construcción un restaurante en Washington DC y un apartamento en París. Además, acabamos de abrir el restaurante Selva en la planta 24 de un emblemático hotel en Ámsterdam, y en esta misma ciudad estamos trabajando en la fase de diseño de un hotel en el Museum Quarter.
A nivel nacional, este verano acaba de abrir el Palau Fugit, en Girona, un hotel boutique muy especial en el casco antiguo de la ciudad. Estamos trabajando en fase de proyecto de otro hotel en Marbella, situado en el emblemático Los Monteros, y repitiendo colaboración con la cadena norteamericana Kimpton. En la ciudad de San Sebastián, de donde somos originariamente dos de los socios, tenemos varios proyectos en marcha, entre ellos el proyecto de diseño para la reforma del mercado gastronómico San Martín. Y recientemente hemos finalizado el lobby, bar y restaurante Simultáneo, en el hotel Plaza Barcelona.
Cuando te atreves a tomar riesgos, el resultado siempre es positivo. Si te equivocas, habrás aprendido, y si sales con éxito de tu misión, lo más probable es que termines por convertirte en un referente para aquellos que no se atrevieron antes. El Equipo Creativo pertenece a ese grupo de gente llena de ideas y con muchas ganas de transformar los espacios en lugares únicos, surrealistas, incluso, de esos de los que nunca sales igual que entraste.