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Joseba, hijo de Karlos Arguiñano: un buen milhojas, ropa casual y pescar en el Cantábrico
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Joseba, hijo de Karlos Arguiñano: un buen milhojas, ropa casual y pescar en el Cantábrico

Repostero y panadero, el quinto hijo del celebérrimo cocinero vasco —padre de la divulgación gastronómica— triunfa con su propio obrador, dos programas de televisión y su libro de recetas: 'Cocina con Joseba Arguiñano'

Foto: Joseba Arguiñano triunfa por igual entre fogones y cámaras. (Rubén Blyth)
Joseba Arguiñano triunfa por igual entre fogones y cámaras. (Rubén Blyth)

Sus primeros recuerdos ligados a la gastronomía le transportan a grandes sartenadas de huevos rotos que preparaba su madre. Después de estudiar cocina en la Escuela de Hostelería Aiala de Karlos Arguiñano y formarse en espacios de renombre como el restaurante Akelarre de Pedro Subijana, la pastelería Escribà de Barcelona —“donde descubrí el mundo del chocolate”— o la pâtisserie de Thierry Bamas en Biarritz, Joseba Arguiñano (Zarautz, 1985) optó por dedicarse de lleno al mundo de la repostería de la mano de su tía Eva. Tal bagaje le ha servido para presentar dos programas gastronómicos en el canal autonómico vasco ETB, compartir pantalla con su padre en 'Cocina abierta', de Antena 3, y publicar su primer libro de recetas, 'Cocina con Joseba Arguiñano' (Planeta).

placeholder Joseba Arguiñano, su tabla skate, el golfo de Vizcaya y su libro. (Rubén Blyth)
Joseba Arguiñano, su tabla skate, el golfo de Vizcaya y su libro. (Rubén Blyth)

Emprendedor y muy disfrutón, Joseba es un gran amante de los viajes, la pelota vasca y la vida al aire libre, Joseba regenta desde hace una década, en el casco antiguo de Zarautz, su propio obrador JA Arguiñano, con bombones y croissants de categoría. “Si el apellido pesa es para bien. Me ha abierto muchas puertas, he podido aprender en las mejores escuelas, tener los mejores maestros, conocer restaurantes increíbles… Todo cosas buenas”, reconoce nuestro protagonista.

Aquí y ahora, su muy apetecible agenda secreta.

PARA COMER

El desayuno más sabroso: “Los laborables, suelo desayuno en mi obrador JA Arguiñano (Urdaneta, 5). Soy un fanático del dulce, me vuelvo loco por unas milhojas, una tarta de queso bien horneada o unas manzanas asadas al horno. Cuando mis obligaciones me lo permiten, también me gusta ir “al Arguiñano” (Mendilauta, 13) para desayunar contemplando el mar; siempre pido un croissant y una tostada de pan con jamón. Si tengo mucha hambre, le añado un pincho de tortilla de patata”.

Cenar entre amigos: “Si nos apetece carne, nada mejor que ir a Urberu (Elorriaga Auzoa, s/n), en Deba, con más de tres décadas de historia, o al Asador Izeta (Caserío Izeta Goikoa, 4) una sidrería situada en un caserío entre Aia y Zarautz, de donde rara vez me voy sin disfrutar de su plato estrella, la txuleta a la brasa, que se ofrece al peso, o de un buen plato de bacalao… También sé que acierto seguro si voy a Kaia (General Arnao, 4), en Getaria; suelo empezar por un buen marisquito y el plato principal lo dejo en manos de Igor, el dueño, que normalmente será un buen pescado de temporada a la parrilla”.

De pintxos: “La verdad es que no voy mucho de bares, pero si me acerco a Donostia siempre paso por La Espiga (San Martzial, 48), un bar de toda la vida, siempre concurrido y con una barra de pintxos excepcional. Como hay tanta variedad, elijo unos u otros según el día. Aunque lo que nunca puede faltar es un pintxo de morro en salsa. Por cierto, este me lo recomendó mi padre hace ya muchos años”.

Cuccina italiana: “No suelo salir a comer platos de pasta, pero en casa sí que los preparo porque a mis hijos les encanta. Solemos hacer todo el proceso, desde la masa hasta la salsa. Los niños disfrutan colaborando y a la hora de comer se sienten muy orgullosos. ¿El que preparamos más a menudo? Macarrones con tomate y chistorra”.

Buenos vinos: “Bodega K5, la bodega familiar frente al Cantábrico. Me gustan todos, pero destacaría el K5 de cualquier añada, el Kaiaren 2016 y el K5 Vendimia tardía, un vino dulce que me vuelve loco”.

Templo gourmet: “El mercado de Zarautz (Nagusia, 27) es pequeño, pero tiene de todo: charcuterías y queserías gourmet, carnes de calidad, pescado fresco, ¡todo es apetecible! Por cercanía es el que más suelo frecuentar. En Donostia me gusta ir al mercado San Martín (Urbieta, 9). Cuando vivía en Barcelona solía visitarlos todos: La Boquería (La Rambla, 91), Santa Caterina (Av. Francesc Cambó, 16), Ninot (Mallorca, 1) y Sant Antoni (Carrer del Comte d'Urgel, 1) y lo pasaba genial”.

PARA COMPRAR

Básicos de moda: “Como soy el menor de cinco hermanos, de pequeño siempre me ha tocado heredar la ropa de los demás, de modo que me he ido acostumbrando y ahora continúo así. No sigo mucho la moda, no estoy al tanto de las tendencias. Mis prendas preferidas son los vaqueros, los pantalones de chándal, las camisetas y las sudaderas. Si tengo algún evento especial, suelo ir de compras con mi mujer Natali, que me asesora muy bien. ¿El último capricho fashion? Una gorra muy chula que me regalaron mis hijos”.

Accesorios top: “Mis caprichos no tienen nada que ver con relojes, zapatos ni gafas de sol. Ya sé que no es usual, pero a mí lo que me gusta comprar son plantas, árboles frutales, herramientas, que además me encanta coleccionar, y material para pescar. Por eso me hizo tanta ilusión el último regalo que nos trajo Olentzero (el personaje mágico vasco que trae los regalos en Navidad): un mandarino, un naranjo, un limero y un limonero”.

Hora de lectura: “Suelo comprar los libros que me gustan en Garoa (Trinidad, 7), la librería de toda la vida de Zarautz. Como me gusta mucho la naturaleza, tiro por ahí: manuales de senderismo, obras sobre setas, animales, botánica… Puedo pasarme un buen rato eligiendo el que me gusta y, por supuesto, también leo muchos libros sobre gastronomía”.

placeholder Garoa liburu-denda. (Cortesía)
Garoa liburu-denda. (Cortesía)

PARA CUIDARME

En forma: “Cuando era más joven jugaba a la pelota vasca y al fútbol, pero ya no. Ahora prefiero los deportes de deslizamiento, esquiar o subirme en una tabla de surf, snow o skate. Soy un hombre de mar, me encanta navegar y salir a pescar desde hace muchos años, también practicar paddle surf y, a la vez, soy un tío muy silvestre. Uno de mis planes favoritos es perderme por el campo y recoger setas”.

Mis fragancias: “Me gusta el aroma de la vainilla, los cítricos, la canela y la miel, pero no tengo ningún perfume favorito”.

PARA VIAJAR

Hotel de ensueño: “El hotel no es lo más importante. Cuando viajo busco entornos naturales que me aporten emociones, experiencias y tranquilidad. Pero si tengo que elegir uno, me quedo con el Hotel Restaurante Karlos Arguiñano (Mendilauta, 13), frente a la playa de Zarautz y con increíbles vistas al Cantábrico”.

Deporte en directo: “Me gustan mucho las carreras de motos, he vivido muchas a pie de pista en varios circuitos del mundo y siempre me han parecido un espectáculo brutal, pero, ahora mismo, huyo de los espacios donde se concentre demasiada gente. Puedo ver un partido de tenis o fútbol en la televisión, pero no me gusta ir a los estadios”.

De concierto: “Llevo toda la vida trabajando los fines de semana —incluso cuando estudiaba— y no he tenido mucho tiempo de ir a conciertos. Últimamente, he ido a ver a Amaral y a Izaro, más por acompañar y compartir el espectáculo con mi mujer que por mí. Las multitudes no son lo mío”.

Viaje pendiente: “He surfeado por todo el mundo, lo que me ha permitido conocer lugares espectaculares, pero hay uno que me apetece mucho visitar: Hawái. Surfeando me olvido del mundo”.

Sus primeros recuerdos ligados a la gastronomía le transportan a grandes sartenadas de huevos rotos que preparaba su madre. Después de estudiar cocina en la Escuela de Hostelería Aiala de Karlos Arguiñano y formarse en espacios de renombre como el restaurante Akelarre de Pedro Subijana, la pastelería Escribà de Barcelona —“donde descubrí el mundo del chocolate”— o la pâtisserie de Thierry Bamas en Biarritz, Joseba Arguiñano (Zarautz, 1985) optó por dedicarse de lleno al mundo de la repostería de la mano de su tía Eva. Tal bagaje le ha servido para presentar dos programas gastronómicos en el canal autonómico vasco ETB, compartir pantalla con su padre en 'Cocina abierta', de Antena 3, y publicar su primer libro de recetas, 'Cocina con Joseba Arguiñano' (Planeta).

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