Llega la espectacular y esperada reapertura de uno de los hoteles más míticos de Mallorca

Es, sin duda, una de las noticias hoteleras del año en España y en Europa. El decadente hotel Formentor —inaugurado en 1929 por el argentino Adan Diehl— reabre puertas transformado en Four Seasons Resort Mallorca. El hotel se inaugura el 16 agosto, pero los canales de reserva ya están operativos.

Ubicado en medio de cuarenta hectáreas de bosque mediterráneo, junto a un mar de aguas cristalinas, y en el corazón de una finca privada que también incluye un viñedo, el nuevo Formentor es un mundo aparte en el extremo noreste de la isla. Combina encanto poético con un servicio esmerado. ¿Su objetivo? Ser la quintaesencia de la hospitalidad y la sofisticación europea.

“De vez en cuando tenemos la oportunidad de revivir un hotel legendario y llevarlo al futuro convirtiéndolo en una experiencia Four Seasons, como hemos hecho con el Grand-Hôtel du Cap Ferrat, en el sur de Francia; el San Domenico Palace, en Sicilia, o el Astir Palace Hotel, en Atenas”, relata Adrian Messerli, presidente de operaciones de Four Seasons para Europa, Oriente Medio y África.

La experiencia en el flamante Formentor comienza desde el momento de la llegada a la isla desde cualquiera de los 160 destinos que vuelan directamente al aeropuerto de Palma de Mallorca. La dirección del hotel sugiere una forma especialmente bella de llegar a este Four Seasons: un servicio de limusina que recoge al huésped en el aeropuerto y lo lleva hasta el puerto de Pollença, donde toma un barco que navegará y circunvalará el norte de la isla hasta llegar a la bahía de Formentor. Mejor, imposible.

La reforma, bajo la dirección de Estudio Lamela, ha priorizado la mejora estética, la eficiencia energética, el aislamiento térmico y acústico y la restauración de la fachada original. En el paisaje circundante, plantas, arbustos y árboles autóctonos, especialmente altísimos pinares.

Las 110 habitaciones y suites tienen terrazas que miran al mar, algunas con piscina privada. Decoración luminosa y espaciosa con materiales naturales que evocan cierto glamour clásico y contemporáneo al mismo tiempo.

En cuanto a la gastronomía, los menús de Four Seasons Resort Mallorca bailarán con las estaciones en una variedad de conceptos gastronómicos como el restaurante Mel —platos mediterráneos frescos del desayuno a la noche— y Quiosc —cocina informal en la terraza bajo la sombra de los pinos—. En el corazón del hotel se encuentra el Cercle, un bar que se convierte en lugar de encuentro para compartir historias a través de la degustación de los mejores vinos y cócteles de autor.

En la playa de arena blanca, los huéspedes podrán desconectar en estupendas tumbonas y disfrutar de los servicios y atenciones del personal. Allí se encuentra Xiringuito con carta de platos ligeros y sus refrescantes bebidas.

Piscinas, pistas de tenis, gimnasio de última generación y espacios para practicar yoga al aire libre completan la jugada. También se puede disfrutar de numerosas aventuras acuáticas y subacuáticas a un paso de la playa, desde snorkel y otros deportes no motorizados hasta la exploración en barco de las cuevas y playas más mágicas de la isla.

Los primeros viajeros que reserven en este Four Seasons Resort Mallorca contarán con un 15 % de descuento en el precio de la habitación al alojarse dos o más noches (hasta el final de la temporada).

Explorando el norte de la isla

Mallorca cuenta con rincones únicos, como el histórico faro de Formentor —conocido como el ‘punto de encuentro de los vientos’—, las encantadoras ciudades de Pollença y Alcudia, y una fantástica red de rutas de senderismo y ciclismo que serpentean a través de pinares, acantilados con vistas increíbles, playas y calas escondidas. El hotel cuenta con bicicletas para todos aquellos que deseen perderse por la isla y hacer planes como disfrutar un pícnic o avistar aves.