'El apartamento' cumple 65 años: historia del impresionante rascacielos de Nueva York donde se rodó
La obra maestra de Billy Wilder está de aniversario y repasamos su rodaje en el 2 Broadway del distrito financiero de Manhattan y algunas de las anécdotas de una cinta que protagonizaron Jack Lemmon y Shirley McLaine
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Dice Carlos Boyero que, para él, 'El apartamento' "es el cine". No solo para él. La historia del pobre oficinista que presta las llaves de su apartamento a los jefes que desean llevar allí a sus queridas, como se decía entonces, es universalmente reconocida como una de las obras maestras del cine.
Jack Lemmon era el encargado de interpretar a ese oficinista gris que se acaba enamorando de una de las amantes de su jefe, la ascensorista encarnada por Shirley MacLaine que incluso trata de suicidarse.
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El talento de Billy Wilder (y de su coguionista habitual, I.A.L. Diamond) es tal que, para provocar que el personaje de Lemmon descubra que la chica que le gusta es la misma con la que su jefe ha estado en su apartamento, utiliza un espejo roto que la chica se ha dejado en el piso.
Recordemos el momento que, aparte de ese espaguetti atascado en una raqueta, puede que sea la mayor muestra de genialidad del guion: el patético señor Baxter devuelve dicho espejo al jefazo y, pocos minutos después, lo ve en manos de la adorable señorita Kubelik de la que él está enamorado. La cara de decepción del oficinista es un poema y la del espectador también, al comprobar la brillante idea de guion: el espejo está tan roto como el corazón del protagonista.
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A Billy Wilder se le ocurrió la idea de 'El apartamento' viendo otra película: la romántica y melancólica 'Breve Encuentro' de David Lean. Uno de los amigos de Trevor Howard, el protagonista, le deja su apartamento para poder encontrarse con su amor adúltero, Celia Johnson.
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El vienés pensó qué sería de aquel señor que había prestado su domicilio a una pareja ilícita y así fue como surgió todo un guion en el que, de los agobios de oficina al peloteo a los jefes; de las noches de soledad frente al televisor a la comida precocinada, hablaba por primera vez del hombre moderno, ese que seguimos reconociendo muchos años después.
Como era habitual en aquellos días (aunque los primeros 60 comienza la detonación del Hollywood clásico de manera definitiva), se solía rodar en estudio. Y 'El apartamento' no fue ninguna excepción.
Los que habían sido los estudios comandados por Samuel Goldwyn, situados en Formosa Avenue, situados no muy lejos del legendario café que lleva ese nombre, sirvieron para construir el decorado del piso del protagonista y su fachada.
Y para los interiores de la oficina, por cierto, se utilizó un truco que hoy día nos sigue pareciendo maravilloso: los actores de tamaño natural estaban sentados en los escritorios delanteros y, para el fondo, se colocó a niños con traje, seguidos de escritorios aún más pequeños con figuras recortadas operadas con cables. Así se logró una sensación de mayor espacio que aumentaba el carácter claustrofóbico de esas estancias.
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Un edificio con mucha historia
Más allá de los decorados, hay un lugar en el distrito financiero de Nueva York cuyos exteriores y hall sirvieron para ilustrar el lugar de trabajo de Lemmon. El 'Consolidated Life of New York' en el que trabaja su personaje estaba situado, en realidad, en un rascacielos que se construyó a finales de los 50, poco antes del rodaje, y costó la friolera de 13 millones de dólares.
Se trata del 2 Broadway situado en Bowling Green, aunque su fachada en forma de panal, tal y como aparece en la cinta, ha sido sustituida por un cristal plano. Mide nada menos que 128 metros de altura, tiene 32 plantas y desde 1995 alberga la sede de la Autoridad Metropolitana del Transporte, el famoso MTA con el que se encuentran tantos turistas que llegan a Manhattan.
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Antes de ser el 2 Broadway, el rascacielos fue el New York Produce Exchange, diseñado por George B. Post y construido entre 1881 y 1884 según los datos de Wikipedia. Como tantos otros edificios de Manhattan, fue demolido en el 57 y acabó siendo la construcción con forma de panal que Wilder acabaría popularizando en todo el mundo.
La propia película, que llegó a los cines un 15 de junio de 1960 y logró, meses más tarde, cinco Oscars entre los que se encontraban los de mejor película, director o, por supuesto, el guion, fue un absoluto éxito. Obtuvo más que premios ya que se convirtió en una de esas cintas que nunca faltan en lo mejor de lo mejor de la historia del cine.
Hollywood se dio cuenta, por fin, de que nos parecemos más al infeliz de Jack Lemmon que a los héroes como Gary Cooper. Y esa fue la semilla de la que después saldrían Al Pacino o Robert DeNiro. Y todo gracias a ese vienés del que se dijo que tenía "cuchillas de afeitar en el cerebro y en la lengua".
Dice Carlos Boyero que, para él, 'El apartamento' "es el cine". No solo para él. La historia del pobre oficinista que presta las llaves de su apartamento a los jefes que desean llevar allí a sus queridas, como se decía entonces, es universalmente reconocida como una de las obras maestras del cine.