Todos los secretos del hotel Majestic contados por sus propietarios, los Soldevila
Recordamos la historia de este hotel en el que vivían sus propietarios, Olegario Soldevila y Sisita Casals. Hijos y nietos nos cuentan las anécdotas de este testigo de la vida catalana
"Los 21 primos Soldevila jugábamos al escondite por todo el hotel Majestic". Imagínenselos, a toda la chiquillada Soldevila correteando por el hotel en el que vivían sus abuelos, los propietarios del establecimiento. En manos de los Soldevila por tercera generación, el hotel barcelonés celebra este año su centenario con la publicación de un libro y varios acontecimientos, como la apertura del nuevo restaurante, el Solc, una propuesta que dará que hablar en los ambientes gastronómicos de la ciudad.
Los Soldevila no se suelen prestar a aparecer en los medios, por lo que un encuentro con muchos de ellos es algo excepcional. Sucedió hace unos días en el Majestic, cuando tanto hijos como nietos celebraron los 100 años de la casa en una cena en la que se presentó el menú centenario elaborado por Nandy Jubany en el que se recrean los platos de diferentes años históricos.
“Para el servicio del hotel debía ser algo difícil aguantar a tantos niños correteando por los pasillos, conocíamos todos los recovecos, las puertas secretas, corríamos y nos escondíamos, y cuando pasábamos cerca de alguien del servicio del hotel levantaba los brazos para que no tirásemos lo que llevaban, hasta nos escondíamos dentro de los contenedores de las sábanas, era todo muy loco, y muy muy divertido”. Sentados a la mesa, Sisita y Paco Closa Soldevila, nietos de los fundadores, recuerdan divertidos decenas de anécdotas de casa de los abuelos.
Arte y hotelería
Sisita y Paco están en representación de su madre, Sisita Soldevila, que no ha podido asistir por indisposición. Pero está presente en conversaciones a lo largo de toda la cena: es la mayor coleccionista de videoarte de España y su nombre va ligado al de los grandes centros culturales del país. Volvamos a las anécdotas.
Cada domingo, Mater y Pater (así llamaban los hijos y los nietos a Olegario Soldevila y Esperanza ‘Sisita’ Casals) recibían a sus siete hijos -Andrés, Leonardo, Rafael, Olga, Esperanza, María Dolores y María Dulce- y 21 nietos a comer en la planta séptima del hotel, su vivienda, donde había un cine donde todos vieron grandes clásicos. El recuerdo más hilarante de los nietos es cuando cuentan que se colaban en las bodas y bautizos que se celebraban en el hotel para picar de los banquetes. ¡Como si pasaran hambre! Entre carcajadas, cuentan que los domingos por la noche tomaban un pepito de solomillo hecho con la carne sobrante del hotel, un bocata que todavía les sabe a gloria.
Un alto nivel de vida
No solo los nietos correteaban a lo loco por el establecimiento. Los hijos hacían lo propio. Lo recuerda Olga, quien volvía a a casa y recibía reprimendas porque llevaba toda la cara llena de hollín. “La calefacción era de carbón y nos metíamos en todas partes, ¡parecíamos en deshollinador de Mary Poppins!”. Los recuerdos familiares se comparten desinhibidos, nos muestran fotos de la familia, de los hermanos, de los nietos. Las chicas renovaban todo su vestuario cada año en Santa Eulalia, la tienda más selecta de Barcelona, una muestra del alto nivel de vida de una familia que la comparte ahora ente risas y sin elitismos.
Porque la historia del hotel es parte de la historia de Barcelona y de España. “Desde la reina María Cristina a los poetas Antonio Machado y León Felipe, el pintor Joan Miró, los cantantes Charles Trenet y Josephine Baker, la soprano Renata Tebaldi y el poeta y dramaturgo Federico García Lorca”, señalan desde el hotel. Lo recuerda el periodista Fernando Orgambides en su blog: “Lorca se alojó en el Majestic en diciembre de 1935, con ocasión del estreno, por la compañía de Margarita Xirgú, de ‘Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores’ [Teatro Principal Palace]. También Antonio Machado junto con su madre y la familia de su hermano José -un grupo de siete-, repartiéndose todos en dos habitaciones, que solo abandonaban en las horas de comedor, puesto que el único ascensor existente estaba estropeado”.
¿La Barcelona perdida?
El hotel tiene estancias dedicadas a los personajes célebres que se han alojado entre sus paredes en recuerdo de unos tiempos en los que Barcelona era plaza artística casi obligatoria, tiempos, según Orgambides, que “en su centenario, este hotel del Paseo de Gracia nos retrae a una Barcelona hoy difícil de recuperar”.
Es así, la historia del hotel no es solo artística. Aquí se fraguó uno de los pactos políticos más controvertidos de la historia reciente del país: el Pacto del Majestic, por el que José María Aznar accedió a la presidencia del Gobierno con el apoyo de Jordi Pujol. “Hablo catalán en la intimidad”, bromeaba el líder popular ante su acuerdo con el líder nacionalista. Pujol y toda su familia han sido siempre íntimos de los Soldevila Casals.
¿La política? Presente
Lo recuerda Sisita Closa durante la cena en homenaje a la empresa de sus abuelos. El hijo menor de los Pujol Ferrusola se llama Oleguer en honor al Pater, quien cuando supo de las correrías del expresident quiso demostrarle su amistad al margen de políticas. “Le escribía a mano cartas de apoyo porque a pesar de todo era su amigo”, dice Sisita Closa.
No hay acontecimiento barcelonés en el que el Majestic no aparezca, porque es parte de la historia de la ciudad. Una empresa familiar que se ha ampliado con los años y en la que todos los miembros tienen todavía voz y voto (sí, participan hasta en la elección de la vajilla).
"Los 21 primos Soldevila jugábamos al escondite por todo el hotel Majestic". Imagínenselos, a toda la chiquillada Soldevila correteando por el hotel en el que vivían sus abuelos, los propietarios del establecimiento. En manos de los Soldevila por tercera generación, el hotel barcelonés celebra este año su centenario con la publicación de un libro y varios acontecimientos, como la apertura del nuevo restaurante, el Solc, una propuesta que dará que hablar en los ambientes gastronómicos de la ciudad.